Adiós a un puente entre el pensamiento y la cocina

Paco Solé Parellada era una figura querida e imprescindible de la gastronomía y la cultura catalanas. Propietario del restaurante 7 Portes, ingeniero, economista, catedrático y alma curiosa, fue mucho más que un restaurador.Fue un hombre del Renacimiento. Con una curiosidad infinita, un corazón generoso y una inteligencia fulgurante, supo conectar mundos aparentemente alejados –la cocina y academia, la historia y la empresa, la cultura popular y la gastronomía– con una mirada abierta, rigurosa y profundamente humanista.

Nacido en 1943, Paco fue un hombre realmente extraordinario. Uno fondista comprometido de corazón, de cabeza y de acción con la cocina catalana, su patrimonio y su historia. Fue desde el 7 Portes –referente vivo de la cocina catalana desde 1836– que construyó un proyecto mucho más ambicioso: hacer del restaurante un espacio de encuentro y de memoria compartida que se ha convertido en un equipamiento cultural de la ciudad, Fidel a la cocina.

impulsó la Colección 7 Puertas, una joya editorial que recupera recetarios antiguos de la cocina catalana con espíritu divulgativo y científico. Aún recuerdo cómo le brillaban los ojos cuando comentaba su último descubrimiento publicado en el volumen 10 del recetario: "¡Es la confirmación definitiva de que la mahonesa es una salsa nuestra!" Desde la Academia Catalana de Gastronomía, promovió valores como la sostenibilidad, la investigación y la transmisión del conocimiento. En 2024 fue reconocido con el Premio Nacional de Gastronomía de Cocina Tradicional.

Pero más allá de su obra, todo el que le conoció guarda un recuerdo intelectualmente íntimo y cariñoso. Tocaba el piano y era un conversador incansable, un lector apasionado, un dibujante ingenioso y un hombre con un sentido del humor fino y cálido, capaz de hacer reír y pensar a la vez. Tenía el don poco común de escuchar de verdad.

Con su muerte, perdemos un puente entre el pensamiento y la cocina, entre la cultura y la vida cotidiana. Pero su legado –en los fogones, en los libros, en las aulas y en tantos corazones– perdura. Descansa en paz, Paco. Tu recuerdo nos acompañará siempre.