Artur Busquets: "Quien ponga hielo en el vino es un morcilla"

¿Qué relación tiene con el vino una persona que ha realizado un anuncio de cerveza?

— A mí me gusta mucho beber, pero comiendo, que no se me malinterprete. La gastronomía y los sabores, me apasionan. ¡Soy un sibarita de los sabores! Ahora bien, nunca bebo en casa solo. Como mucho podría tomarme una copa de vino mientras cocino, que me flipa. El vino tiene esta cosa más selecta, que hace que te la tengas que tomar en una ocasión especial. Uno de los momentos que puedo tomar una copa es cuando con mis compañeras de piso, que son como mis hermanas, preparamos una cena especial.

Aparte de que debe ser una ocasión selecta, ¿tiene algún requisito indispensable a la hora de servir el vino?

— Hombre, el vino blanco siempre frío. Quien le ponga hielo es un morcilla, y poco más. Incluso el vino tinto también me gusta frío, aunque sé que se puede tomar de las dos formas, a mí me gusta frío y no entiendo por qué la gente no es tan exigente con la temperatura del tinto.

¿Sea la época del año que sea siempre toma las bebidas frías?

— Sí, yo el agua me la pico fría todo el año, aunque sea invierno. Yo puedo pedirme una sopa caliente, una escudilla, y el agua debe ser fría.

Cuando tiene una carta de vino entre las manos, ¿qué mira antes: el nombre del vino, la denominación de origen, la variedad o el precio?

— Siempre miro primero las denominaciones de origen. También conozco alguna uva, pero soy mucho paquete. De la denominación de origen, casi siempre miro que sea catalán. Yo soy un traidor porque soy del Maresme y debería mirar los vinos de Alella, pero en muy pocos sitios tienen vino de la zona. Entonces acabo mirando sobre todo vinos del Penedès, Terra Alta, o Montsant. Además de traidor también soy un morcilla, porque me gusta mucho el Ribera del Duero, porque tengo una cierta conexión por unos colegas.

¿Qué relación ha tenido con el vino históricamente?

— Hace muchos años que tengo un colega de Alella, que es mi mejor amigo del instituto, cuya familia es de Valdearcos de la Vega. Desde que tenía 14 años que vamos a su pueblo y de mayores fuimos a diferentes bodegas a hacer catas, por eso de algún modo también tengo un aprecio en ese territorio. Aunque intento echarme a casa, los Ribera del Duero también están muy bien.

¿Y en casa?

— Mi madre es una jefa, lo sabe todo. Yo soy una deshonra para mi madre en el mundo de los vinos. Bien, siempre puedo defenderme diciendo que mi padre no bebe, pero está claro que de mi madre he podido aprender mucho porque cocina muy bien. Desde siempre recuerdo mucho a mi madre hablar de vinos, de llevarnos a bodegas... también porque compañeros de Alella trabajan en el mundo de la viticultura. Pero cuando íbamos a hacer vinos, lo que más me interesaban son las patatas y los berberechos.

¿Recuerda el nombre de algún vino que sepa que nunca falla?

— Sí, el Gotim Moreno de Costers del Segre, me flipa. De blanco también el Perro Verde, es muy típico, pero me funciona. También el Enxaneta, del Penedès.

Como actor de teatro, me imagino que se ha movido bastante por el territorio, ¿recuerda alguna comida inolvidable donde el vino tuviera un papel relevante?

— La verdad es que muchas veces después de las funciones, como la de Jauría, salimos a cenar fuera y nos pedimos algún vino. Por ejemplo, el otro día fuimos al Kursaal, en Manresa, que está muy bien. Allí Carlos Cuevas eligió un vino que era buenísimo; a pesar de beber menos que yo, sabe más. ¡Él sí que es un sibarita!

¿Tienen dinámicas diferentes con el grupo de teatro y su grupo de música, Los Brega?

— Pues sin quererlo es diferente, porque los ensayos los hacemos con cervezas ypa siempre. También ratafía, pero para los ensayos no, esto lo llevamos a los bolos preparado para después de la actuación.

¿Con quién le gustaría ir a tomar una copa?

— Hombre, con Lemmy Killmister, de Motorhead. Es Dios nuestro señor. Porque he pasado un montón de horas escuchándole y es una de las grandes influencias de nuestro grupo, Els Brega. Pero éste no sé si se pediría un vino, a lo sumo, tomaría una ratafía.