El análisis de Antoni Bassas: 'Albiol, en la mayoría absoluta en Badalona por el desalojo'
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Algunas de las 400 personas desalojadas ayer en Badalonahan pasado la noche en la calle.
Los echaron sin tener nada a punto, ni el Ayuntamiento de Badalona, ni la Generalitat, ni el gobierno español. El fracaso, pues, es colectivo porque tú puedes desalojar un asentamiento pero las personas no desaparecen, por lo que lo único que ocurre con el problema es que se traslada.
La Generalitat y el gobierno español pasan de puntillas, como si no fuera con ellos; en cambio, el alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, ha estado presumiendo del desalojo y de no haber puesto ni un solo euro para atender a los desalojados y diciendo que estas personas generaban "problemas graves de convivencia y seguridad".
"Dejo muy claro que el Ayuntamiento de Badalona no gastará ni un solo euro en dar vivienda a personas que se han dedicado a hacer la vida imposible a los vecinos. Nosotros hemos dado voces y hemos hecho gestiones a través de los diferentes servicios municipales para ver si había posibilidad de que algunas personas pudieran pasar la noche en algunas pensiones, espacios reservados. repito, nadie ha querido acoger a estas personas".
Albiol, que en las municipales del 2015 utilizó como eslogan "Limpiando Badalona" gobierna la tercera ciudad de Catalunya con mayoría absolutísima. Lo vota mucha gente que antes vota socialista, o Comunes e indepe. Y como cuando ganas todo el mundo te abraza, Albiol había normalizado su figura política, hasta el punto de salir aapoyar el Pacto Nacional por la Lengua. Albiol ha puesto en evidencia a la izquierda que toda la vida había gobernado la ciudad. Pero ahora ha vuelto allá donde estaba: sabe que el discurso que mezcla inmigración y delincuencia da votos, y como este caso del B9 lo ha jugado a fondo, seguro que tendrá premio electoral, sin importar que estemos hablando de personas.
De ayer también hay que analizar la comparecencia de Santos Cerdán en el Senado. Se presentó como víctima de un complot del estado profundo en su contra, en el que se habrían utilizado pruebas manipuladas, grabaciones concretamente, y todo porque negoció la amnistía con Puigdemont y fue el primer socialista que se retrató.
"Todo cambió después de Puigdemont", dijo Cerdán. Seguro que todo cambió. Lo que es seguro es que cuando Pedro Sánchez le dejó caer, algo irregular debió de haber. Pero Cerdán insistió en que tras la negociación en Bruselas tuvo que ir escoltado, que gente de otros partidos le avisó: "Ten cuidado". Pero el senador de Vox que le interrogaba, Ángel Pelayo, dijo que sí, que todo empezó por haber negociado la amnistía: "Todo proviene de aquí. Es un acto de corrupción gigantesco, señor Cerdán".
No viene de aquí, exactamente. Acaba de considerar ilegítimo que Sánchez reuniera los votos que Feijóo no podía sumar. Y, por tanto, viene de más lejos. Acaba de no tener el poder. Para el PP, para Vox, el poder está por encima de la unidad de España. Porque, en su forma de ver la vida, una cosa asegura la otra. Aunque esto hunda la credibilidad del poder judicial.
Sea como fuere, Sánchez es el gran perdedor de esta crisis del PSOE. Se lo hemos ido diciendo: estaba en caída libre, estaba actuando a la desesperada. ¿Quieren un ligero indicio, como ese primer golpe de viento que al girar una esquina te hace dar cuenta de que el invierno ya está aquí? Miren este artículo de El País:"Pensar en un PSOE sin Pedro Sánchez". La idea es que quizá habría que pensar en un relevo para Sánchez porque lo bueno para él (resistir) puede ser malo para los candidatos socialistas, porque las elecciones autonómicas y municipales les irán mal. Este artículo no lo escribe alguien cualquiera: lo firma uno de los subdirectores del diario.
Buenos días.