Arte

Jeff Koons: "A pesar de todo, sigo siendo optimista"

La obra del artista estadounidense dialoga con la de Picasso en la Alhambra

Jeff Koons en el Museo de Bellas Artes de Granada este lunes
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GranadaA Jeff Koons (York, Pensilvania, 1955) le gusta sentirse parte de una historia del arte en la que existen desde Velázquez y Goya hasta Duchamp, Dalí y Picasso. Dalí fue el primer artista del que tuvo una monografía. Lo conoció en Nueva York cuando Koons tenía dieciocho años, y recuerda su generosidad y que se marchó pensando que podía hacer del arte su forma de vida. A Picasso no le conoció personalmente, pero su obra le produjo un impacto profundo, como explica al ARA el propio Koons en la Alhambra, con motivo de la exposición en el patio del palacio de Carlos V y el Museo de Bellas Artes de Granada donde tres de sus obras dialogan con dos del artista malagueño. "Del surrealismo me interesaba que estaba muy abierto, pero con Picasso se me hizo muy evidente la amplitud de su producción, sus gestos hacia el mundo, su intelecto, su capacidad creativa", afirma Koons.

"La sensualidad de Picasso... Tengo un respeto enorme por Dalí, pero lo que me ha resultado muy importante en el Museo de Bellas Artes de Granada es como Picasso y yo mismo dialogamos con los artistas que hay en la sala, como Juan Sánchez Cotán. Inmaculada Concepción de Sánchez Cotán también inspiró a Dalí. Me siento conectado con estos artistas, todos forman parte de la misma familia, una familia cuyos miembros se respetan a otros. Y mi meta y mi deseo es convertirme en algo más, en trascender", explica Koons.

Koons asegura que Picasso es el artista que ha tenido más presente en los últimos veinticinco años, sobre todo por la energía de las últimas obras. "¡Las obras que hizo cuando tenía más de ochenta años son tan frescas!" Había tanta energía y tanta libertad. ¡Son unas obras que te producen una epifanía!", exclama el artista estadounidense. "Miras la felicidad que todo el mundo puede experimentar si se abre a las oportunidades que se le planteen en esta vida", subraya Koons, que tiene una obra de Picasso en su colección privada

La exposición, que se puede visitar en Granada hasta el 16 de marzo de 2025, lleva por título Reflejos. Picasso/Koons en la Alhambra, y es la primera del proyecto para exponer el legado del malagueño en diferentes lugares de Andalucía impulsado por la Junta de Andalucía y el Museo Picasso Málaga, con la colaboración de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso y el patrocinio de la Fundación Unicaja. El recorrido comienza en el patio del Palacio de Carlos V, donde se puede ver Tres gracias, una de las características esculturas de acero pulido de Koons hechas a partir de pequeñas esculturas populares. Una planta más arriba, en el Museo de Bellas Artes de Granada, se encuentra la pintura de Picasso Las tres gracias, y otra escultura de Koons, Gazing ball (Mujer de pie), que tiene una historia muy curiosa detrás: se trata de una reproducción de una copia romana de un original griego perdido a la que Koons ha añadido una esfera azul de acero en la que el público se ve reflejado. Lo curioso es que Picasso tenía ese mismo yeso, así que la obra provoca un juego de reflejos entre el arte clásico, Picasso y Koons.

¿Qué dice del mundo de hoy este diálogo con el arte antiguo? "Nuestros genes y nuestro ADN están interconectados como una doble hélice. En el mundo externo, la cultura nos hace cambiar, nos hace trascender, y hacemos un gesto que a su vez cambia el mundo", explica Koons. "Este ir y venir nos hizo seguir trascendiendo y transformarnos en algo nuevo, todo es continuo, todo cambia, y todo está conectado. La idea es que puedo estar interconectado con toda la historia humana", explica. Más adelante, está el bronce de Picasso Cabeza con casco y la pintura de Koons basada en un cuadro de Jacques-Louis David Gazing ball (La intervención de las sabinas), otra vez con la característica esfera azul. "Existimos por esa interacción constante con la creatividad", dice.

El artista vive más cotizado y el impacto emocional de las obras

Jeff Koons es el artista vivo más cotizado después de que su escultura Rabbit fuera vendida por 81,3 millones de euros en una subasta de Christie's de Nueva York en el 2019. Entra en la sala donde le esperan los periodistas, y saluda con un amable "Soy Jeff". En el pasado a menudo aparecía como una celebridad, mientras que ahora pone el acento en los principios y valores de sus obras. De hecho, más que el valor económico, Koons cree que lo importante son las emociones que suscitan las obras en los espectadores. "Lo que tiene valor del arte es lo que te hace responder. Un objeto puede ser un transmisor muy potente para tener la esencia de nuestro propio potencial, de nuestra trascendencia, del espíritu. El valor que tiene el arte es la trascendencia", asegura.

Sin embargo, Koons a menudo ha recibido críticas, como que su arte es kitsch o que él mismo es más una marca que un creador. "Siempre sientes una especie de dolor porque no te han entendido, pero cuando trabajo lo que intento comunicar es la autoaceptación y las cosas de nuestro entorno a las que respondemos, como si nos gusta el rosa, o nos gusta la porcelana que tenemos en casa de los padres. Ambas cosas están bien, esta figura puede ser tan importante como cualquier escultura o pintura fantásticas. Es algo que estimula y emociona, no tiene por qué haber ningún juicio", dice el artista.

Precisamente la autoaceptación es una de las ideas que hay detrás de Made in heaven, una de las series más sonadas, porque incluía una retahíla de fotografías y esculturas donde se le podía ver junto con su esposa de entonces, Ilona Staller, conocida como Cicciolina, manteniendo relaciones sexuales. ¿Hoy sería más difícil hacerla por qué nos hemos convertido en más conservadores? "Creo que, en muchos aspectos, ahora la sociedad es menos conservadora que entonces. Hice Made in heaven después de Banality, en la que había utilizado imágenes que tenían que ver con la culpa y la vergüenza cultural, porque puede que la gente piense que no se lo merezca o que no tiene suficientes conocimientos para poder entrar en el mundo de las artes y las humanidades, y yo intentaba comunicar que no necesitas más que ser tú mismo", explica. "Cuando pensé de dónde podía venir todo —añade—, decidí que podía ser de la dificultad de entender el propio cuerpo, de aceptarse, no histórica ni culturalmente, sino desde el punto de vista del ser y del aspecto físico. Por eso hice Made in heaven".

Para Koons, la belleza es "la apertura a la felicidad, a la alegría". "He experimentado la pura dicha gracias a estar abierto, deseando que la alegría entre en mi vida y tenerla constantemente. Podemos estar en un estado metafísico, desde la aceptación y la apertura". A Koons, que en el 2016 apoyó a Hillary Clinton, en ese empeño no le derriba ni Donald Trump. "El mundo cambia constantemente. Hay muchas personas que son optimistas sobre el futuro. Los mercados parecen ser optimistas. Tenemos la IA y tantas cosas espectaculares que hacen pensar que la humanidad tiene un futuro brillante por delante. Y yo, sin embargo, sigo siendo optimista", asegura.

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