El análisis de Antoni Bassas: 'En el Gobierno creen que es el momento de firmar el acuerdo de financiación con Montero'

Hace quince días les dijimos aquí que el gobierno de Salvador Illa veía cerca el acuerdo de financiación con María Jesús Montero, porque Pedro Sánchez había ordenado acelerar el ritmo de negociación para llegar al pacto antes de que finalizara este año. Sánchez tenía un incentivo para hacerlo: el PSC es fundamental para que él pueda aspirar a ganar las elecciones y Esquerra es fundamental para ser investido.

Pues bien, ayer la vicepresidenta Montero, que es quien negocia en nombre del gobierno español, dijo que la financiación llegará "lo antes posible". Lo dijo en un acto, en Barcelona, ​​y Esquerra confirmó que "nos acercamos a una cifra que puede ser interesante". Se refiere a la cifra de dinero que correspondería a Cataluña como resultado del acuerdo. Pero claro, Montero no es solo la de la llave de la caja española sino que será la candidata socialista a presidir Andalucía y cualquier cosa que "dé" a Catalunya será utilizada en su contra. ("Dé" para decirlo en lenguaje español, porque no nos dan nada sino que nos devuelven lo que pagamos.) Y Montero lo dijo así:

"Estamos trabajando mucho para cumplir con las diferentes premisas que tenemos sobre la mesa. Una es lo que se firmó y acordó en la reunión bilateral con la Generalitat de Catalunya, pero igualmente el compromiso del presidente de que ninguna comunidad autónoma perderá recursos y se garantizará la solidaridad en todo el territorio".

O sea, la eterna cuadratura del círculo con el dinero en Catalunya: tendrá una financiación justa, pero nadie saldrá perdiendo.

Esta mañana fuentes directas de la negociación nos decían que el acuerdo está muy cerca, porque cumple con gran parte de lo que proponía Esquerra; esto quiere decir que contiene un modelo de financiación y no sólo una cifra para el próximo año, y que el Gobierno es de parecer que si el acuerdo cumple gran parte de lo que se pidió es el momento de dar un paso adelante y firmarlo, porque si se ponen puristas se perderá una oportunidad histórica, por lo que o se cierra dentro de semanas o se atascará. Esto es esta mañana. Lo seguiremos y se lo explicaremos, claro.

Mientras tanto, alcaldes de Juntos de Sant Cugat del Vallés, Vic, San Clemente de Llobregat, Cabrera de Mar, Maçanet de la Selva y Font-rubíse reunieron con el presidente Puigdemont en Waterloo en presencia del secretario general del partido, Jordi Turull. Los alcaldes son los primeros en pasar por las urnas y son muy sensibles a problemas como las ocupaciones de viviendas, la multirreincidencia o los efectos del empadronamiento en los servicios públicos. En la salida han cerrado filas recordando que Puigdemont fue alcalde y entiende sus problemas, y que la inmensa mayoría de la dirección de Junts viene del mundo municipal. Y que, si acaso, el problema no es interno sino de factores como que su ponencia sobre empleos en el Congreso será detenida por el PSOE porque "mira de reojo a Podemos" y tiene parada la ponencia.

Por cierto, que el día nos ha proporcionado una imagen sin precedentes: un expresidente de Francia entrando en prisión. A las 9 de la mañana, Nicolas Sarkozy se ha despedido con un abrazo en público con su esposa Carla Bruni y se ha metido en un coche que le ha llevado a la cárcel de Santé, en París. Cuando después de la reconstrucción de la catedral de Notre-Dame y de los Juegos Olímpicos de París parecía que Francia se rehacía, las constantes caídas del gobierno y el escandaloso (por fácil) robo de las joyas de Napoleón en el Louvre ponen a Francia en los periódicos por las razones por las que ningún país quiere salir a los medios.

Buenos días.