Crítica de cine

La fantasía de tener un mayordomo británico a tu servicio

En 'El mayordomo inglés' John Malkovich emula a la protagonista de 'Amélie' en un cuento de hadas sin magia sobre un falso mayordomo dispuesto a cambiar la vida de la gente

John Malkovich y Fanny Ardant en la película 'El mayordomo inglés'.
1 min
  • Dirección: Gilles Legardinier. Guion: Christel Henon y Gilles Legardinier
  • 100 minutos. Luxemburgo y Francia (2023)
  • Con John Malkovich, Fanny Ardant y Émilie Dequenne

De la serie Arriba y abajo a las diferentes entregas de Batman, el arquetipo del mayordomo inglés como garante, desde una orgullosa posición de servicio, del estatus social de un personaje no pierde popularidad en las pantallas. En El mayordomo inglés, el francés Gilles Legardinier adapta su propia novela alrededor de un viudo británico de buena posición, Andrew Blake, que se acaba haciendo pasar por mayordomo en la finca francesa donde conoció a su mujer. John Malkovich es el valedor de este personaje imposible, un empresario que solo se mueve por el romanticismo y adopta sin reparos un rol servicial. En su vida en la finca, Blake ejerce un poco de Amélie Poulain: con el objetivo de hacerla mejor, mete la nariz en la vida de todos, desde la cocinera de mal carácter (Émilie Dequenne, en un papel en las antípodas morales de Rosetta), a la criada (Eugenie Anselin) que se ha quedado embarazada de un novio que se ha fundido pasando por el guarda forestal poco sociable enamorado de la cocinera (Philippe Bas) o la propietaria amodorrada que desprende el encanto de una Fanny Ardant incombustible. Sin la vocación de estilo del filme de Jean-Pierre Jeunet, con un planteamiento simplista y supuestamente entrañable de personajes y conflictos, una clara explotación de la fotogenia del caserón donde se ambienta y apostándolo todo al carisma socarrón de Malkovich, El mayordomo inglés es un cuento de hadas sin magia para adultos que añoran un estilo de vida aristocrático que nunca han vivido.

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