Cartas a la Directora
07/09/2025
El ocio nocturno bloquea el acceso de emergencias vitales
Como ciudadanos y profesionales sanitarios queremos denunciar una situación que pone en riesgo la seguridad de los pacientes que necesitan atención urgente en el Hospital del Mar. La vía principal de acceso, la calle Ramon Trias Fargas, se ve "cortada" por seguridad privada y colapsada por largas hileras de taxis y VTC estacionados o circulando a paso lento, especialmente por la proximidad de locales de ocio nocturno.
En una urgencia reciente, a la una de la madrugada, se perdieron quince minutos sólo por recorrer este tramo, superando así el tiempo máximo de treinta minutos establecido para llegar y atender una emergencia vital.
La solución que podría establecerse –alargar la ruta– es inaceptable, porque añade aún más minutos a un reloj que, en estos casos, corre en detrimento de la vida del paciente. No pedimos el cierre del ocio nocturno, sino una regulación clara: que los taxis que recogen o dejan clientes lo hagan al final de la calle Marina, para evitar así el colapso de la vía de acceso al hospital, y que la entrada de taxis y VTC por esta calle (Ramon Trias Fargas) esté regulada.
Andrea Carpintero Sánchez
Enfermería Hospital del Mar
Después de los incendios
Los incendios que han asolado y están asolando nuestras montañas, y la deficiente gestión que las autoridades públicas están haciendo de esta catástrofe humana y natural, amenazan con debilitar la confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas.
Entre los vecinos de las poblaciones afectadas por el fuego empieza a extenderse la convicción de que sólo el pueblo salva al pueblo. La falta de coordinación entre administraciones, el intercambio de acusaciones y la ausencia de asunción de responsabilidades desgraciadamente están multiplicando la legítima desconfianza de la ciudadanía respecto a la clase política.
Esta ola de incendios amenaza con abrir una nueva brecha entre representantes y representados, y pienso que sería frívolo culpar a quienes lo han perdido todo de la quiebra de este pacto.
Sin embargo, la falta de diligencia de las autoridades no debería alimentar eslóganes ni causas populistas que, aunque nacen de una dramática realidad contrastable, no ofrecen soluciones reales. Las instituciones democráticas siguen siendo el mejor recurso con el que contamos para garantizar, también, la seguridad de nuestros bosques y montañas. El descontento ciudadano debe servir para redoblar nuestra exigencia y reclamar un ejercicio más leal, responsable y diligente de quienes nos representan, al menos yo lo entiendo así.
Jesús Domingo Martínez
Gerona
Coraje y ternura
En la vida, en particular en la política, echamos de menos más ternura, corazón ─incluido el coraje─ y confianza. "Ser tierno y al mismo tiempo subversivo", dijo la activista y política alemana Petra Kelly, para la que era imprescindible una nueva relación entre los seres humanos, pero también con los demás animales y las plantas, basada en la ternura, la cooperación y la no violencia.
Es obvio que en toda esta concepción existe un comportamiento ético, en la teoría y en la praxis, y un compromiso ineludible con el principio de inviolabilidad de la vida.
Sin embargo, observamos perplejos como estas cualidades no cotizan mucho en el tablero de juego de la geopolítica mundial. La Unión Europea, por ejemplo, que se declara heredera de los valores humanísticos e ilustrados, es hoy una entidad sin timón ni autoridad moral, cuyos líderes se caracterizan por la mediocridad y una falta de coraje preocupantes, aparte del silencio y la pasividad que demuestran día a día ante los crímenes y la crisis humanitaria que sufre la población de Gaza.
David Serrador Ballester
Vic