El último triunfo del cine catalán es un manifiesto ecologista sensorial y enigmático

The human hibernation, la subyugante opera prima de la terrassense Anna Cornudella Castro, ha sido descrita como un singular ejercicio de ciencia ficción documental. Sin embargo, la tecnología brilla por su ausencia en esta fábula silvestre sobre una humanidad que debe invernar para garantizar su subsistencia. Ganadora del Premio Fiprescio de la Crítica Internacional de la sección Forum de la última Berlinale, esta obra sensorial y conceptual invita al espectador a preguntarse por el valor que tendrían nuestras costumbres, arraigadas en la vida moderna, en un mundo regido por la ley natural. En un momento revelador del filme, una mujer se pregunta: "¿Cómo nos prepararemos para el invierno si no sabemos cuánto va a durar?". La única respuesta posible apunta a un regreso a nuestra esencia más primaria.

Filmada entre el Ripollès y los estados estadounidenses de Nueva York y Dakota del Sur, The human hibernation conecta, en su vertiente más filosófica y lírica, con la lectura que hacía el trascendentalismo americano de la relación entre el ser humano, la naturaleza y el tiempo histórico. Cuando un personaje afirma que puede ver los rostros de sus ancestros bajo las superficies acuosas, resulta difícil no recordar las palabras de Ralph Waldo Emerson en su ensayo History: "Si el conjunto de la historia está en un ser humano, las horas deberían comprenderse a través de las eras, y las eras deberían explicarse según las horas".