El análisis de Antoni Bassas: 'Esquerra i Junts, atascados con el PSOE'

La mañana nos ha traído un anuncio: Pere Aragonès pliega de la política. Ha informado que renunciará al sueldo de expresidente y que trabajará en la empresa de su familia, que como es sabido tiene negocios relacionados con el turismo, y empezará a dar clases en la Universidad de Vic.

Aragonés tiene 42 años, hijos pequeños, y lo que llamaríamos mucha vida profesional delante. Después de haber llegado a lo más alto, a la presidencia de la Generalitat, pocos incentivos tenía para continuar en política, y menos en una Esquerra dirigida por Oriol Junqueras, con quien marcó claras diferencias en el congreso del partido, donde Aragonès votó a favor de la candidatura de Xavier Godàs. Recuerden que Aragonès hizo un movimiento que le salió mal, cuando avanzó las elecciones: ERC perdió 13 escaños y ese fracaso le enseñó la puerta de salida.

Y mientras la política española sigue absorbida por la pelea PSOE-PP en torno a la matanza de Israel en Gaza, se constata que Esquerra y Junts no salen a la hora de hacer cumplir sus acuerdos con el PSOE. Están atascados.

Hacienda no asume la propuesta de Esquerra para recaudar el IRPF, ni siquiera un elemento tan básico como el principio de ordinalidad (tan básico que incluso el PSC lo ha hecho suyo), y el PSOE se limita a decir que las comunidades autónomas deben tener "suficiencia financiera". Estamos ante la conocida tomadura de pelo: se firman pactos a cambio de investiduras que después decaen porque, uy, lo que pides es muy difícil de conseguir. En el caso de este acuerdo para la financiación, además, los tiempos no ayudan a ello. La vicepresidenta Maria Jesús Montero será la candidata a la presidencia de Andalucía en las elecciones del próximo año, y cualquier cosa que se pueda presentar como un privilegio para Catalunya será utilizada en su contra. Y piensen que los últimos sondeos sitúan al PSOE de Andalucía por debajo de su peor resultado histórico.

Pero si Esquerra no sale, Junts tampoco. Este verano, Carles Puigdemont dijo que en "en otoño pasarán cosas que no han pasado hasta ahora", y esa fue la consigna que se repitió ayer tras la reunión de parlamentarios de Junts con Puigdemont en Bélgica. No hay oficialidad del catalán en Europa, ni traspaso de inmigración, y la amnistía todavía no está completa. Además, aunque Junts es su grupo del Parlament, sus votos son relativamente irrelevantes para la mayoría PSC-Esquerra-Comuns. Ahora Junts anuncia que quiere que Isla se ate a los acuerdos que Junts tiene con Sánchez.

De fondo, Esquerra y Junts migran entre el credo independentista y la realidad de pacto con el gobierno español, con el añadido, sobre todo para Esquerra por razones de proximidad ideológica, que derribar al gobierno de Sánchez para que vengan el PP y Vox no es lo más deseable por sus intereses, precisamente.

Varados están Izquierda y Juntos y atascados estamos con los símbolos por imperativo legal. Como en elAyuntamiento de Girona, donde han tenido que colgar el retrato del rey Felipe de Borbón.

El retrato lo ha realizado a base de fotos de las cargas policiales durante el referéndum del 1 de octubre del 2017. Ha sido imaginativo, pero repetitivo. En una palabra, atascado.

Buenos días.