Turismo

Unas 600 personas se manifiestan contra la masificación turística en Barcelona

La cifra contrasta con los miles de asistentes que acudieron a la misma protesta el pasado año

BarcelonaBarcelona ha acogido una nueva manifestación en contra del turismo un año después de la protesta de las pistolas de agua con las que los asistentes increparon a algunos de los turistas de la ciudad. Fueron entonces miles de manifestantes que denunciaron la masificación en la capital, mientras que este año sólo se han movilizado a unas 600 personas, según la Guardia Urbana. Los cientos de personas que han salido a la calle han exigido un cambio de modelo en la ciudad para poner fin a la precariedad laboral y la emergencia residencial al grito de "En casa, pan, futuro y techo" y "Ninguna vecina fuera del barrio", pero esta vez no ha habido enfrentamientos con los turistas aunque algunos de los asistentes iban equipados con pino.

De hecho, antes de empezar la marcha, que ha salido de los de Jardinets de Gràcia, la Asamblea de Barrios por el Decrecimiento Turístico (ABDT) ha repartido una cuarentena entre los manifestantes porque "hace mucho calor y es importante estar hidratado". Aparte de utilizar las pistolas de agua para refrescarse, algunos de los manifestantes no han escondido las ganas de revivir escenas como las del año pasado y jugar a acertar al blanco con los turistas. "Yo lo necesito como terapia", ha explicado con ironía Maria, vecina del Clot que milita en movimientos sociales que defienden el derecho a la vivienda en el barrio.

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Pese a las bromas, la marcha ha avanzado con normalidad haciendo zigzag por las calles de la Derecha del Eixample para intentar esquivar el fuerte despliegue policial. De hecho, la organización no ha desvelado en ningún momento cuál era el destino final de la movilización. Sí que ha habido unos momentos de cierta tensión cuando los manifestantes se han detenido frente a un hostal en la calle Còrsega y un grupo ha precintado la puerta y ha puesto pegatinas. Un trabajador del establecimiento se ha encarado con ellos, que le han increpado y lo han rociado con pistolas de agua. Sin embargo, el incidente no ha ido a más y la manifestación ha continuado, aunque, antes de seguir, han hecho estallar una traca frente al propio hostal.

A medida que la marcha avanzaba, era más evidente que el objetivo final de los organizadores era acabar en la Sagrada Família, pero los Mossos no lo han permitido. La protesta se mantuvo parada durante unos minutos en el cruce de las calles Rosselló con Sicilia porque la policía catalana les cortó el paso y mediaron con los responsables de la manifestación para encontrar un itinerario alternativo que no pasara por la basílica, uno de los puntos calientes de la masificación turística en la ciudad. Por último, se ha reanudado la manifestación, que ha terminado unas calles por encima del templo, donde se ha hecho la lectura de un manifiesto reclamando el decrecimiento turístico en Barcelona.