Familia

"Es como si pusiera en duda mi capacidad para hacer de abuela"

Si las diferencias con los suegros generan un fuerte malestar es importante no dejarlo pasar y que la pareja valore qué límites quiere poner

Mamá, la niña y la abuela
02/07/2025
5 min

BarcelonaEl nacimiento del primer hijo de Carla (45) y Jordi (44) supuso una tensión importante en la relación entre la pareja y la madre de él: "Sobre todo durante el posparto su falta de empatía y su afán de protagonismo era increíble. No entendía esa lucha de poder absurda, y la sentía como una falta de respeto." Ahora que Martí tiene ya 9 años y ha dejado de ser el único limpio, la situación se ha suavizado, aunque todavía se mantienen algunos conflictos. Al principio la suegra no respetaba ninguna de las normas que eran importantes para los padres de Martí: "Sabía que no queríamos que tomara azúcar y con 4 meses ya le daba croissante, se saltaba las pautas de sueño, si le decíamos que acababa de dormirse no paraba hasta que el niño abría los ojos…" ¡Era un desafío!

Si los valores de los suegros no coinciden con los nuestros, es imprescindible que haya mucha comunicación con quien se ocupa de las cosas de los nietos, que aún ahora suele ser la abuela. protagonismo excesivo y siempre dicen la suya, corresponde a los hijos ponerles límites: "Pueden darles las gracias por compartir su opinión y recordarles que ellos decidirán cómo será la crianza de sus hijos, que les dejen hacer a su manera, porque ellos ya decidieron en su momento cómo harían de madre y padre", propone la psicóloga.

Cuando hay desacuerdos

Carla siempre se ha sentido acompañada, ha contado con el apoyo de Jordi e incluso de los hermanos de ellos, que consideraban que su madre debería cambiar su comportamiento. Las desavenencias con la familia política pueden suponer un riesgo para la pareja, sobre todo si ambos miembros no van a la par ni se apoyan mutuamente. Cuando uno de los miembros de la pareja percibe que hay cosas de la familia política que no le gustan, lo ideal es que tenga espacios y la confianza necesaria para poder hablar de ello sin enfadarse. "No siempre es fácil, a veces tenemos una sensibilidad como hijos que no tenemos como jóvenes o yernos, y aceptamos determinadas cosas porque las hemos visto toda la vida y hemos encontrado estrategias para esquivarlo", dice Elena Gómez Enguix, psicóloga y terapeuta de pareja y familiar en el Centre Balmes de Barcelona. Es posible que las relaciones vengan de familias de origen con funcionamientos diferentes, y puede que estas diferencias se sorprendan o desconciertan a la otra persona.

Aún así, si el hijo o hija tiene una posición más indulgente y quita hierro a los desacuerdos con los padres, es posible que no quiera posicionarse ni con unos ni con otros, pero seguramente esto acabará siendo fuente de reproches y resentimiento a la pareja. "Se van generando diferencias. Por eso es importante que la pareja se escuche y hable, y así evitar que se convierta en un problema", recomienda la psicóloga.

La diversidad enriquece

"Cuando conocí a la familia de mi marido, Xavi (42), me sorprendieron muchísimo. Él no encaja nada con el resto, que son bastante pijos y de derechas…", explica Marta (39). Sus hijos ya tienen 9, 7 y 6 años, pero cuando eran muy pequeños la madre de Xavi siempre tenía algo que decir y al inicio del posparto se presentaba a diario en casa de ellos. Comenta que, por suerte, a medida que han nacido más limpios ha ido diversificando su diverso.

¿Cómo explicar a los hijos que los abuelos tienen principios y normas distintas de las que hay en casa? Ante la diferencia de criterio, existen posibles estrategias a la hora de comunicarlas, desde una más evitativa, cuando se convierten en un tema tabú, incómodo y no se habla de ello, hasta una más agresiva, diciéndoles abiertamente y sin filtros lo que pensamos de los abuelos y sus principios. Lo que propone Gómez Enguix es ser asertivo, preguntar a los hijos qué piensan de lo que han dicho los abuelos: "Los hijos están construyendo su sistema de creencias, está bien establecer un diálogo, preguntarles su opinión y reflexionar juntos como familia, ir viendo cómo integran esa diversidad de modelos y el criterio propio que van desarrollando". Explica que la diversidad enriquece siempre que exista un marco de confianza, que las diferencias no resulten amenazadoras ni hagan sentir mal a nadie. Entiende que estos desajustes pueden tolerarse si son más fuente de riqueza que de estrés y conflictos, cuando aunque no sean perfectos haya cosas que compensan.

Marta reconoce que le cuesta que la familia política sea tan de derechas y machista y que los comportamientos invasivos los incomodan. No son fuente de conflicto porque tanto Xavi como ella están de acuerdo en lo que quieren y no les parece bien lo que hacen los padres de él, pero sobre todo a ella la desgastan. que se puede tolerar de forma excepcional y lo que no toleramos de ninguna manera. "A los abuelos, si se les explica por qué es importante para los padres, normalmente lo respetan, a menos que sean personas manipuladoras, muy caprichosas o controladoras", apunta Vilaseca.

El papel de los abuelos

A Maria Rosa (66) le sorprende la actitud de su hija con la crianza de las limpias. "Entiendo que han pasado 34 años desde que ella nació y ahora hay más maneras de hacer y pensar, pero a veces me parece una exagerada. Menos mal que me ha pasado con la hija y no con el yerno, ya que habría sido más complicado", dice Maria Rosa, quien recuerda que cuando la nieta mayor tenía dos años le dio la galleta que tenía marrón. Pese a no haber tenido encontronazos importantes, admite que a veces se siente mal con estos comentarios: "Es como si pusiera en duda mi capacidad para hacer de abuela y cómo le hice de madre cuando era pequeña, y tampoco lo hice tan mal", dice.

La psicóloga Mireia Vilaseca comenta que ser abuelo es la oportunidad de revivir la maternidad y poder incorporar aprendizajes, y sus hijos deberían tenerlo presente. el equipo de los padres, siguiendo los mismos valores, aunque se les permitan algunas concesiones. Son ciertas licencias que los padres no pueden permitirse, normalmente.

A menudo los abuelos son un gran recurso como apoyo logístico y para tener ratos sin niños, para reconectar como pareja y reducir el estrés. y en general los abuelos son colaboradores y responsables, se puede dejar pasar. En cambio, si la sensación es que van a lo suyo, no responden a las peticiones de la pareja y lo hacen reiteradamente, generando malestar a la pareja, habría que hablar con los abuelos para recordarles las necesidades de la pareja, y valorar también si incorporan nuevos tipos, como la frecuencia de relación o.

Lo ideal es que la pareja decida conjuntamente qué hacer y tenga un criterio compartido. Se pueden realizar excepciones si no es algo especialmente grave. La pareja debe decidir si hablan ambos con sus abuelos, aunque si debe ser una conversación excesivamente tensa es mejor que lo haga el hijo o hija. "Así se protege la relación entre la pareja y los suegros. Y el hijo o hija debería comunicar a los padres lo que han acordado como pareja", recuerda Gómez Enguix.

Cómo gestionar las diferencias con los suegros
  • 1 ¿Cómo lo ha vivido la criatura?

    ¿Qué ha supuesto por el hijo o hija la discordancia de criterios o valores? Hablemos tranquilamente en casa sin interrogatorios.

  • 2 ¿Qué nos ha molestado tanto de lo que ha hecho la familia política?

    Hablemos con la pareja, comentamos las percepciones de cada uno y decidimos si ponemos algún límite y cuál. La pareja funcionará bien en la medida en que se apoyen.

  • 3 Calibramos la gravedad de los hechos

    Medimos si han sido negligentes y han puesto en peligro a las criaturas o se han saltado límites y pautas de crianza, que les dijimos que eran importantes, pero sin un riesgo grave asociado.

  • 4 ¿Es una situación puntual o es un patrón?

    Fijémonos si ha sido excepcional o tienden a repetir estos comportamientos o comentarios que distan de cómo queremos educar a nuestros hijos.

  • 5 Hablemos con la pareja

    Comentamos las posibles diferencias de percepción que tenemos sobre la gravedad de los hechos.

  • Decidimos juntos qué hacemos

    La pareja debería ser un equipo que hace frente común y deciden juntos cómo gestionan las posibles desavenencias.

  • 7 La comunicación cuanto más asertiva mejor

    Puede estar bien hacer excepciones y no decir nada si es algo que no nos enoja en exceso. Si no queremos que vuelva a ocurrir y consideramos que se ha traspasado una línea roja, es conveniente comentarlo.

  • 8 Recuerda que las relaciones nunca son perfectas y que los conflictos forman parte de ella

    La comunicación será la clave de la buena convivencia.

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