En marzo más convulso en las cárceles: se doblan las agresiones a funcionarios
En el último mes se han registrado 79 ataques de internos a trabajadores y Justícia les vincula a la tensión posterior al asesinato de la cocinera de Mas d'Enric
BarcelonaMarzo ha sido un mes convulso en las cárceles. El 14 de marzo de 2024 será un día especialmente recordado en la historia penitenciaria catalana: en la cárcel de Mas de Enric un interno asesinó a la cocinera del centro, el primer trabajador penitenciario fallecido en manos de un preso en cuarenta años. Bajo el lema "Todos somos Núria", el nombre de la trabajadora asesinada, la plantilla y los sindicatos iniciaron unas movilizaciones inauditas –que todavía duran–, bloquearon las cárceles y encerraron a los presos en las celdas más de 24 horas . Para los trabajadores, el crimen de Mas de Enric fue la gota que colmó un vaso que hacía tiempo que se estaba llenando de un aumento exponencial de las agresiones. Y el mes más convulso en las cárceles también ha sido uno de los que ha registrado más agresiones: según ha podido saber el ARA, este marzo se han cometido 79 agresiones de presos a funcionarios, el doble que en febrero y 28 más que en marzo de 2023. Es la cifra más alta de los últimos doce meses.
Fuentes del departamento de Justícia vinculan directamente este aumento a la situación de tensión que se ha vivido en las prisiones catalanas en los últimos meses, en que durante algunos días no se ha podido seguir la actividad ordinaria por las movilizaciones, la cual cosa genera tensión en los módulos. Marzo ha roto una evolución de agresiones que no estaba siendo negativa, ya que en enero y febrero se habían registrado datos similares al mismo periodo del año pasado. De hecho, en enero no hubo ninguna agresión grave y en febrero, una. Marzo, en cambio, ya han sido catorce. Sin embargo, para entender estos datos hay que explicar la clasificación acordada por el Gobierno y los sindicatos.
Hay graves agresiones, leves y sin lesión. Las primeras no responden al concepto hospitalario de herido grave y no contemplan la gravedad de la lesión, sino sólo si causan una baja laboral médica. Las leves son todas esas agresiones que causan una lesión, pero no necesitan baja médica. Y, por último, las agresiones sin lesión hacen referencia a aquellos incidentes que podrían ser un escupitajo o un empujón. Este mes de marzo se han registrado 14 agresiones graves, 17 leves y 48 sin lesión.
La evolución
El ARA ha tenido acceso a un informe del departamento de Justicia en el que se analizan los datos de agresiones hasta febrero de este año. Antes del asesinato de Mas de Enric, la valoración de la conselleria era positiva: "Con relación a los últimos doce meses, se evidencia una clara tendencia a la baja de las agresiones de carácter grave, que pasan de siete en febrero de 2023 a sólo dos en febrero de 2024. La curva de agresiones leves también muestra una clara tendencia a la baja (de doce a siete en el mismo período). En cambio, aumentan de forma sustancial las agresiones sin lesión", concluye el informe.
El aumento exponencial de agresiones a las prisiones se produjo, sobre todo, en el 2022. En siete años los funcionarios lesionados se triplicaron, tal y como avanzó el ARA. Fuentes de Justicia apuntan al estrés de la pandemia para explicar ese incremento. Ahora Justicia asegura en el informe que "las medidas puestas en marcha a lo largo del año 2023 han logrado detener un crecimiento de la incidentalidad que era exponencial -el personal agredido aumenta un 24% de 2020 a 2021, un 53% de 2021" a 2022, pero sólo un 7% de 2022 a 2023–”, apunta el documento.
Nivel de tolerancia
Sin embargo, esta evolución "positiva" se ha roto este mes de marzo. Justicia apunta al tensionamiento del sistema por el crimen de Mas de Enric, pero también deja dicho otro posible motivo en el informe. "Estas cifras deben entenderse en un contexto de movilización sindical, en el que se incentiva a los trabajadores y trabajadoras que eleven cualquier incidente que hayan sufrido a efectos de contabilización de las agresiones", afirma. Fuentes de la plantilla, sin embargo, lo niegan categóricamente: "No ha habido ni mucho menos una consigna para bajar el nivel de tolerancia". Fuentes de los funcionarios critican que la conselleria "no se hace responsable de nada" y asegura que ese volumen de agresiones es la "realidad" que viven desde hace años.
También fuentes sindicales dicen que estos datos demuestran que es necesario reforzar la seguridad en los centros, la cuestión sobre la que está pivotando la negociación con Justicia, que comienza a avanzar. Ponen de ejemplo una de las últimas agresiones que se ha registrado hace quince días: un preso atacó a un funcionario con un cristal (rompió la ventana de su celda) y no le acabó hiriendo de gravedad porque el trabajador llevaba un chaleco de protección.
Fuentes de Justicia precisan que no todas las agresiones son individuales y con premeditación, y ponen de ejemplo que a principios de abril cinco funcionarios de Mas de Enric recibieron golpes de diversa consideración cuando intentaban reducir a un preso exaltado. En ese caso se contabiliza como cinco agresiones. Desde el Govern también avisan de que la mayoría de agresiones son sin lesión. Desde el asesinato de Mas de Enric, según los datos de Justícia, seis funcionarios resultaron heridos en esta cárcel de Tarragona.