Juntos quiere que Salvador Illa se moje sobre el acuerdo de Bruselas
Llevarán al debate de política general en el Parlament sus pactos con Pedro Sánchez
Waterloo (Bélgica)Juntos mantiene la amenaza a Pedro Sánchez e incluye en la ecuación a Salvador Illa. El partido liderado por Carles Puigdemont vincula ahora las legislaturas catalana y española y pretende forzar a Salvador Illa a ratificar el acuerdo de Bruselas, que cerraron los junteros directamente con el PSOE. En caso de que el presidente de la Generalitat se oponga, la portavoz del grupo de Junts en el Parlament, Mònica Sales, ha advertido en una rueda de prensa desde Waterloo de que "no habrá más camino a recorrer" en la relación entre los junteros y los socialistas, tanto en Madrid como en Barcelona.
La formación siempre acusa a Isla de depender de Madrid y de no mirar por los intereses de Catalunya, pero Sales ha afirmado este lunes que hay un "doble discurso" y que el del presidente español y el de la Generalitat no coinciden. "Esto no es compatible con el acuerdo de Bruselas, ni con el espíritu ni con la letra", aseguró. Según Sales, el PSC ha votado en el Parlament más de 80 veces junto al PP y Vox "en contra de los intereses de Catalunya", si bien no ha puesto ningún ejemplo concreto.
La intención es ligar Isla a los pactos cerrados entre Junts y el PSOE en el debate de política general en el Parlament, del 7, 8 y 9 de octubre. Los junteros presentarán hasta 22 propuestas de resolución con tres puntos cada una que harán referencia al acuerdo de Bruselas, así como otras iniciativas alineadas con el programa político de Junts. Sales no ha dado detalles sobre qué propuestas que quieren que Illa apruebe irán condicionadas al apoyo a Sánchez y se ha limitado a explicar que, de forma general, plantearán cuestiones sobre fiscalidad, infraestructuras o lengua.
No es la primera vez que Junts amenaza a Sánchez. Es una constante de los junteros y la base de sus negociaciones con los socialistas. "Quizás en otoño pasarán cosas que no han pasado hasta ahora, ya hemos dado tiempo suficiente", avisó Puigdemont a mediados de agosto en una conferencia en la Universidad Catalana de Verano. Y ayer, en las jornadas de trabajo del grupo parlamentario de Junts en Waterloo, Sales volvió: "En otoño pasarán cosas que no han pasado hasta ahora, y posiblemente empezarán a ocurrir en el marco de este debate de política general en el Parlament de Catalunya", insistió. Ahora bien, ¿qué cosas?
Salas, al igual que Puigdemont, no aclara exactamente la amenaza y, cuando le preguntaron por una posible moción de censura contra Sánchez, huyó de estudio y evitó adelantar nada. "Tenemos tendencia de poner siempre la venda antes de la herida", respondió. De fondo están los acuerdos pendientes de concretar entre el PSOE y Junts y la vuelta del expresident Carles Puigdemont.
Lo más caliente está en el fregadero
El plan de Puigdemont era cobrar "por adelantado" y no apoyar la investidura en Sánchez a cambio de promesas al viento. Sin embargo, Junts se encuentra con que gran parte del pacto cerrado hace ya dos años en Bruselas no se ha cumplido.
Uno de los puntos atascados es la oficialidad del catalán en la Unión Europea. Más de dos años después de que el gobierno español llevara la cuestión al Consejo de la UE, la iniciativa sigue chocando con la oposición de una decena de estados miembros y el pesimismo sobre su aprobación es creciente, tanto entre las filas de Junts como en la Moncloa. En el consejo de la UE de este martes, en el que podría ponerse otra vez en el centro del debate en pleno inicio del curso político, ni se discutirá el reconocimiento de la lengua propia de Catalunya. Fuentes de ambas partes asumen ahora que es más complicado de lo esperado y sobre todo responsabilizan al PP y la presión a otros gobiernos europeos para hacer fracasar la propuesta. Por otro lado, también está atascado el traspaso de competencias de inmigración (Podemos veta la proposición de ley en el Congreso de los Diputados), así como la aplicación de la amnistía, que se ha encontrado con el muro del Tribunal Supremo y pendiente de que el Tribunal Constitucional diga si debe aplicarse o no a Puigdemont.
Así, casi dos años después de sellar el acuerdo de Bruselas, Junts aún busca garantías de que el PSOE acabe haciendo realidad los compromisos alcanzados. Y, una forma de incrementar la presión en la Moncloa, consideran que es incluir al presidente de la Generalitat en las discusiones, pese a que hasta ahora le habían rechazado como interlocutor. De hecho, Junts no le había vinculado directamente con su apoyo a Madrid, si bien la visita de Isla a Puigdemont a Bruselas de hace casi dos semanas ya constató que el futuro de la legislatura española y el de la catalana no se entienden uno sin otro.