De romper con el Vaticano a terminar detenida: el caso de la exabadesa de Belorado
El convento de la comunidad de monjas de clausura levantó polvareda hace meses después de anunciar que dejaba de obedecer al entonces papa Francisco
BarcelonaLa Guardia Civil ha detenido este jueves a Laura García de Viedma, la exabadesa del convento de monjas de Belorado, en la provincia de Burgos. El arresto se ha producido tras un cacheo realizado por orden del juzgado de Briviesca, que investiga su implicación en la venta de obras de arte del polémico monasterio, según han informado fuentes de la investigación consultadas por Efe.
El registro ha finalizado esta tarde con la detención de la exabadesa dentro de una investigación por delitos de apropiación indebida y receptación de piezas de carácter histórico del convento. Los juzgados mantienen abiertas unas diligencias previas tras una denuncia interpuesta por una persona ajena al convento.
Precisamente, la semana pasada los juzgados de Bilbao notificaron la demanda de desahucio para que las exmonjas de Belorado abandonaran el monasterio de Urduña (Vizcaya), también de su propiedad, en la que actualmente residen las cinco monjas ancianas que no fueron excomulgadas con algunas jóvenes.
Las exmonjas clarisas de Belorado tienen al menos dos causas penales abiertas: una por la venta de 1,7 kilos de oro por 121.000 euros y la otra por varios delitos de estafa.
La misma comunidad de monjas, de hecho, acabó excomulgada el verano del 2024 después de que anunciaran que rompían con el Vaticano y que ya no obedecían el mandato del entonces papa Francisco.
Los hechos se remontan al mes de mayo, cuando las exreligiosas hicieron público un manifiesto firmado por la abadesa (ahora detenida) en la que decían que abandonaban la Iglesia católica. Hasta entonces esta comunidad eran clarisas de clausura, pero a partir de entonces aseguraron que rechazaban el Concilio Vaticano II y que consideraban herejes a todos los papas desde Pío XII, incluido el papa Francisco.
Para consumar su salida se ponían bajo la jurisdicción de una comunidad religiosa liderada por Pablo de Rojas, falso obispo excomulgado en el 2019 que se instalaba en el convento junto a su acólito José Ceacero, guía espiritual de las religiosas y autoerigido portavoz.
El motivo real de la ruptura de las monjas de Belorado con la Iglesia fue una operación inmobiliaria: querían vender el convento de Derio y comprar el de Urduña y la Santa Sede les paró los pies.