¿La vacuna altera la regla? Crecen las consultas por alteraciones menstruales
No hay pruebas que las relacionen ni las desvinculen de la inmunización
BarcelonaElena, de 37 años, sospecha que la menstruación se le atrasó más de dos meses coincidiendo con la segunda dosis de la vacuna contra el covid. “Pasaban los días y no la tenía. Pasé once semanas esperando que me bajara”, explica. Anna, de 23 años, también relata que a partir de la primera dosis sufrió cambios automáticos en el ciclo menstrual: “Estaba al final de la regla cuando me vacuné y fue como si volviera a bajar de golpe. Se me ha alargado hasta nueve días y a mí normalmente me dura tres o cuatro". Describe este episodio como "una regla muy fuerte" y con flujo abundante: "Como si tuviera 14 años y me hubiera bajado por primera vez”.
Como Anna y Elena, decenas de mujeres de diferentes edades y profesiones han compartido en los últimos días en Twitter que sufren desajustes menstruales: reglas más largas o más cortas de lo habitual, que llegan con días de retraso o mucho antes de lo que esperan o que provocan un sangrado más o menos abundante de lo que consideran "normal". Aparentemente, en todos estos casos hay un elemento común: los cambios empezaron justo después de recibir la vacuna.
Hace pocas semanas que empezó la inmunización de las mujeres en edad reproductiva -aparte de profesionales sanitarias o colectivos esenciales que la pudieron iniciar a principios de año- y de momento no hay ningún estudio concluyente que pueda vincular ni desvincular la vacuna con estos problemas menstruales transitorios. “Así como es posible que la vacuna pueda desencadenar unos pocos y rarísimos problemas trombóticos entre millones de vacunados, no estamos detectando una relación causal con la menstruación”, afirma el doctor Joaquim Calaf Alsina, especialista en ginecología y obstetricia en el Hospital QuirónSalud de Barcelona, que apunta que en la mayoría de los casos la alteración "se suele corregir en uno o dos meses".
Se sabe que otros factores agravados por el contexto pandémico como el estrés, la fatiga y las situaciones laborales o familiares complejas pueden catalitzarse a través de alteraciones en la regla. “También el escenario de la vacunación, su programación, la espera, hacer cola para vacunarse, son acontecimientos cargados de estrés que pueden afectar el ciclo menstrual”, añade la responsable de los servicios de salud sexual y reproductiva del Institut Català de la Salut (ICS ), Cristina Martínez. De hecho, los resultados provisionales de una encuesta hecha a más de 20.000 mujeres de diferentes comunidades, incluyendo Catalunya, indican que la mitad de las participantes han sufrido cambios en la regla a lo largo de la pandemia.
Anna, que sufre anemia, tuvo que tomar más suplementos porque se notaba “muy cansada”, pero de entrada no pensó que la vacuna estuviera relacionada. “No he leído en ninguna parte que pueda ser un efecto adverso, así que pensaba que era porque estaba estresada o por algo pareciendo", reconoce. Fue cuando leyó los comentarios que otras mujeres habían dejado en las redes que empezó a cuestionárselo. Y no es la única.
En la consulta del doctor Calaf Alsina han aumentado las visitas relacionadas con estos desajustes y algunas pacientes los atribuyen a la vacuna. El ginecólogo, sin embargo, insiste que no hay ninguna prueba que permita establecer un vínculo entre haberse vacunado y sufrir un ciclo menstrual irregular. Si bien admite que es importante estudiarlo, plantea que la incertidumbre pandémica favorece que la mujer tenga recelos o que ante una respuesta a la vacuna que clínicamente no tiene importancia, como una fiebre nocturna, pueda sufrir angustia y estrés y desencadenar una alteración menstrual.
Sesgo de género
El perfil de las pacientes que se visitan por cambios en la menstruación y sospechan de la vacuna es diverso: desde mujeres que en general no tienen ningún problema con la regla a otros que toman pastillas anticonceptivas y sufren pérdidas de sangre inesperadas o que llevan un dispositivo intrauterí. Elena es una de las que, después de observar cambios en la menstruación, pidió hora en el ginecólogo. “Cuando le comenté que sospechaba que fuera culpa de la vacuna, me lo puso bastante en entredicho, pero a mí me parecía mucha casualidad”, recuerda. Hasta ahora no ha encontrado ninguna otra explicación en el retraso -está pendiente de hacerse una ecografía en agosto- pero lamenta que no se haya hecho ningún estudio sobre los posibles efectos que pueden tener las vacunas en el cuerpo de las mujeres. “Se nos infantiliza cuando se trata de salud sexual y ahora parece que esto que pasa no importe o que nadie nos crea”, denuncia.
A pesar de que también cree que hoy en día no hay una relación demostrada entre la vacunación y las alteraciones menstruales, Martínez crítica el “sesgo de género” en la medicina y la investigación, que excluye a las mujeres de la vigilancia farmacológica y banaliza las posibles repercusiones en su biología. “El concepto de salud menstrual no se entiende; ya son muchos siglos de androcentrismo. Ni disponemos de estudios o ensayos sobre posibles cambios menstruales después de la vacunación ni se recoge información específica a las consultas”, dice.
La vacunación genera una respuesta inmune que se manifiesta como una reacción inflamatoria, y Martínez cree "coherente" que pueda afectar el endometrio en algunos casos. "Pero no podemos afirmarlo. Y por eso es básico que los informes de farmacovigilancia incorporen esta variable, para que se pueda estudiar, puesto que hay mujeres que están reportándolo”, dice Martínez. Los trastornos menstruales no figuran en el listado de efectos adversos del Agencia Española de Medicamentos (AGEMED) a pesar de que cada vez más mujeres lo notifican a los servicios de farmacovigilancia mediante las Tarjetas Amarillas.
El caso de Montse es especialmente preocupante: después de vacunarse, en un primer momento tuvo un retraso de 15 días pero cuando le bajó la regla le duró unos cincuenta días. “Al principio pensaba que ya me pasaría, pero cuando llevaba más de diez días sangrando me empecé a preocupar”, recuerda. Primero creyó que serían cambios hormonales debidos a la edad, pero le descartaron indicios de menopausia. Entonces empezó un periplo de pruebas, pero todavía tienen que hacer más y no sabe qué le pasó ni si la vacuna tuvo nada algo que ver. Mientras tanto, hace un tratamiento con hormonas y ha recuperado la menstruación regular. “Soy mujer y tengo 48 años. Con nosotras todo lo arreglan hormonándonos. O tienes ansiedad o te faltan hormonas”, lamenta.
Más preguntas a las consultas
Martínez pide más pedagogía entre los profesionales asistenciales para que pregunten activamente si las mujeres han detectado cambios en la menstruación o inflamación en las mamas después de vacunarse. “Hasta ahora se reportan la fiebre, el dolor de cabeza o las náuseas, pero no los cambios en el ciclo menstrual. Antes de confirmar o descartar una relación se tiene que recoger información”, avisa.
El AGEMED recuerda que el hecho de que algunas situaciones se notifiquen de forma espontánea, como acontecimientos inesperados porque han coincidido en el tiempo con la vacuna, no quiere decir que estén relacionados o se los considere efectos adversos. “¿Pero si no tenemos constancia de estos casos es realmente porque no aparecen efectos o porque la mujer los asume como normales y no los explicitan porque nadie le dice que es importante?”, se cuestiona Martínez.
No hay ningún estudio específico que aborde posibles cambios en la menstruación inducidos por la vacuna contra el covid, pero en los centros sanitarios aumentan las consultas al respeto. Tanto el Hospital QuirónSalud de Barcelona como el Hospital de Sant Pau han llegado a plantearse hacer una encuesta entre pacientes para preguntar específicamente si habían notado cambios en la regla desde la vacunación. Además, Calaf Alsina explica que también está encima de la mesa la realización de un estudio con aplicaciones de control de la menstruación, como los calendarios o los registros de síntomas e intensidad, para observar si haberse vacunado afecta el ciclo de la menstruación. Esta aproximación mediante las menstruapps no se limitaría solo a vigilar si las vacunas tienen un efecto directo en la regla, también se evaluaría cómo otros aspectos de la pandemia -el aislamiento, el contagio, la cuarentena...- pueden interferir en el sangrado.