Cartas a la Directora

Un circo inesperado

Como vaquera, cada día me encuentro con escenas que desafían la lógica y el sentido común. Parece que las montañas y los parques naturales se han convertido en un circo en el que los turistas son los protagonistas, y las vacas, los payasos involuntarios. Las vacas deben irse para escapar de los turistas que las persiguen para hacerse selfies. Como si fueran un atrezzo de su safari programado, un elemento más que inmortalizar en su colección de recuerdos. ¿Y qué decir de los perros desatados? Los dueños se me encaran con una actitud desafiante y me miran con desprecio, seguido me dicen que también ate a mi perra de paro. Como si no entendieran que estoy trabajando. Pero el colmo del absurdo es cuando la gente quiere comer sentada en medio de las vacas porque, según ellos, es emocionante. Como si los animales fueran un elemento decorativo más, un complemento para hacer más interesante su picnic. Y el mayor peligro son los vehículos con ruedas que circulan por los caminos y senderos. Éstos no sólo perturban la paz del entorno, sino que también causan daños a la fauna y la flora. El riesgo de interceptar algún becerro que cruza por el camino es muy alto.

Estoy harta de intentar hacer mi trabajo con calma, de ver cómo los homo sapiens estorban mi rutina y la de los animales. Parece que han olvidado que las montañas y parques naturales son espacios para respetar, no para convertirlos en un circo improvisado. Quizá deberíamos poner carteles con un poco de humor e ironía que digan: "Por favor, no moleste a las vacas. No son un atrezzo para sus selfies. Atad a sus perros. Deje las motos y los quads en casa. ¡Esto no es Port Aventura!"

Míriam Font Carreras

Mazaneros

La obscenidad del Banco de España

El mes pasado leímos en varios medios que el Banco de España se gastará 99.220 euros para comprar 4.000 carteras de piel para que sus empleados se sientan más identificados con la entidad.

Se supone que si una persona oposita por trabajar en una entidad como el Banco de España, por gozar de unas condiciones laborales y de sueldo excepcionales, es una persona motivada e identificada con la entidad. Por eso muchas de las personas que trabajan en el Banco de España encontrarán insultando este "regalo" que quiere mejorar su implicación.

Esta disconformidad con el obsequio se demuestra porque muchas de estas carteras se ponen a la venta en los portales de segunda mano.

Quizás estas personas se sentirían más identificadas con la entidad si se les comunicara que en su nombre se subvencionará con casi 100.000 euros actividades, servicios y/o artículos a colectivos a los que la administración deja de lado a la hora de satisfacer sus derechos.

El Sindicato de Madres en la Diversidad Funcional luchamos por los derechos de nuestros hijos e hijas con discapacidad, y les podemos dar algunas ideas sobre dónde invertir ese dinero que podría enorgullecer el Banco de España y sus empleados.

Esperamos que los empleados del Banco de España, cuando rechacen ese regalo que ofende su profesionalidad, propongan alternativas solidarias, porque seguramente estos casi 100.000 euros ya se dan por gastados.

Montserrat Roca Roger

Granollers

Gaza

No hay ninguna justificación, ninguna, de ningún tipo, para que se permita que los bebés y los niños mueran de desnutrición como está pasando en Gaza. Ningún conflicto nunca se puede solucionar con muertes. Todas las víctimas, y más las más inocentes, son incomprensibles. Y más cuando los causantes vienen de una larga historia de sufrimientos como víctimas, por ejemplo en Auschwitz.

Eulalia Rodríguez Pitarque

Torroella de Montgrí