Cine

Josh O'Connor, un ladrón de guante blanco y jersey de lana

El actor protagoniza el 'thriller' minimalista 'The mastermind', la nueva obra maestra de la directora Kelly Reichardt

'The mastermind'

  • Dirección y guión: Kelly Reichardt
  • 110 minutos
  • Estados Unidos (2025)
  • Con Josh O'Connor, Alana Haim, John Magaro y Bill Camp

El género criminal (o su relectura apática) no resulta extraño a Kelly Reichardt, una de las cineastas estadounidenses fundamentales de las tres últimas décadas. Desde su debut, River of grass, hasta la magistral First cow, pasando por Night moves, el delito –hacer volar una presa o robar leche de una vaca ajena– aparece como único acto de disidencia posible para los outsiders sin remedio que abundan en su cine. Filmada en celuloide por su colaborador habitual, Christopher Blauvelt, The mastermind nos transporta desde los títulos de crédito a Estados Unidos convulsos de los inicios de los setenta, recién despertado del sueño utópico de los sesenta. En una ciudad pequeña, JB Mooney (un excelente Josh O'Connor que cambia el arrugado vestido blanco de La quimera por desgastados jerséis de lana), estudiante de arte fracasado, padre de familia y carpintero en paro, organiza lo que imagina como un perfecto golpe: el robo de unas obras de arte de un museo local.

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Reichardt, que también es la montadora, filma el acto criminal con una combinación de languidez, austeridad pragmática y comedia física, y revela pronto que lo que realmente le interesa no es el delito en sí sino sus consecuencias. Así, la película se convierte en su segunda mitad en el relato del vía crucis personal del protagonista, una ordalía existencial y física cercana a la radicalidad y rigor formal del cine de Bresson (ocultar obras de arte robadas nunca había supuesto tanto esfuerzo ni había ocupado tanto tiempo en pantalla como en la escena del granero). Pero el trayecto del JB no es un camino hacia la redención, sino una huida hacia ninguna parte iniciada por un gesto inútil y protagonizada por una masculinidad somnolienta y solipsista, tan ensimismada que es incapaz de ver el mundo de su alrededor. Un fracaso personal y generacional que habla tanto de Estados Unidos de Nixon como de los actuales y que se revela definitivo en el deslumbrante plan final.

Trailer de 'The mastermind'