El nuevo 'Gladiator' es colosal, pero el pan y el circo ya no deslumbran como antes
Un Ridley Scott octogenario dirige la secuela de su aclamado peplum con Paul Mescal, Denzel Washington y Pedro Pascal
- Dirección: Ridley Scott. Guión: David Scarpa a partir de personajes de David Franzoni
- Estados Unidos (2024)
- 148 minutos
- Con Paul Mescal, Denzel Washington, Pedro Pascal y Connie Nielsen
Hace unos años, Nick Cave escribió el guión para una secuela de Gladiator (2000) la pedido de Russell Crowe. En ésta, el protagonista volvía de entre los muertos por orden de los dioses romanos, con la misión de liquidar a un tal Jesucristo. Sin duda, habría sido una película muy diferente a esta Gladiator II que Ridley Scott ha dirigido un cuarto de siglo después de la oscarizada primera parte. En el filme, el personaje de Crowe es un recuerdo heroico del pasado, pero su espíritu se transfiere a la figura de Paul Mescal, que encarna a un guerrero de origen misterioso, vendido como esclavo en una Roma que se encuentra bajo los designios de los dementes emperadores hermanos Geta y Caracala.
Como en el filme original, las intrigas palaciegas se alternan con combates de violenta espectacularidad (y con notable participación animal: simios salvajes, rinocerontes e incluso tiburones durante la recreación de una naumaquia) y estampas místicas más new age que mitológicas… Pero lo que antes poseía una escala colosal exclusiva del cine ahora tiene unas proporciones no muy distintas a las de un episodio hipertrofiado de Juego de truenos. Sin embargo, es admirable la tozudez de un Scott de ochenta y seis años que encadena una producción épica tras otra, empeñado en añadir un último clásico a su filmografía. Lo más probable, sin embargo, es que dentro de unos años sólo pensamos en este Imperio Romano para recordar la manera de deslizarse por dentro del plan de un Denzel Washington que disfruta y hace disfrutar de cada uno de los gestos con los que esculpe a un antagonista maquiavélico.