BarcelonaLa hora de señalar a los agresores. De no callar y no tener miedo a hablar. El 25-N, el Día Internacional para la Eliminación de las Violencias Machistas, ha vuelto a sacar a miles de mujeres al centro de Barcelona, esta vez para gritar que la "vergüenza y el miedo cambien de bando". La jornada de lucha y de denuncia se ha visto empañada por el asesinato de una niña de 15 años por su pareja de 17 años en la localidad alicantina de Orihuela. El crimen –aún más impactante por la extrema juventud de víctima y asesino– eleva a 42 las víctimas mortales por el machismo este año (1.286 desde el 2023) en el Estado. El crimen muestra que el machismo no tiene edad y, subraya la preocupación de que son las generaciones más jóvenes las que más abrazan la norma del patriarcado, en parte, por el gran altavoz que suponen los influencers de extrema derecha.
El 25-N de este año ha estado marcado por casos muy mediáticos de agresores sexuales, como el del exportavoz en el Congreso de Sumar Íñigo Errejón, acusado de una agresión sexual, y de Dominique Pelicot, que durante una década drogó a su mujer, Gisèle, e invitó a casa a una cincuentena de desconocidos para que la violaran mientras estaba inconsciente. El juicio ha servido para cambiar la conciencia general, la mirada de la sociedad hacia los agresores. "La vergüenza debe cambiar de bando", decía una digna Gisèle Pelicot para explicar su decisión de comparecer con la cara bien alta en la sala del juzgado. Este espíritu, el de responsabilizar a los maltratadores, lo han cogido las organizadoras de la manifestación, el movimiento Noviembre Feminista, que reúne a varias entidades. A diferencia de las feministas madrileñas, en Cataluña todas las protestas han exhibido los feminismos unidos, y sólo se han separado para reservar un espacio no mixto, para lesbianas y mujeres trans. En la capital española, de nuevo las feministas han desfilado divididas por las divergencias en el posicionamiento de la aceptación de las mujeres trans y la prostitución: abolicionistas contra regulacionistas, que dura hace ya años.
En la marcha de Barcelona, como en el resto de ciudades y pueblos catalanes que también han convocado actos para el 25-N, se ha oído un grito contra la impunidad de los agresores y sus cómplices. El silencio de los demás hombres que, aunque no participen en los ataques o agresiones, se callan para no incomodar al amigo.
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A Pilar Ripoll le han llevado a estar presente en la protesta las ganas de decir "suficientemente" a tanta violencia que ella conoce bien porque trabajó en la primera casa de acogida de Barcelona. "No puede que sean las mujeres las que tengan que esconderse y los agresores sigan haciendo su vida", ha dicho. La reivindicación feminista ha tenido un recuerdo solidario hacia las víctimas y damnificados de la DANA y también se han denunciado las discriminaciones que sufren las mujeres migrantes, más expuestas a la violencia institucional, o las mujeres sin hogar y las mujeres mayores, víctimas de la crisis de cuidados y las condiciones precarias en las residencias. "¡Basta ya!", han coreado.
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Los abogados de oficio de Barcelona atienden a un 5,6% más de víctimas de violencia machista
Los abogados de oficio de Barcelona han atendido entre enero y octubre a 9.903 casos de violencia de género y machista, un 5,6% más que el año pasado. Éste ya es el segundo motivo más frecuente que atiende el turno de oficio, sólo por detrás de los casos penales generales, y por primera vez supera el ámbito civil. Según datos del Colegio de la Abogacía de Barcelona (ICAB), hasta el 31 de octubre se han realizado 9.903 designas por violencia sobre la mujer.
También ha ofrecido datos el Sistema de Salud, que el pasado año detectó 10.805 casos de violencia machista contra las mujeres, un 5,22% más que el año anterior. En el 85% de estos casos, las víctimas fueron mujeres con rentas bajas o que perciben prestaciones sociales. Una proporción que en el año anterior se había quedado en el 61%.