El radar suculento

Auco: los macarrones de infancia que te harán feliz

Una casa de comidas en la plaza del Camp que apuesta por el chup-chup y la cocina confortable

BarcelonaEl Aüc Bar se encuentra en una plaza tranquila de Barcelona, ​​la plaza del Camp. En un lado de la plaza hay una asa de toda la vida, en el otro un bar y un lugar de reparación de calzado. Se respira vida de barrio. Cuando entras ya ves que debe ser bastante nuevo, abrieron el día de Sant Jordi. Y desde entonces, sin hacer ruido, Aüc fue mudando de piel y transformando el bar que en un primer momento habían concebido, en una casa de comidas. No es de extrañar la capacidad de adaptación, ya que a la cabeza tenemos a Joan Martínez, un hombre que ha tenido dificultades, pero que gracias a su manera de hacer no le han faltado socios para emprender esta nueva aventura.

Veo que la carta es corta, pero sin embargo tengo problemas para elegir: me gusta todo. Tienen una primera página para quien quiera picar cuatro cosas y hacer una cerveza: anchoas (poca broma con sus anchoas), patatas fritas caseras, mortadela con crema de pistachos... Pero la artillería fuerte viene a la página siguiente . Llama la atención el apartado "macarrónico", ya que hay tres opciones de macarrones para elegir. Un hecho inaudito. Los macarrones de la tía (con carne picada y especias), los macarrones de la exsuegra (con salchicha y costilla) y los macarrones de la prima (a la carbonara). "La primera idea del proyecto era hacer macarrones. Son económicos, por eso se necesitan muchos clientes y estar en un sitio con mucha visibilidad. Entonces necesitas estar en un lugar premium, y ahora mismo en Barcelona esto es impagable", explica Martínez, que añade que fueron subiendo Eixample arriba hasta encontrar este local de Sant Gervasi que les gustaba porque tenía mucha luz. "He trabajado en restaurantes donde estaba como estar dentro de un vagón de tren". Explica que la afición de los macarrones les remite a la infancia: "Buscábamos hacer algo familiar, los macarrones nos recordaban a cuando nos reuníamos con los primos y la tía o la madre decía «¿Cuántos somos?» Y hacía macarrones con lo que había en la nevera".

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Aparte de los macarrones, la carta ha ido virando hacia la cocina de chup-chup. Tenían cuatro bocadillos y se quedaron los dos con más éxito, el de calamares y el de pollo japonés. El resto: fricandó, merluza con salsa verde, albóndigas con sepia, callos con capipota... La cuchara va ganando terreno porque la clientela se lo pide y porque Eloy Bayarri cocina como los ángeles. O, como describe Joan Martínez, "como una abuela". Bayarri viene del Coure y también ha trabajado en el restaurante familiar en Viladrau, en Can Berri. Junto a él está Santhosh Kumar, que viene del Dos Palillos. Y en la sala, Monica Gilede, una persona con mucho oficio que ya acompañó a Joan Martínez en su proyecto anterior de Lolita Tapería y que no ha dudado en volver a trabajar con Martínez.

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Hace un montón de años Joan Martínez se asoció con Albert Adrià y abrieron el restaurante Inòpia. Luego él se quedó el local y le puso Lolita Tapería. Después de años de mucho éxito, no sobrevivió a la pandemia. Así que Martínez traspasó el local y fue a trabajar a la Bodega Amposta, a la Osmosis y, finalmente, a la Cueva Santa de Ibiza. Al volver de la Pitiusa ya le esperaban para que liderara el proyecto de Aüc, donde en la carta siempre hay un plato del día fiel al producto de temporada. Setas en escabeche, que –este año sí– debe ser un buen año, o ensalada de tomates. "Como el tomate se ha prostituido tanto, encontrar uno bueno es como que te toque la lotería. Cuando encontramos realmente buenos, ese día hacemos ensalada de tomate", dice Martínez. De los entrantes, los calamares (qué tan sencillo y bueno) y la berenjena asada con menta son una delicia. De postre, un flan de chocolate que recuerda a una versión casera de la copa Dalky. O bien un postre de fruta. Ahora toca un plato de higos cuello de dama, yogur griego con miel y ralladura de naranja y canela. Les ha sorprendido la cantidad de gente que opta por la fruta. "Me siento muy orgulloso de eso, somos productores de fruta en ese país". Y entonces habla de una receta que han tenido de cerezas con perfume de anís. Definitivamente tendré que volver.