Cine

Pere Vall: "Solo me falta salir en un videoclip de Rosalía"

Periodista y rey de los cameos del cine catalán

El periodista Pere Vall
20/08/2022
4 min

BarcelonaNo es actor, pero ha aparecido en películas de Agustí Villaronga, Cesc Gay, Javi Ruiz Caldera, Isaki Lacuesta, Clara Roquet y Neus Ballús. Pere Vall es periodista cinematográfico, uno de los mejores del país –fue jefe de redacción de Fotogramas–, y también un gran dominador del arte del cameo. Su barba espesa se deja ver en tantas películas, series o videoclips de los últimos años que, a pesar de que casi siempre haciendo de extra, su currículum interpretativo –cerca de 120 títulos– ya es más largo que el de la mayoría de los actores profesionales.

La mayoría de los periodistas de cine huyen de los rodajes y muchos directores dicen que un rodaje es lo más aburrida del mundo. ¿Por qué te gustan tanto a ti?

— Es que yo no creo que sea aburrido. Piensa que solo voy un día, sea a hacer entrevistas o a salir a la película. Y para mí es diversión, investigación, cambio de ritmo, fusionarte con un grupo de gente que no conoces. Incluso cuando tuve que estar cinco días en el rodaje de El monje me lo pasé bien porque cada día pasaban cosas diferentes. Salir de tu lugar habitual siempre provoca situaciones curiosas, preguntas y conversas. Yo a mí ya me conozco, lo que me interesa es conocer cosas diferentes.

¿Cuál fue tu primero cameo?

— Una película de Enric Alberich de 1991, Visiones de un extraño. Necesitaban a gente para salir de un tren y unos cuantos nos apuntamos.

Y te enganchaste.

— Me enganché con Salomón Shang, un director que enseguida te daba confianza y te daba siete líneas de diálogo o te pedía que insultaras a Tony Corvillo con diálogos inventados. Con él fui un proxeneta, un acosador sexual... Y me dio mucha libertad y ganas de seguir actuando.

¿Qué cameo has disfrutado más?

La hija de un ladrón. La ayudante de dirección preguntó a los figurantes quién sabía bailar y dije: «¡Yo!» No tengo ni idea de bailar, pero si decía que no me pondrían en la otra punta. Al final de la escena viene el ayudante y me dice: «Ostras, bailas muy bien». Le confesé que no sabía bailar una mierda y él me preguntó por qué lo había dicho entonces. Y le expliqué que era un homenaje a mi padre. «¿Pero tu padre bailaba?». Y yo: «No, pero era un cachondo».

¿Y en algún cameo has sufrido?

— Sufrir no, pero Sin techo fue muy duro y emocionante, porque rodaba con personas sin hogar, y yo al acabar marcharía a casa, pero ellos quizás dormirían al raso. Ahora, la mayoría de los cameos que hago son en comedias.

¿El cameo más delirante?

— En una película porno. Pero solo mirando, ¿eh? Primero hice una de Erika Lust, así como erótica. Y después una que se rodó en el Semproniana del Ada Parellada. Esta sí que era explícita y los actores follaban. Yo era uno de los invitados que íbamos pasando por las mesas, mojando una zanahoria en la salsita. Una experiencia alucinante.

¿Te llaman para hacer los cameos o te ofreces tú?

— Cuando veo que empieza un rodaje y conozco a los directores o a los productores, se lo comento. Pero a veces es iniciativa suya, porque les hace gracia que salga.

¿Con qué directores has trabajado más?

— He hecho tres o cuatro cosas con Javier Ruiz Caldera, Cesc Gay, Salomón Shang, Santi Lapeira...

¿Rodar para los directores ha cambiado tu manera de relacionarte con ellos?

— No. Cuando llego al rodaje la relación con los directores ya existe de habérmelos encontrado en fiestas o entrevistarlos, el cameo es la culminación de la relación. A Villaronga, por ejemplo, ya lo conocía, pero el otro día estuve en su nueva película y para mí fue una celebración de la vida, porque Agustí había estado muy enfermo, pero lo vi con una energía que me hizo muy feliz.

¿Qué personajes sueles hacer?

— Por algún motivo me tocan muchos camareros, y también el tío que está detrás de los protagonistas mientras hablan. Leticia Dolera me dijo que me ponía allí para que se me viera más.

¿Cobras por los cameos?

— No, nunca. Cedo los derechos de imagen y ya está. No me quiero complicar la vida.

¿Y te supone algún problema escribir sobre películas en las que has actuado?

— Hombre, intento no hacer la crítica de la película, pero sí que hago entrevistas, reportajes o columnas.

¿Cuántas películas tienes pendientes de estreno?

— Un buen puñado. Modelo 77, La maternal, Mantícora, Girasoles silvestres, Historias para no contar, Asombrosa Elisa, La mesita del comedor, la serie Crímenes online, el telefilm Seis noches de agosto, Los amores pequeños y la nueva de Villaronga, Loli Tormenta.

¿Hay algún cameo que te gustaría especialmente hacer?

— Me gustaría mucho salir en un videoclip de Rosalía, solo me falta esto. Y también en alguno de Rigoberta Bandini, que soy fan.

Pere Vall en el rodaje de la comedia 'Un novio para mi mujer'.
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