Los niños en la parte central y las niñas en los márgenes: así afecta al género en el juego en los patios

BanyolesRecientemente se publicaron los primeros resultados de un estudio realizado por las arquitectas polacas Ewelina Jaskulska y Honorata Grzesikowska, y hoy, que venimos de unos días de reivindicación femenina, encontramos más que adecuado hablar de este tema. Se trata de una investigación sobre la movilidad espacial, la planificación de género y la democratización del deporte #womeninsport.

¿Cómo se realizó el estudio?

Se realizaron observaciones durante un año en los patios de dos escuelas catalanas de primaria, haciendo un seguimiento de los caminos de todos los niños durante las horas de descanso. El estudio subraya disparidades sustanciales en la relación con el espacio de niños basados ​​en el diseño físico del espacio.

¿Por qué patios escolares?

En palabras de Honorata, el patio de la escuela es mucho más que un patio, desempeña un papel fundamental a la hora de configurar las percepciones de los niños sobre sí mismos y sus posiciones dentro del tejido social más amplio. Los patios de los centros escolares sirven como principal espacio público al aire libre, son un espacio “sin reglas”, en el que navegan de forma autónoma por las jerarquías sociales.

¿Qué indican los resultados?

Extrajeron conclusiones notables. Los niños físicamente activos y fuertes ocupan la parte central de los patios de la escuela, dejando espacio para las trayectorias de los niños “involuntariamente” menos activos en las periferias y que se hace aún más evidente en los espacios exteriores con diseños centrados en el fútbol.

¿Por qué es relevante este estudio?

El resultado no es sorprendente, es ampliamente conocido que las pistas en las escuelas están ocupadas por niños que juegan deportes con balones, ha sido así durante varias generaciones. La aportación de este estudio es que recopila evidencia de forma activa y demuestra cómo el diseño de los espacios influye significativamente en la trayectoria de vida. ¿Cómo se configura el cerebro y el carácter de una persona que sólo puede ocupar espacios periféricos a la hora del recreo de toda su infancia? Podríamos decir que crecen asumiendo que esta configuración y ocupación de espacios es "la correcta, es la que se merecen" porque es la que aprueban los adultos a cargo, y por eso, durante la adolescencia en los institutos los espacios tienen el mismo diseño .

Conclusión

Desconocemos el motivo real, pero más allá de la evidente responsabilidad del departamento y de los arquitectos, a los adultos nos cuesta cambiar cosas que son claramente perjudiciales para los niños y decidimos o no hacer caso o justificarlo, en este caso, diciendo que es cómo se ha hecho toda la vida.

¿Qué nos paraliza?, ¿por qué permitimos que un alto porcentaje de niños queden relegados?, ¿tan difícil es redistribuir los espacios de forma más equitativa?, ya podemos ir hablando de igualdad y de empoderamiento, nada no cambiará si consentimos que nuestras hijas y otros niños a los que no les gustan los deportes con pelota, sólo ocupen espacios periféricos.