Cine

La hermanastra de Cenicienta triunfa en el reino del terror de Sitges

Una versión feminista y 'gore' del cuento de los hermanos Grimm, mejor película del Festival de Sitges

Ane Dahl Torp y Lea Myren en 'La hermanastra fea'
21/10/2025
3 min

SilosHe aquí que una vez había un festival en el que los cuentos eran pesadillas violentas de sangre y vísceras, y las protagonistas, objeto de torturas y amputaciones. En Sitges, el pequeño reino del terror del Garraf, se ha coronado este sábado como mejor película La hermanastra fea, que reinterpreta el cuento de Cenicienta desde el punto de vista de la hermanastra fea, sometida a un infierno de primitivos tratamientos estéticos por ser la chica más bonita del baile del príncipe. El jurado que presidía la cineasta estadounidense Mary Harron ha premiado la película de la noruega Emilie Blichfeldt, una debutante que se convierte así en la quinta directora que triunfa en el festival tras Sally Potter (Orlando, en 1993), Jennifer Lynch (Surveillance, en 2008), Karyn Kusama (The invitation, en el 2015) y Veronika Franz, que le ganó el año pasado por El baño del diablo (codirigida con Severin Fiala).

A La hermanastra fea, que justamente se estrenó en salas comerciales este viernes, Elvira (espectacular Lea Myren, una actriz debutante en seguir la pista) debe competir con su hermanastra más agraciada por conquistar al príncipe, la única solución a la vista para los problemas financieros de la familia. Consciente de la desventaja que sufre la chica, la madre la lleva a un cirujano estético que aplica métodos contundentes que Elvira toma sin oposición, víctima de una presión estética que le ha convencido de su fealdad. Su camino hacia el corazón del príncipe (un gamberro con ínfulas poéticas) es un crescendo de suplicios, la mayoría autoinfligidos, que no parece tener fin.

Filmada con una fotografía de luz cálida y colores pastel que potencia la atemporalidad del relato –y el contraste con la violencia de las torturas físicas–, la película se inscribe en la nueva corriente de títulos como La sustancia que utilizan el terror corporal para mostrar las heridas abiertas del patriarcado en la carne femenina. Blichfeldt también juega con los arquetipos de los cuentos y los retuerce con voluntad subversiva: aquí Cenicienta tiene prohibido ir al baile porque le han pillado haciendo el amor con uno de los criados y, por supuesto, ve al príncipe sólo como un medio para recuperar sus privilegios y escapar de la miseria.

El público joven conecta con la cinta más subversiva

El segundo mayor reconocimiento del palmarés, el Premio Especial del Jurado, se lo han repartido ex aequo dos de las sensaciones de esta edición. La primera es la frenética cinta de acción de Hong Kong The furious, una espectacular colección de coreografías de luchas en las que la estrella no es la eficaz dirección de Kenji Tanigaki sino el increíble trabajo de los actores, profesionales de las artes marciales. El segundo Premio Especial del Jurado ha sido para la juguetona Obsesión, de Curry Barker, una comedia negrísima y gore en el que el deseo de un joven tímido de ser amado por la chica que le gusta se hace realidad y transforma la vida de los dos en una pesadilla; no es raro que esta subversiva impugnación de los códigos de la rom-com indie también se lleve el premio del público y del jurado joven, ya que es el filme que ha conectado de forma más inmediata y visceral con el público de Sitges.

El premio a la mejor dirección para el maestro Park Chan-wook es inapelable, pero a la vez insuficiente: la película es un ejercicio de puesta en escena superior a cualquier otra obra vista en el festival. Sin embargo, se entiende que el jurado le haya querido situar por debajo de películas de cineastas menos consagrados del director deOld boy, que ya ganó en Sitges en el 2004. Otro de estos directores emergentes podría ser el tailandés Ratchapoom Boonbunchachoke, premio al mejor guión y premio de la crítica a la mejor opera prima por la surrealista comedia de reencarnaciones, Un fantasma útil.

Y en cuanto al premio a mejor actriz, el jurado de Sitges ha hecho igual que el de Berlinale y le ha otorgado a Rose Byrne: ella es el mejor de la comedia negra sobre una madre al límite en Si pudiera, te daría una patada. El premio a mejor actor ha sido para los chicos que protagonizan el drama de terror sobre el acoso The plague. Quedan fuera del palmarés oficial películas importantes del festival como La vida de chuck de Mike Flanagan o Reflection on a dead diamond, de Hélène Cattet y Bruno Forzani, que, sin embargo, el jurado de la crítica ha considerado que son las mejores películas del festival.

stats