Andorra juega la carta de la gastronomía para no depender tanto de la nieve

Escaldes-Engordany (Andorra)"Andorra es un país que utiliza mucho la palabra diversificar porque antes teníamos una fórmula mágica, y se ha desmontado. El sector comercial es robusto pero la gente te dice que los precios ya no son lo que eran. La nieve es un atractivo fortísimo, pero cada vez hay menos y las estaciones trabajan para estar abiertas en verano", me explica el periodista gastronómico Josep Lluís Trabal. Esta es la explicación por la que hace ya cuatro años que el gobierno andorrano ha hecho de la gastronomía un eje fundamental para darles mucho esfuerzo.

Para Trabal, este salto se ha producido en dos fases. En un primer momento, comienzan a llegar cocineros formados. Y después ha habido el segundo salto, que es cuando desde las instituciones se realiza una propuesta estratégica para atraer turismo. Se organiza el congreso Andorra Taste, donde los cocineros realizan formaciones, se les implica, se hace una red entre ellos. Ahora mismo tenemos una mezcla entre cocineros de aquí y cocineros de fuera, que, aunque no están siempre, llevan su nivel de exigencia. Como son Nandu Jubany, Josep Maria Kao o Francis Paniego".

Uno de los artífices del diseño del plan estratégico y de la organización del congreso Andorra Taste es Benjamín Lana. "Cuando vinimos hace cinco años, la hostelería en Andorra estaba enfocada a la facturación; a ganarse la vida. Sin dejar de mirar a la caja, ha asumido un compromiso colectivo con la cultura y el país. Esto redundará a su favor y de los vecinos. «Esto abajo no lo tenemos», me dijo el otro día un cocinero catalán importante", explica Lana.

En Andorra hay 495 restaurantes y para entender sus particularidades Betim Budzaku, gerente de Andorra Turisme, pone contexto: "Todo lo que hacemos está enfocado al turismo porque tenemos 85. el año. "Después del Vaticano, somos el país que más turismo recibe per cápita en el mundo", explica Budzaku. Llevamos el Cirque du Soleil, realizamos pruebas ciclistas... todo enfocado a la experiencia turística. Pero esta apuesta por la gastronomía local el día de mañana puede ser diferenciadora en el plano internacional", dice el gerente de Andorra Turisme.

Pero hay un objetivo que va más allá de la gastronomía, y es tener lleno los 12 meses del año. Para Budzaku pasa por "crear experiencias fuera de la temporada clásica se están adaptando al cambio climático. Antes la gente esquiaba de las diez hasta las cinco, y ahora existe una oferta gastronómica impresionante en pistas. Hay más fiesta. Es como ir a Port Aventura, que puedes hacer varias cosas".

A la pregunta del tope del turismo, dice que si hablamos de turismo "el límite está enfocado en meses en concreto". "En mayo se puede crecer. En agosto no. Andorra es un país de equilibrios", dice Budzaku. Ahora bien, si hablamos de residentes, de momento no tienen la cifra de cuánta gente cabe en un país con una extensión de 468 km, de los cuales un 92% es bosque.