El análisis de Antoni Bassas: "Mazón y Moreno Bonilla, la indecencia en la presidencia"

Europa, Gaza e Israel se han levantado esta mañana con la noticia de que "Israel y Hamás han aprobado la primera fase del plan de paz". Como resultado, "todos los rehenes serán liberados muy pronto, e Israel retirará a sus tropas hasta una línea acordada como primer paso hacia una paz firme y duradera".

Estas palabras son del hombre que ha sido clave para forzar el acuerdo entre Hamás e Israel, que no es otro que Donald Trump, que lo ha escrito en las redes esta madrugada. Netanyahu ha dicho que "es un gran día para Israel", porque devolverán a los rehenes vivos y los cuerpos de los rehenes fallecidos, y, de hecho, esta mañana había imágenes de celebración en las calles de Israel. Hamás también celebra que se hayan terminado los bombardeos sobre Gaza y que el ejército de Israel se retire, porque esta misma mañana aún se veía el humo de las bombas israelíes.

¿Qué ha hecho posible el acuerdo? La voluntad de Estados Unidos, la de Donald Trump: durante dos años ha suministrado bombas y armas a Israel para que arrasara a Gaza, pero ahora ya tenía suficiente, sobre todo después de un hecho clave: cuando justo hoy hace un mes, el 9 de septiembre, Israel atacó al equipo negociador en Doha, en Qatar. Ese día Trump decidió que Netanyahu ya había logrado sus objetivos políticos y militares y le ha obligado a llegar al acuerdo. Hay un gran cansancio de la guerra en la sociedad israelí, y qué decir de Palestina, con más de 60.000 muertos, miles de niños desnutridos y Gaza convertida en un vertedero de escombros. Y no pierdan de vista un elemento: mañana se concede el premio Nobel de la paz que Trump codicia desesperadamente. Hay 338 nominados, y si debemos fiarnos de las casas de apuestas, las posibilidades de que gane Trump son de un 3% aproximadamente.

Un apunte final sobre el tema: llamarlo "paz" es exagerado. Esto es un cese de las hostilidades. Las posibilidades de que no se firme la segunda fase del plan son altas porque siempre hay intereses en hacerlo descarrilar. Pero mejor esto que nada.

Sobre el debate de política general en el Parlament, es hoy el último día. Sigue valiendo lo que les decíamos ayer: el anuncio de los doscientos mil pisos está muy bien, pero donde Illa y Sánchez se están jugando el futuro es con el acuerdo en el sistema de financiación para Catalunya. El Gobierno dice que el acuerdo con el gobierno español está cada vez más cerca. No tardaremos mucho en saber si será así o no.

Y finalmente, hoy es el Nou d'Octubre, el Día del País Valenciano, que conmemora la entrada en la ciudad de Valencia de las tropas catalanoaragonesas del rey Jaime I en 1238. La Diada tiene lugar a pocos días del primer aniversario de la dana del 29 de octubre del año pasado. Mazón, principal responsable político de los 229 fallecidos, sigue siendo presidente de la Comunidad Valenciana. Un presidente indigno, por supuesto.

Al igual que el presidente andaluz, Moreno Bonilla.

Ayer salió con esa cara de cordero dolido y arrepentido, a decir que "no se entiende que hayan sido las afectadas las que hayan tenido que avisar del problema. No hay excusa", ya continuación ha anunciado que la consejera de Salud andaluza había dimitido. Ni que decir tiene que le ha forzado a dimitir para salvarse él, que dentro de nueve meses hay elecciones en Andalucía y anoche tenía una manifestación a las puertas de la presidencia. Pero Moreno Bonilla es un Mazón. No hace ni una semana todavía plantaba cara. Mucho en el estilo que ahora se lleva, de no admitir ningún error y querer tener razón siempre. Con esa suficiencia que veíamos a otros históricos del PP como Zaplana, Moreno Bonilla decía esto el viernes de la semana pasada:

"Cuando un radiólogo o un especialista tenía dudas, lo dejaba en suspensión. Y no se le comunicaba a la mujer para no generarle incertidumbre. Porque el 98% de las pruebas que se hacen, afortunadamente, no dan positivo sino negativo: no tiene cáncer. Pero cuando hay algún posible atisbo de un paciente si no introduce un nuevo paciente si no introduce a un nuevo paciente si no introduce un nuevo elemento con el nuevo paciente. ansiedad. Entonces se decide no decirle nada al paciente y ya se le harán pruebas posteriores.

Perfecto, ahórrale la ansiedad a la paciente, que ya le aturdirás cuando le digas que lo viste pero que no le dijiste nada por no angustiarla. Éste es Moreno Bonilla, el presidente que se desgrava el gimnasio y las mascotas y que ahora ha tenido que contratar a 119 sanitarios a toda prisa para que trabajen fines de semana y festivos si es necesario para que, antes de dos meses, todas las mujeres afectadas por los retrasos en los diagnósticos hayan podido someterse a las pruebas necesarias.

Mazón y Moreno Bonilla, indecencia en la presidencia.

Buenos días.