Encuentran una nueva especie de titanosaurio por unas obras del AVE

BarcelonaPoco se podía prever en el 2017 que las obras del AVE en Valencia acabarían por toparse con un enorme yacimiento en el municipio de Fuentes, en la provincia de Cuenca, que ha permitido descubrir una nueva especie de titanosaurio, unos dinosaurios herbívoros caracterizados por el cuello larguísimo . Entre los miles de trozos de huesos esparcidos en una pequeña superficie, ya destacó la aparición de una enorme pelvis junto a vértebras y partes de las patas, en un conjunto que ya se intuía que podía formar parte del propio individuo . Efectivamente, después de años de limpieza, clasificación y estudio de las piezas, los paleontólogos han registrado la nueva especie con el nombre de Qunkasaura pintiquiniestra, y apuntan que los restos pertenecen a un titanosaurio que pacía por Europa hace más de 72 millones de años, hacia el final del Cretáceo Superior.

El ejemplar hacía de largo unos 20 metros y pesaba 15 toneladas y es excepcional porque, a diferencia de la mayoría de descubrimientos paleontológicos, conserva piezas articuladas (pelvis y parte de la extremidad) y no son piezas diminutas e inconexas. Además, el hallazgo es una pieza más del complejo rompecabezas de la evolución, ya que permite conocer mejor cómo era la Tierra 10 millones de años antes (poco tiempo en términos geológicos) del gran cataclismo que llevó a la desaparición de los dinosaurios , explica en el ARA el profesor de la UNED y director del grupo de estudio, Francisco Ortega. El experto apunta que pese a ser tamaños imponentes, las de los titanosaurios peninsulares se quedan cortas en comparación con sus "primos americanos" contemporáneos, que son los animales más grandes que nunca han pisado la Tierra. "Europa era en ese momento un área medio aislada por grandes superficies de agua que dificultaron que hubiera animales grandes", señala el experto.

La descripción de la nueva especie se ha publicado este miércoles en la revista Communications Biology en un artículo que detalla de dónde ha salido el nombre de difícil pronunciación, y por el que el propio Ortega se disculpa riendo: se ha querido hacer una referencia al topónimo de Cuenca, y recordar al pintor local Antoni Saura, que a menudo se refería a la etimología de su apellido con los sauris, ya la reina Pintiquiniestra, un personaje citado en el libro deDon Quijote. Más allá de nombres, la importancia de la especie es que aporta una pieza más para completar el puzle de cómo era la Tierra cuando la habitaban los dinosaurios.

Según explica Ortega, cuando el titanosaurio hallado en el yacimiento de El Hueco estaba vivo, la zona de Cuenca era un área llana próxima a la costa, en un paisaje que se podía comparar con el selvático de la Amazonia, con manadas de dinosaurios, tortugas y cocodrilos, y con vegetación exuberante propia de un clima subtropical. Los investigadores apuntan que estos ejemplares llegaron desde la antigua masa de tierra que daría lugar a Asia y se esparcieron hasta llegar al Pirineo catalán.

Hasta hace poco, todo el relato de la paleontología lo hacían desde América o Asia, pero con hallazgos como éste, o los del Pallars y la Ribagorça, se está consiguiendo un "libro de instrucciones" también para Europa, y se confirma que en la actual península Ibérica había "gran diversidad" de dinosaurios.