Dé una oportunidad a las bebidas a granel. Hay bodegas donde puede comprar vino, vermut o cerveza llevando vosotros la botella y reutilizándola una y otra vez.
Una tumba de una mujer, Rafael Casanova y una casa y un huerto: el Penedès en la copa
Casa Ravella Tinto Selección
- Variedad: Cariqueña y garnacha tinta.
- Productor: Casa Ravella.
- DO Penedès.
- Añada: 2018.
- Para tomar solo leyendo El teniente del cuartel Lenin , de Aurèlia Quinto Aznar, escuchando Sweet Virginia , de los Rolling Stones.
Yendo por la carretera del Ordal a Vilafranca hay una recta muy larga. Allí está la finca Casa Ravella, que, dicen, había sido un marquesado. La propiedad, inmensa, está ahora medio partida por la N-350. En un lado hay viñedos y en el otro un pequeño barrio: lo que era un hostal (y donde hoy vive el encargado), casas de trabajadores, un aserradero... Todo fue incautado, durante la guerra, por la CNT , y los propietarios, ahora, todavía conservan su documento. Durante la guerra –y no niego que esta parte de la historia me resulta fascinante, y no pararía de leer papeles y más papeles llenos de historias– fueron incautadas y colectivizadas.
En Casa Ravella se ha hecho vino desde muy antiguo. Los primeros vestigios tal vez sean del 1500. En la casa hay, y siempre impresiona ver algo así, una sepultura del año 1100. Descansa –digámoslo así– una mujer o una chica o una niña (o quién sabe si llegó a ser las tres cosas) que se llamaba Montserrat Ravella. Y este apellido Ravella o Rabell, escrito con diferentes ortografías (culpamos a los escribientes), tiene un significado preciso. Revela, rebelde. "Más que vieja", "más que viejo". Es una partícula que utilizamos –cada vez menos– para (re)marcar la intensidad (decimos que tú eres rebonica porque vas repentinada). Y el vino de hoy, el Finca Ravella 2016, diremos que tiene una intensidad remarcable.
Lo hacen Maria de Camps y Gonzalo Trías de Bes. Ella –no puedo estarlo– es familia del héroe nacional catalán al que todo el mundo cambia el apellido sin querer: Rafael Casanova. Su abuelo, durante la posguerra, ofreció casa y huerto (que importante, el huerto) a una serie de familias que venían de la sierra de Gredos, para volver a sacar adelante la finca. Hoy, en estas casas, viven sus nietos, que ya son más del Penedès que los viñedos. Maria se hizo cargo de las tierras en el año 97, y Gonzalo se sumó. La familia podría decirse que son una pirámide invertida. Ha ido menguando y esperamos que las hijas de la pareja, un día (no debemos darles prisa) decidan continuar. Siempre han hecho vino para vender (para hacer vino base para el cava) y un día decidieron hacerlo propio. Y he aquí que tenemos en la copa mazuela y garnacha. Más mazuela que garnacha. Y eso sólo nos puede decir: “Hele a casa”. Ahora en el vino todo el mundo busca menos graduación alcohólica, menos madera. Si ustedes son de éstos, no lo duden. Puede recordarles un priorato como aquellos a los que estamos acostumbrados, pero les llevará a las hierbas del Ordal. Yo encuentro curry, en este vino, y encuentro curry por una locura personal: porque a estas flores amarillas que hay por allí, y que le llaman siemprevivas, noto olor a curry.
Me lo tomaría con un arroz de montaña, con un buen queso, con carne. Se acaba a los cinco minutos, todo el mundo quiere más. Le dieron una medalla de oro en el 2017 en la Feria del Vino de Bruselas. Y yo diría, lectores, que el 2018 es aún mejor. A veces utilizamos la palabra fácil de forma peyorativa. "Una mujer fácil", nos decían antes a algunas. Para mí la palabra fácil es el gran elogio. Qué fácil que eres. Qué fácil que se bebe. Tienen en la copa un vino fácil, que un día será rebelde y ahora ya es guapo.
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