El análisis de Antoni Bassas: 'Los pequeños accionistas sí que se han creído la relación Sabadell - Catalunya'
This browser does not support the video element.
Hoy leerán en todas las portadas el mismo verbo que en la nuestra:
Elopa del BBVA sobre el Banco Sabadell ha fracasado. Y aunque fracasar es ya un verbo contundente, aún podríamos decir más: ha fracasado estrepitosamente. Solo un 25,7% del capital de Sabadell ha aceptado la oferta del BBVA. A principios de la opa, en mayo del año pasado, el BBVA fijaba su objetivo en el control absoluto del Sabadell, es decir, todo lo que quedara por encima del 50%. Cuando empezó a ver que estaba solo, dijo que si llegaba al 30% podría empezar ya el control del Sabadell. Pues ni al 30% ha llegado. Se quedó en el 25,7%. Y primera cosa que deben tener presente: un resultado así apenas lo creían ni el Sabadell ni, por supuesto, los analistas que veían factible la posibilidad de que llegara al 30%.
Este resultado es un fracaso para Carlos Torres, presidente del BBVA, que es la segunda vez que no logra el objetivo de comprar el Sabadell y que anoche salió, al menos, a dar la cara: "Finalmente la operación no seguirá adelante porque no se ha alcanzado el nivel mínimo de aceptación que habíamos fijado. Quiero dar las gracias a los accionistas de Banco Sabadell que han mostrado su apoyo al proyecto de unión a los ; trabajo realizado a lo largo de todo el proceso".
Torres se implicó mucho, algo lógico, por otra parte, porque era la operación de su vida. Ha viajado a Catalunya constantemente, ha hecho decenas de reuniones a puerta cerrada con el sector económico de Catalunya y con periodistas a los que ha vendido las bondades de la concentración bancaria por tener bancos de tamaño europeo. Torres se expresaba con seguridad y conocimiento, pero en algunos momentos parecía no saber o no entender la verdadera naturaleza de lo que quería comprar: un banco de Catalunya muy cercano a la pequeña y mediana empresa con un accionista muy militante. No podía romper la barrera emocional de lo que significaba venir a comprar un banco fundado en Catalunya, país que ya había visto desaparecer las cajas de ahorro.
Cabe decir que lo tenía casi todo en su contra. De los accionistas institucionales y particulares tenían hacia el 41% del capital y han dicho que no. Y eso que BBVA, después de haber dicho que no mejoraría la oferta, la subió un 10% hacia el final.Torres no ha terminado de leer los signos de los tiempos, y empezó cometiendo un error político: lanzó la opa tres días antes de las elecciones catalanas del pasado año, que acabaron dando la presidencia a Salvador Illa. Pedro Sánchez no estaba muy contento con la idea de que alguien introdujera un elemento de tensión entre los votantes catalanes ahora que los tenía más cerca. La compra del Sabadell iba contra su narrativa del reencuentro y la normalización de las relaciones Catalunya-España. El gobierno español puso condiciones muy duras en BBVA: si la OPA salía adelante, obligaba a tres años de mantenimiento de la marca Sabadell, por ejemplo. Todo el mundo en Cataluña, derechas e izquierdas, políticos y empresarios, patronales y sindicatos, se pusieron en contra. Aquí tienen el mensaje de alegría de Salvador Illa, anoche.
Y, claro, cuando los inversores ven a todo el mundo en contra, se lo piensan dos veces. Y aún otra razón para el fracaso: las opas hostiles (que por eso se llaman hostiles), es decir, ir de compras a un banco que no quiere ser comprado, no gustan. Todas las fusiones bancarias habidas en España se han acordado en privado. Una opa hostil, en España, nunca ha funcionado.
Si hemos hablado de Carlos Torres, hablamos de Josep Oliu: superdotado, el alumno más brillante desde el bachillerato en los Escolapios de Sabadell, tiene buen equipo y ha sabido fidelizar al banco.
Por cierto, por si alguien se lo pregunta, la ley impide al BBVA volver a intentarlo antes de un año. Por una buena temporada, se acabaron los anuncios, de los cuales, sin duda, el más rompedor fue éste.
Pues el dragón ha muerto. Muchos accionistas del Sabadell han demostrado mayor fidelidad a la conexión de un banco catalán con el país, y con la ciudad de Sabadell, que la que el banco demostró en el 2017.
Buenos días y buen fin de semana.