Angelina Jolie: "Quiero a Estados Unidos, pero ahora mismo no los reconozco"

Enviado especial a San SebastiánQue los actores y actrices sean figuras públicas de las que conocemos –o creemos conocer– las penas y alegrías al por menor hace que, en ocasiones, sea difícil desvincular un papel que interpretan de su vida personal. Esto ocurre con Angelina Jolie y la película que ha presentado este domingo en el Festival de San Sebastián, el drama ambientado en el mundo de la moda, Couture, en el que la actriz interpreta a una directora de cine a quien, durante el rodaje de un fashion film en París, le diagnostican un cáncer que le obligará a tomar decisiones drásticas sobre su cuerpo y su vida, como la propia Jolie tuvo que hacer cuando le practicaron una doble mastectomía para prevenir la alta probabilidad de desarrollar cáncer de mama y ovarios, una enfermedad que ya provocó la muerte de su madre a los 56 años. Angelina Jolie ya tiene 50, y en Couture no sólo exhibe su gran belleza madura, sino que es uno de sus más sólidos papeles de los últimos años.

Cabe decir que Jolie no es la única protagonista de Couture, un filme coral en el que la directora francesa Alice Winocour retrata las interioridades de la industria de la moda a través de las historias de varias trabajadoras de este mundo, desde la costurera que debe coser el traje principal de un desfile hasta la maquilladora con vocación de escritora o la inexperta modelo de Kenia que aterriza en París para París. El personaje con mayor consistencia dramática es, eso sí, Maxine que interpreta a Jolie, una cineasta que, en medio de un divorcio con su marido, hace equilibrios entre la maternidad y el trabajo hasta que el cáncer cambia sus prioridades. Evidentemente, cuando la película muestra el choque de Maxine al oír la palabra cáncer o la dificultad para digerir los tratamientos que propone su oncólogo, es inevitable pensar en el trasfondo biográfico que atraviesa las imágenes.

La actriz estadounidense, que solo ha pasado unas horas en San Sebastián y ni siquiera hace noche en la ciudad –al día siguiente tiene rodaje en Inglaterra–, ha recordado la decisión que tomó sobre su salud y que la conecta al personaje que interpreta. "Me hice una doble mastectomía y me extirpé los ovarios porque mi madre y mi abuela murieron muy jóvenes. No estoy diciendo que todo el mundo tenga que hacer lo mismo, pero es importante tener la opción, y no me arrepiento de haberlo hecho", explica la actriz. Para Jolie, el cáncer afecta "de una manera particular a las mujeres" y las hace sentir "vulnerables y solas", y confesó que leyendo el guión no se esperaba que el hombre con el que tiene un asunto tras conocer el diagnóstico (Louis Garrel) "reaccionara de la forma en que lo hace, y que el deseo fuera una parte importante de la película". "Es importante para seguir siendo una mujer sentirse deseada, y si amas a alguien que pasa por eso deberías tenerlo presente", ha rematado.

Garrel, que interpreta a un director de fotografía y comparte escenas íntimas con Jolie, ha celebrado que una película sobre el cáncer "hable también sobre sexo". "Normalmente, cuando el cine toca este tema siempre lo hace desde el patetismo, pero éste no es el caso", ha celebrado el actor, que ha añadido ante las sonrisas del resto del equipo de Couture que "los hombres, además, son muy fáciles de erotizar, les excitan cosas muy raras". No es la primera vez que Jolie muestra su cuerpo en el cine tras la mastectomía –ya lo hizo en el 2015 en Frente al mar, que dirigía ella misma–, pero hacerlo desde la fragilidad que experimenta Maxine añade un punto de valentía y verdad a las imágenes.

Durante su paso fugaz por San Sebastián, Jolie también ha hablado del turbulento momento que viven Estados Unidos, pero sin entrar en detalles ni citar a Donald Trump: "Quiero a mi país, pero ahora mismo no lo reconozco. Y cualquier cosa que divida a la gente o que limite la libertad personal es peligrosa. Son tiempos peligroso con peligros. una rueda de prensa". Se le ha visto más cómoda, e incluso emocionada, recordando a su madre. "Me es muy difícil hablar de ella sin llorar. Siempre tengo cerca su collar [que también luce en la película] y sus cenizas. Pienso mucho en ella", confiesa Jolie.

Del 'cruising' a la residencia de ancianos

La competición oficial también ha acogido el regreso al festival de los Moriarti, el colectivo de cineastas vascos detrás de títulos como Marco, La trinchera infinita o Handia. En Maspalomas, un hombre homosexual y septuagenario acostumbrado a vivir al dictado de su deseo en la villa canaria de Maspalomas –un destino habitual del turismo gay con unas dunas de arena ideales para el cruising– se ve obligado, a causa de un ictus, a regresar a San Sebastián y vivir en una residencia para personas mayores, un entorno conservador en el que se ve empujado a regresar al armario, que es donde había vivido la primera mitad de su vida. La película, que firman como directores Jose Mari Goenaga y Aitor Arregi, tiene valor como retrato sociológico de la evolución de las personas del colectivo LGTBI que no pudieron gozar con libertad de su sexualidad durante una juventud que coincidió con los años más grises del franquismo, pero tiende al sentimiento en el patetismo cuando aborda el romantico reanudación de relaciones con la hija que abandonó hace muchos años para abrazar su identidad sexual.