Arte

El cuadro de Mondrian que ha estado 77 años boca abajo

A pesar del descubrimiento, la obra 'Ciudad de Nueva York I' seguirá exhibiéndose así para no malograrla

BarcelonaHay cosas que se cambian con toda la intención, como hacen en Játiva con el retrato de Felipe V para no olvidar quién mandó quemar la ciudad. En otros casos, es involuntario e incluso difícil de detectar. Es lo que ha pasado con Ciudad de Nueva York I, un cuadro de Piet Mondrian (1877-1944) que ha estado 77 años mal colgado. Tal como explican el Süddeutsche Zeitung y el Guardian, el descubrimiento lo ha hecho Susanne Meyer-Büser, comisaria de la exposición dedicada al pintor neerlandés en Düsseldorf. "Estoy segura al 100% de que la obra está boca abajo", dice Meyer-Büser.

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Ciudad de Nueva York I, de 1941, es una de las últimas obras de Mondrian, uno de los pioneros del arte abstracto. Se exhibió por primera vez en el MoMA de Nueva York en 1945, y desde 1980 forma parte de la colección de arte del estado alemán de Renania del Norte. Se trata de una pintura al aceite sobre tela y con tiras de papel, similar a otras que el pintor hizo en los Estados Unidos aparentemente influenciado por el jazz y los rascacielos, como Broadway boogie-woogie (1942). La pintura no está firmada (probablemente porque está inacabada), y cuando se exhibió en el MoMA Mondrian ya había muerto; por lo tanto, no es difícil pensar que un simple error cambió la obra, con la cuadrícula de rayas horizontales negras, amarillas y rojas más comprimida en la parte inferior. También podría haber contribuido al error la posición del nombre de Mondrian escrito en la parte de atrás del cuadro por el administrador de la sucesión del pintor.

Nadie se había dado cuenta del error hasta que Meyer-Büser, preparando la exposición de Düsseldorf, vio que en una fotografía de 1944 del estudio de Mondrian el cuadro salía en un caballete en otra posición, con aquellas rayas en la parte superior. "Me intrigó", dice Meyer-Büsser, que sostiene que Mondrian puso las líneas más juntas arriba para representar "un cielo oscuro". "Cuando lo consulté con los otros curadores, nos pareció que era muy obvio", dice. Aun así, no se plantea cambiar el cuadro porque sería muy "arriesgado". "Las tiras cuelgan de un hilo, y si ahora lo cambiaras la gravedad las empujaría hacia otra dirección", dice Meyer-Büsser.