El organizador de la Vuelta a España que era amigo de Franco y admirador de Hitler
La carrera fue organizada en 1935 por 'Informaciones', un diario que recibía dinero de los nazis
BarcelonaEl 29 de abril de 1935 un grupo de valientes empezaba a pedalear por el centro de Madrid, saliendo de la estación de Atocha. Eran los participantes en la primera edición de la Vuelta a España, competición que este año celebra 80 ediciones en 90 años, ya que no siempre pudo realizarse. Esa primera edición contó con la presencia de 50 ciclistas que afrontaban un recorrido de 10 etapas de más de 250 km cada una. Cuando el 15 de mayo la Vuelta volvía a Madrid, sólo llegaron 29 ciclistas. Los demás habían plegado castigados por un recorrido duro por carreteras de tierra, con rampas que rompían las piernas y provocaban averías en aquellas bicicletas de hierro. El ganador sería el belga Gustaaf Deloor, que se impuso al catalán Mariano Cañardo, segundo en la clasificación general. En Marianu sufrió mucho, ya que se quedó sin compañeros de equipo enseguida y sufrió caídas.
La gloria se la llevó Deloor, que llegó a Madrid vestido de naranja, el color del jersey de líder. Se apostó por ese uniforme porque era el color del diario Informaciones, el organizador de la carrera. Entrados los años 30, España seguía sin una gran carrera, cuando por ejemplo la Volta a Catalunya ya tenía 24 años de vida, ya que había nacido en 1911. En la redacción de 'Informaciones surgió la propuesta de crear una vuelta similar al Tour, que había sido creado en 1903 por el diario deportivo El Auto-velo, o el Giro italiano, creado en 1909 por La Gazzetta dello Sport. En ambos casos el color del jersey de líder, el amarillo y el rosa, era el de las páginas de los rotativos.
España se inspiraba en las grandes carreras para encontrar su propio camino. Pero a diferencia de franceses e italianos, el diario que lo iba a organizar no era deportivo. Informaciones era un diario generalista fundado en 1922 en Madrid por el veterano periodista aragonés Leopoldo Romero, que perdería su control con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera. Entonces ya era un diario muy vendido en Madrid. Un medio de comunicación que pasaría a ser controlado por el banquero mallorquín Joan March i Ordinas, quien, aprovechando un crédito no devuelto, se quedó el diario y le dio una línea editorial cada vez más conservadora. El creador de la Banca March sería quien ayudaría a financiar el golpe de estado nacional en 1936 y pagaría de su bolsillo el avión que llevó a Franco hasta Marruecos para iniciar el golpe. Pero en los años 20 todavía daba vueltas ideológicas, y perseguía el dinero donde estuviera, lo que le involucró en casos de corrupción, engaños y sobornos.
Con el inicio de la República Informaciones fue inicialmente moderado. Pero rápidamente quedó claro que había decidido derribar a la República y se radicalizó hacia la derecha. De hecho, le dieron la dirección al murciano Juan Pujol, un hombre que admiraba a Hitler. Algunos artículos fueron escritos directamente en las oficinas del gobierno alemán, que invertía mucho dinero en venderse bien en el extranjero. En 1933, Informaciones publicaría un texto firmado por el propio Hitler titulado «Porque soy antisemita». Un diario que empezó a recibir fondos del gobierno alemán a partir de 1934 sería el organizador de la Vuelta.
Era una España en la que se vivía la tensión política. Cuando nace la Vuelta sólo habían pasado dos años de la revuelta y represión en Asturias. Y era muy reciente el recuerdo de la proclamación de la República catalana que había acabado con Companys en prisión en 1934. Organizando la Vuelta, Informaciones tomaba partido, ya que los aficionados del deporte conservadores no veían con buenos ojos pruebas como el Gran Premio República,carrera de un solo día organizada por primera vez en 1932 que salía de Eibar hasta Madrid. Es decir, salía de la primera ciudad en la que se había proclamado la República, financiada por un fabricante de bicicletas de la ciudad vasca. El ciclismo también estaba dividido entre defensores y críticos con la República, y la redacción deInformaciones vio una oportunidad. La idea fue del periodista y exciclista cántabro Clemente López-Dóriga, quien le propuso a Juan Pujol crear la carrera. El director lo vio con buenos ojos y en sus páginas se podía leer en 1935: "Al organizarla, Informaciones iza la bandera de la españolidad y la fraternidad deportiva" o "demostrar civismo, progreso y pacificación a los extranjeros, una tarea de exaltación patriótica de una nacionalidad sedienta de nuevas glorias y reunir a todos los hijos de la Madre España en un vinculo fraternal de entendimiento mutuo en un momento de dolor, abatimiento y confusión unánime para conseguir una formación nacional, para que la atención.
La Vuelta nacía como competición "patriótica" en manos de gente que apoyaría a Franco. Pujol era un periodista murciano hijo de un comerciante catalán que de joven había militado en el anarquismo, que había descubierto en Barcelona cuando estudió derecho. Duró poco. Ya como periodista se fue escorando hacia la derecha, especialmente después de hacer de corresponsal en la Primera Guerra Mundial, cuando tomó parte en favor del bando alemán. Pujol fue en algunas de las batallas más duras, del frente italiano al ruso, y al regresar se dejó seducir por el fascismo que nacía en Italia. Sus artículos ya eran entonces antisemitas. Cuando Pujol fue elegido director deInformaciones, se declaró admirador de Hitler. De hecho, ya militaba en las JONS en 1933, y hacía viajes a Italia para ver cómo triunfaba Mussolini. Era el hombre ideal para ser elegido jefe de propaganda y prensa de los nacionales por la Junta de Defensa de Burgos en 1936, cargo en el que duraría medio año. El resto de la guerra se dedicaría a hacer artículos alabando a Franco, escribiendo cosas como "Nuestra cruzada es la salvación. Pero esta salvación ha llegado tarde para Cataluña. El pueblo catalán, salvo aquellas excepciones que por raras merecen el título de heroicas, ha legado a un extremo de abyección incomparable con nuestra orgullosa dignidad nacional. De Cataluña queremos la tierra; más..."
Durante la Segunda Guerra Mundial también escribiría, siempre a favor de Hitler. E ignorante que en un campo de prisioneros sobrevivía como podía Gustaaf Deloor, capturado por los nazis para defender a Bélgica. Deloor fue enviado al campo Stalag II-B, en Pomerania, donde cientos de belgas murieron maltratados por los alemanes. Deloor tuvo suerte porque un jefe del campo le reconoció, puesto que era un gran aficionado al deporte. Y le envió a trabajar a la cocina, un lugar privilegiado porque se alimentaban mejor. Aquí pasaría casi dos años hasta que los nazis, buscando tener aliados, promocionaron una política favorable al nacionalismo flamenco en Bélgica y permitieron que los prisioneros flamencos volvieran a casa. Deloor, que odiaba a los nazis, acabaría huyendo a Estados Unidos.
Pujol se alejó de los deportes, a diferencia de López-Dòriga. El cántabro era hijo de una estirpe conservadora donde no faltaba el dinero gracias a negocios hechos en Cuba. López-Dóriga fue un buen ciclista de joven. Inicialmente, corría con seudónimo, ya que un hermano suyo había muerto en accidente de bicicleta y los padres no querían oír hablar de aquellos trastos de dos ruedas. Una vez retirado, había ayudado a jóvenes corredores, a los que hacía de mecenas. Así conoció muchas carreras internacionales, lo que le llevó a proponer hacer la Vuelta a Pujol utilizando el contacto del periodista deInformaciones Manuel González Domingo, con quien tenía amistad. Al cántabro la política no le interesaba demasiado. De hecho, se ve que había llegado a ofrecer la idea de la Vuelta a un diario republicano antes de 1935. Como la propuesta fue rechazada, llamó a la puerta deInformaciones. Y así sería elegido director de la prueba. Y dedicaría su vida al ciclismo. Tras la Guerra Civil, colaboró con Informaciones mientras continuaba su trabajo dentro de la Vuelta. A partir del año 1945 la carrera sería organizada por otros diarios, como el Ya, propiedad de la Iglesia. En 1955, la carrera pasaría a ser organizada por el diario El Correo Español/El Pueblo Vasco, gracias a una iniciativa del empresario y ex futbolista Luis Bergareche, que llevaría la última etapa en Bilbao hasta 1978. A partir de 1979, lo organizó una empresa, Unipublic.