Ultimátum a los legionarios para que se vayan de Sant Andreu

La entidad militarista ha rechazado una indemnización de 12.500 euros del Consorcio de la Zona Franca y pide más dinero

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Legionaris en el interior que el local de la entidad militarista tiene en el barrio de Santo Andreu de Barcelona, en una imagen de archivo.

BarcelonaLa Hermandad de Antiguos Caballeros Legionarios de Barcelona no tiene ninguna intención de abandonar el solar público que ocupa desde el 2013 en los antiguos cuarteles de Sant Andreu si no recibe una generosa indemnización. Así lo hizo saber al Consorcio de la Zona franca (CZF) cuando, en enero del 2020, les envió un burofax para pedirles que se fueran. A cambio de que hicieran la maletas, el CZF les ofreció 12.500 euros pero esta entidad militarista los rechazó. Según fuentes próximas a la negociación, los legionarios alegan que han hecho una inversión de 18.000 euros y que no marcharán por menos. Ante la falta de acuerdo y gracias a la presión constante del Ayuntamiento de Barcelona, el CFZ ha decidido enviarles un requerimiento (entre esta semana y la que viene) para darles diez días para irse. Si no lo hacen, se les denunciará y pedirán al juez una orden de desahucio. Los legionarios no han querido hablar con el ARA, pese a la insistencia, pero todo hace pensar que volverán a ignorar el requerimiento y que la única manera de conseguir que se vayan será con un desahucio.

El CZF es un órgano formado por el gobierno del Estado y el Ayuntamiento de Barcelona. Aunque su presidente sea siempre el alcalde de la ciudad, quien realmente controla el consorcio es el delegado especial que nombra el Estado. En 2013, durante el gobierno del PP, cedió a tres entidades de legionarios un terreno de 5.000 metros cuadrados en el distrito de Sant Andreu. "Los legionarios no nos pagan ningún alquiler, pero nos mantienen el terreno y tienen el compromiso de entregárnoslo cuando sea necesario", defendió en 2016 el entonces delegado especial del CZF, Jordi Cornet, cuando el Ayuntamiento de Barcelona mostró su rechazo por la polémica cesión. Las asociaciones de Sant Andreu, el distrito y el mismo Ayuntamiento se han opuesto siempre a la presencia de los legionarios en este espacio, que ha servido de lugar de encuentro para entidades de extrema derecha, pero todos sus ruegos siempre topaban con el consorcio, que es quien tiene la última palabra.

Cuando el Pedro Sánchez ganó la moción de censura en 2018, el gobierno del Estado designó al socialista Pere Navarro como delegado del CZF y todo el mundo pensó que a los legionarios se les acabaría este privilegio. Tres años y medio después, sin embargo, se ha avanzado muy poco y los legionarios todavía siguen paseando el Cristo de la Buena Muerte cada domingo y haciendo desfiles militares. Además de los Antiguos Caballeros, en 2013 el consorcio también cedió un espacio a la Hermandad Provincial de Sargentos Provisionales de Barcelona y a la Asociación de Caballeros Inválidos y Mutilados Militares de España. Estas dos entidades sí que han aceptado una indemnización de 9.400 euros cada una para abandonar los terrenos.

Responsabilidad del Consorcio

El Ayuntamiento ha presionado durante todo este tiempo para que el consorcio echara a los legionarios. Uno de los capítulos más importantes de este pulso se celebró el 29 de abril del 2021 cuando, en una reunión de la junta de compensación del órgano, el Consorcio "se compromete a la entrega de la parcela libre y expedita y, si es necesario, interpondrá las acciones legales pertinentes". A pesar de aclarar por escrito, según ha podido consultar el ARA, que es el CZF quien tiene que hacer que los legionarios se vayan, nueve meses después este órgano todavía no los ha denunciado. La regidora de Sant Andreu, Lucía Marín, considera una "anomalía absoluta" que se cediera este espacio "a una entidad de militares franquistas y que se hiciera de espaldas a los vecinos". Acabar con esta situación "intolerable", según Marín, "ha sido una prioridad para el Ayuntamiento". El presidente de la Asociación de Vecinos de Sant Andreu, Santi Serra, también se ha opuesto desde el principio a la presencia de los legionarios y denuncia que sus desfiles militares han comportado problemas en el barrio, entre otras cosas porque son junto a la Escuela Eulàlia Bota.

Viviendas libres y de protección

Una vez el CZF haya echado a los legionarios, según el acuerdo, también tendrá que derribar todos los edificios de los terrenos y entregará el solar a Adif, el administrador de infraestructuras del Estado, que levantará viviendas de libre mercado y algunas de protección, según fuentes municipales. El proyecto de transformación de los antiguos cuarteles también comprende la construcción de viviendas públicas (para gente mayor y jóvenes), así como una escuela cuna. También está prevista la construcción de un tanatorio, en unos terrenos que la empresa Mèmora compró al CZF. La funeraria ocupará 558 metros cuadrados y el resto del solar que adquirió (4.500 metros más) lo cederá al Ayuntamiento.

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