Un restaurante con alma japonesa y espíritu mediterráneo
Una propuesta gastronómica muy variada y muy bien ejecutada, pero sin perder la esencia de la cocina nipona
Arko
- Dirección: C/ Enric Granados, 63, Barcelona
- Carta: Cocina japonesa abierta en el Mediterráneo
- Obligado: Ventresca de atún con mayonesa de yuzu y cumquats
- Vino: Carta amplia con gran representación de vinos del país
- Servicio: Profesional
- Local: Moderno y bien decorado
- Precio pagado por persona: 95 € (menú Full Experience)
Joaquín Sánchez (Montevideo, Uruguay) y Ferran Aragón (Nou Barris, Barcelona) se conocieron por una necesidad profesional durante la pandemia. Esta necesidad se convirtió en amistad y sintonía profesional, y de ahí nació el primer proyecto compartido: El Carnal, un steak house éxito convertido en referente de la carne de calidad en Barcelona. Pero de esto ya hablaremos otro día, hoy nos centraremos en Arko.
Joaquin y Ferran identificaron que había un vacío para la creación de un nuevo restaurante japonés en Barcelona. Sin embargo, el reto de llenar un local con capacidad para ciento cincuenta personas no parecía fácil. Nos encontramos frente a un restaurante donde se respira un ambiente mediterráneo, más festivo, pero con guiños en Japón y en otras partes del mundo. Es un restaurante japonés con diferentes influencias culturales que evita quedar encorsetado dentro de los parámetros clásicos de la cocina nipona. Un japonés ecléctico.
Este eclecticismo se refleja en la carta, donde, además de los platos más clásicos, también puedes encontrar pescado a la brasa, wagyu australiano, bacalao en tempura... Pero vosotros ya nos conoce y sabe que lo queremos probar todo. Por eso hemos pedido el menú Full Experience(95 euros bien pagados), aunque también puede comer o cenar por la mitad de precio.
El menú se inicia con un carpaccio de ventresca Bluefin trufado, con kizami wassabi y crema de aguacate, y una ostra con salsa ponzude fruta de la pasión. Continuamos con anguila kabayaki y flor de ajo; ventresca de salmón soasada con miso negro y ajo; niguiri nikkei de pescado mantequilla con mayonesa cítrica y pachikay; wagyu con crema de Grana Padano y trufa; ventresca de atún con mayonesa de yuzu y cumquats; y foie con mermelada de pimiento y kizami. Como puede ver, hay una mezcla de sabores muy bien encontrados que hacen los platos aún más sabrosos.
El menú finaliza con el uramaki de anguila, foie y manzana verde; la picaña de wagyu a la brasa con yuca frita y salsa teriyaki; y un maravilloso helado de lúcuma con sablé, nueces pacanas y caramelo salado. Probablemente, muchos de estos ingredientes le parecen exóticos y desconocidos, pero para nosotros también lo son y nos ha encantado descubrirlos. Por ejemplo, la lúcuma es una fruta peruana que se utiliza sobre todo para hacer postres, raramente se come fresca, pero es ideal para helados.
"Un local diferente en el que cada detalle es importante"
El vino con el que disfrutamos este menú es La Finca La Garriga de Perelada (DO Empordà), un cien por cien samsó, muy fresco en boca y que combina perfectamente con los contrastes de sabores de este menú largo y sorprendente.
Charlamos con Joaquin, chef ejecutivo y sumiller, y con Ferran, director. "Abrimos en septiembre del año pasado. La gente nos ha ido conociendo poco a poco, pero ahora trabajamos mucho todos los días y nos estamos convirtiendo en un referente en Barcelona", comenta Ferran. "Los cuatro pilares que nos identifican son la localización, el producto de primera calidad, un buen servicio y la puesta en escena, con un local diferente en el que cada detalle es importante", remarca Joaquin.
Estamos frente a una propuesta gastronómica muy variada y muy bien ejecutada, pero sin perder la esencia de la cocina japonesa. ¡Ah!, y no sufráis, en las mesas hay tenedores para aquellos que no somos suficientemente hábiles con los palillos. La comida es excelente y la puesta en escena también. Los detalles cuentan y en Arko son muy importantes.