Seguridad

Vigilantes de seguridad privada de Cercanías o de los juzgados podrán estar formados por Desokupa

El sindicato catalán ADN Sindical Seguridad y Servicios firma un acuerdo con la empresa de desalojos

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El líder de Desokupa justo antes de empezar la manifestación en el centro de Barcelona

BarcelonaPrimero fue el Sindicato Unificado de Policía (SUP), que representa a agentes de la policía nacional, y ahora ADN Sindical Seguridad y Servicios de Catalunya, que representa a trabajadores de seguridad privada de Catalunya. Ambos llegaron a un acuerdo de colaboración con Club Desokupa, una filial de la controvertida empresa que practica desalojos al margen de los ritmos judiciales, para ofrecer cursos de defensa personal a sus afiliados. Este fin de semana el SUP abrió la veda diciendo que 30.000 agentes estarán formados por Desokupa, un movimiento rodeado de polémica: el ministerio del Interior estudia impugnar el convenio, Sumar pidió la ilegalización de la empresa y ERC la comparecencia del ministro Marlaska en el Congreso. Ahora ADN ha seguido los pasos de SUP, lo que directamente significa que vigilantes privados de Cercanías, el metro o los juzgados podrán optar a ser formados por la empresa liderada por Daniel Esteve.

Sergi Sánchez, director de seguridad del sindicato, explica que estos son algunos de los destinos de sus 1.200 afiliados que ahora podrán inscribirse en un curso con Desokupa, que previsiblemente, dice, empezará en septiembre. "La agresividad está al alza y necesitamos formarnos para ayudar a la gente", afirma Sánchez en declaraciones al ARA. Los afiliados de ADN, según Sánchez, trabajan en estos destinos ubicados en el espacio público, pero también en entidades privadas como un centro comercial, un supermercado o unas oficinas con seguridad privada. Ha sido el propio sindicato quien este martes ha anunciado el acuerdo con Desokupa en sus redes sociales.

Como sindicato de trabajadores del mundo de la seguridad privada, ADN tiene una relación formal con la conselleria de Interior del Govern y, junto con los demás sindicatos, realizan reuniones con el departamento de forma regular. Es en estas reuniones donde Sánchez asegura que han pedido formaciones para sus afiliados y siempre se han encontrado con negativas, un extremo que fuentes de Interior niegan y aseguran que existen varios cursos disponibles. Sin embargo, ADN ha decidido acudir a Desokupa, si bien su líder, Dani Esteve, desvincula las formaciones de defensa personal de la empresa de desalojos. Sin embargo, él mismo ha celebrado el acuerdo con ADN y el logotipo y la página web de ambas empresas son los mismos. Estos cursos van de 20 euros al mes en la modalidad online a 50 euros en la modalidad presencial. "Tengo otras cuatro ofertas sobre la mesa", ha dicho Esteve en un vídeo. Ha dicho, por ejemplo, que también le han llamado del mundo de los funcionarios de prisiones.

"Son profesionales"

El director de seguridad de ADN también esgrime el argumento que este lunes dieron desde el SUP: que la formación la darán agentes policiales y no "porteros de discoteca": "Son profesionales y es una formación necesaria", afirma Sánchez. Él es uno de los máximos representantes de ADN, que se define como el sindicato mayoritario del sector en Catalunya, aunque desde Interior niegan que realmente sea así. Fuentes del Govern apuntan que la relación con ADN es el estrictamente "oficial", como con los demás sindicatos del ramo con los que deben mantener reuniones periódicas en el ámbito de la seguridad. Actualmente en Cataluña hay 197 empresas de seguridad privada inscritas en el registro del departamento de Interior.

La empresa Desokupa la creó en 2016 Daniel Esteve, y ha estado siempre en el centro de la polémica por sus técnicas intimidatorias para echar ocupas. A lo largo de los años, Desokupa ha dejado de ser una simple empresa a la que pueden acudir los propietarios, ya que también ha tenido presencia política con vínculos con la extrema derecha (Esteve ha grabado más de un vídeo con Santiago Abascal, líder de Vox) y también social: han llegado a convocar manifestaciones con cientos de personas (como la de Barcelona contra las casas ocupadas de La Ruina y El Kubo).

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