Tres restaurantes mexicanos que nunca fallan y uno nuevo a tener en cuenta

Si la comida mexicana le gusta, en Barcelona hay un montón de lugares donde puede probar suerte. Digo probar suerte porque hay cualidades muy dispares. Incluso en cuanto a algunos que tienen mucha renombre, después el resultado es menos satisfactorio que el esperado. Para no errar el disparo, les hago cuatro propuestas. La primera es una novedad que me ha hecho el peso, y las otras tres son los sitios que nunca me han fallado. Vamos.

Por descubrir. Acaba de abrir y se llama Jaiba MX. Se encuentra en la Diagonal, a la altura de la Isla, y ocupa el espacio donde antes había el restaurante GoXO de Dabiz Muñoz que cerró hace unos meses. La sala es ahora más acogedora y tiene otro talante. Quien se le ha quedado es Roberto Ruiz, el cocinero mexicano que ha conseguido reconocimientos lejos de su país natal, como la primera estrella Michelin de un mexicano en Europa. Pero este sitio no tiene nada que ver con las estrellas. Es un restaurante donde hacen cocina del pacífico mexicano con guiño a los productos catalanes, como los tacos de costilla de Girona. Hay mucho producto del mar y una gran diversidad de picantes, que según el chef "son siempre una opción, nunca una imposición". La lubina (para dos personas) con dos tipos de chile es extraordinaria. También la combinación de tacos y médula hecha a la brasa. Si me permiten un consejo, a la hora de elegir bebida, no se pierda la Paloma (tequila blanco, licor Humo, agave y pomelo). El Humo es un licor que ha creado el propio Ruiz y es una reducción de jalapeño ahumado. Una auténtica delicia. Aunque se encuentra dentro del hotel NH Collection Constanza, el restaurante tiene entrada propia desde la calle. Abre todos los días, tanto para comer como para cenar.

Lo mejor de los mejores. Para mí es el restaurante mejicano indiscutible. Lo encontrará en el Born y se llama Tlaxcal. El nombre viene de la lengua náhuatl y hace referencia a la clásica tortita de maíz típica de la gastronomía mexicana. Sus margaritas, que sirven fresquísimas, son el mayor peligro que se puede encontrar en este lugar. Ensalada de nopales, enchiladas, chilaquiles, alambres, flautas y todos los tacos clásicos. Recomiendo con vehemencia a los de lengua. Abren cada día, tanto almuerzo como cena. Los fines de semana la cocina nunca se detiene.

Casero y sencillo. Si queremos sentirnos como en el comedor de casa de alguien, este lugar está en Gràcia y se llama ¿Sabes algo. Es un restaurante auténtico, con cero pretensiones y económico. También suele ser un restaurante más tranquilo que otros. La clientela está conformada por muchos asiduos. El servicio es muy cordial, rápido y eficaz. Uno de esos lugares para visitar a menudo, que gustan a todo el mundo y que nunca decepcionan. De todos los recomendados en este artículo, me parece también el más apto para ir con los niños. Además, disponen de un agradable patio interior. Abren cada día para cenar menos el domingo.

Menos con más. La Taquería ya abrió poniéndose un nombre que no engañaba a nadie. El primero de todos estuvo muy cerca de la Sagrada Família, en el pasaje de la Font. Pintado de colores llamativos, hulas floreados, banderolas de papel de seda, servían tacos a una velocidad de vértigo. Era uno de esos locales que no tenía nada, pero lo tenía todo. La cosa, claro, no tardó en tener éxito. Ahora tienen cinco locales y es uno de los lugares en los que siempre encontrarás lo que buscas. Abren cada día y la cocina nunca para. Eso sí, en este restaurante (y en todos los demás de los que os he hablado) más vale que vaya con reserva, no sea que tenga antojo de tacos y se sienta que no sois los únicos. ¡Órale!