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'Animales fantásticos 3': ¿punto final a la magia del universo Harry Potter?

La nueva entrega de la franquicia deja un regusto de despedida y agotamiento por la acumulación de polémicas

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Jessica Williams, Callum Turner, Jude Law, Dan Fogler y Eddie Redmayne a 'Bestias fantásticas: Los secretos de Dumbledore'

BarcelonaHay un momento de Animales fantásticos: los secretos de Dumbledore en el que Jacob, el muggle pastelero que acompaña a Newt Scamander en sus aventuras, compara el plan que han elaborado para engañar al malvado Grindelwald con el juego de adivinar la carta, pero los magos y las brujas que lo acompañan lo miran con cara de no saber de qué está hablando. Lógico: no tienen ni idea de ilusionismo o trucos de cartas, solo de magia auténtica. El estreno del film de la saga de Harry Potter, la undécima entrega cinematográfica, llega este viernes a los cines en un momento delicado en el que la comunión habitual entre los creadores de las películas y el fandom del universo mágico tambalea tanto como la complicidad entre Jacob y sus aliados.

Dos décadas después del estreno de Harry Potter y la piedra filosofal, la franquicia del Wizarding World –nombre oficial del universo– empieza a mostrar signos de fatiga. Algunos son tan objetivos como la taquilla de Los crímenes de Grindelwald, anterior entrega de Animales fantásticos, que hizo el mínimo histórico de la saga. David Yates, el director de la película –y de todos los films de la franquicia desde Harry Potter y la orden del –, no ha querido confirmar durante la promoción del film si se rodarán las cinco entregas de Animales fantásticos que había prometido J.K. Rowling. “De momento nos tomamos unos años de descanso –declaraba en Fotogramas–. La próxima entrega podría llegar en cinco o diez años. O no... Y estaría bien. Lanzamos esta y ya veremos qué pasa”.

Tráiler de 'Bestias fantásticas: Los secretos de Dumbledore'

El mensaje implícito, como siempre, apunta a la taquilla: si se mantiene la tónica descendente es probable que Animales fantásticos acabe con esta tercera entrega. Viendo la película es evidente que los guionistas (Rowling y Steve Kloves) han hecho un esfuerzo para atar los cabos de la trama resolviendo el misterio de los orígenes del Creedence y enfrentando por fin a los dos antiguos amantes, Albus Dumbledore y Gellert Grindewald. El final de Los secretos de Dumbledore serviría perfectamente como conclusión de la saga –convertida entonces en trilogía–, pero también deja la puerta abierta a continuarla.

Polémicas y ausencias

La necesidad repentina de cierre tiene que ver con los resultados económicos, pero también con las diversas polémicas que últimamente rodean el universo Potter, desde las acusaciones de transfobia a J.K. Rowling, que han hecho que muchos fans renieguen de la autora de los libros que adoran, hasta el traumático despido de Johnny Depp, que interpretaba a Grindelwald en los dos primeros films, cuando el actor perdió el juicio por difamación contra el diario The Sun. En Los secretos de Dumbledore su personaje lo retoma como si nada el danés Mads Mikkelsen, fichaje de urgencia que no solo está a la altura, sino que aporta una interesante ambigüedad reptiliana a Grindelwald. Y, a pesar de que se echa de menos más tensión homoerótica entre Mikkelsen y el Dumbledore de Jude Law, se agradece que un blockbuster retrate una relación homosexual sin eufemismos y se exponga a quedar fuera del mercado chino.

Más extraña es la ausencia durante la práctica totalidad del film de Katherine Waterston, que en las dos primeras entregas casi compartía el protagonismo con Eddie Redmayne. ¿Qué ha pasado para que el personaje de Tina Goldstein haya quedado reducido a dos cameos que no llegan al minuto? “Tiene un nuevo trabajo muy importante y está muy ocupada”, dice Newt a comienzos del film, una explicación que suena a excusa, especialmente cuando se incorpora al grupo de magos un nuevo personaje, una profesora de Hogwarts interpretada por Jessica Williams. Las especulaciones de los fans relacionan la desaparición de Waterston en la saga con los comentarios que la actriz hizo en favor de los derechos de las mujeres trans. La actriz no mencionó a Rowling, pero reconoció que sentía que era “importante” expresar su posición debido a su vinculación con la saga Animales fantásticos.

Por un motivo o el otro, Harry Potter ha dejado de ser aquel tótem cultural intocable y virtuoso que dominó la cultura popular durante la primera década del siglo XXI. La ironía es que sigue siendo una máquina de hacer dinero a través de videojuegos, parques de atracciones, una obra teatral que no para de vender entradas y especiales televisivos como Retorno a Hogwarts, producido por HBO. La empresa de Rowling funciona a pleno rendimiento, así que, a pesar de que Los secretos de Dumbledore cierre la historia de Animales fantásticos, no parece probable que este sea el final de la franquicia mágica. Tiempo al tiempo: Harry Potter volverá a los cines.

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