El último descubrimiento: un auténtico chino (y económico) para comer fideos hechos a mano

Hace unos días una persona me dijo: "A mí la comida china no me gusta". Cada uno tiene sus gustos, sólo faltaría, pero le pregunté sus motivos. La respuesta me pareció cargada de prejuicios y, sobre todo, de desconocimiento. No puedes amar lo que no conoces, claro. De entrada, hablar de “gastronomía china” ya es ponerse en un buen jardín. En un país tan grande, allí tienden a dividir la gastronomía por provincias, regiones e incluso algunos platos estrella identificados con poblaciones. Gastronomías chinas hay muchas, vamos. Y cuanto más catas, más increíble te parece.

Como no todo el mundo puede ir a China, ya hace tiempo que busco restaurantes chinos auténticos. Por auténticos quiero decir que no están adaptados a nuestro paladar, sino al suyo. Comida china real. Es fácil detectarlos. ¿Sabéis cómo? Lo habéis adivinado, están llenos de chinos comiendo. Recientemente he encontrado uno que cumple los requisitos y que creo que vale la pena compartir: Yipin Lanzhou Noodles (también lo verá escrito como Yipin Ramen). Se encuentra en la calle Calàbria 110, en el Eixample de Barcelona. Entre Gran Via y Diputació.

Hace un año y medio que ha abierto y levantan la persiana todos los días, comida y cena, menos los martes. Lo visito un día entre semana a la hora de comer y no se cabe. A partir de cierta hora, empieza a haber personas haciendo cola en la calle. Principalmente gente joven de origen chino. No hay que esperar mucho porque aquí muchos comensales comen bastante veloz, aunque en el restaurante no te manejan con ninguna prisa. "Al principio venían sólo chinos, pero ahora habéis empezado a venir la gente de aquí", me cuenta su propietaria. Se llama Xiaomei Gao, pero cuando se presenta a un occidental el nombre que ha elegido por sí misma es Sonia Gao. El significado del nombre chino es "una pequeña flor de invierno”, dice.

Brochetas y cuencos que echan humo

Hay dos especialidades en este restaurante. Por un lado, las brochetas a la brasa, que hacen al momento. De cordero, de ternera, de tendón de cordero o de ternera, riñones de cordero, aletas de pollo, tofu de pescado, de tocino de cerdo o corazón de pollo. La otra especialidad son los fideos de Lanzhou. Y aquí nos detendremos un momento.

La Xiaomei Gao no es de Gansu, la región donde se encuentra Lanzhou y de donde son típicos estos fideos con ternera. Ella es de Pekín. El motivo por el que les cocina es porque le encantan. "Es cierto que son típicos de Gansu, pero ahora se puede comer en toda China porque nos gustan mucho", explica. Por este motivo, ella ha abierto un restaurante especializado en estos fideos. La pasta está hecha a mano. Y se nota muchísimo, tanto en su gusto como en su textura. También a la hora de realizar la digestión. Llevan ternera, rábano, cilantro, cebolla china y, si lo desea, huevo duro. El caldo sabe a ternera y especias. Sobre todo las especias, que importa de allí, son las que dan carácter a este plato de fideos. No es picante, pero tampoco puedes decir que no lo sea en absoluto. Es una sensación especial en la boca que una vez has oído, echas de menos. No tiene el impacto de la pimienta de Sichuan (si la ha probado sabe de qué hablo) pero se acerca de manera sutil. Un caldo delicioso y muy pertinente ahora que el calor nos deja en paz.

En la carta hay otros platos interesantes, como la ensalada de tofu seco, por ejemplo, que en mi mesa gustó mucho. Hay para elegir y remover. Sin embargo, no es una carta infinita. Se pide a través del QR que hay en la mesa, como se hace en China. No tiene ninguna dificultad. Se escanea con el móvil y se elige lo que se quiere. Se pueden añadir peticiones si es necesario, como por ejemplo que la comida no pique. Y se confirma el pedido. Entonces se lo servirán diligentemente. Luego se paga en la barra. Es un restaurante muy económico, así que es apto para todos los bolsillos. También para la gente de hambre generosa.

Si ha estado en China y añora la comida, visite este sitio. Si nunca ha estado allí y tiene curiosidad, también.