El mejor cine de autor: las 10 películas recomendadas del D'A

BarcelonaLa gran fiesta del cine de autor en Catalunya –nuestro Sant Jordi cinéfilo– vuelve con la cosecha mejor seleccionada del circuito festivalero. La programación de 131 películas, 25 de ellas estrenos mundiales, se proyectará del 4 al 11 de abril en el CCCB, Mooby Aribau, Filmoteca de Cataluña, Zumzeig, Casa Montjuïc y sala Paral·lel 62.

El D'A se inaugura con la película triunfadora del Festival de Málaga: Segundo premio recrea la grabación del disco Una semana en el motor de un autobús, de Los Planetas, y las tensiones internas de un grupo roto por las drogas, la ambición y los reproches. Isaki Lacuesta firma un extraordinario biopic musical que va más allá de los hechos para imaginar un relato en clave legendaria que respira verdad.

El Premio D'A de Honor de esta edición es para la directora italiana más interesante de su generación: Alice Rohrwacher llevará al festival La quimera, un enigmático relato sobre el duelo amoroso de un arquitecto (Josh O'connor, el joven Carlos de Inglaterra de The Crown) que se dedica a saquear tesoros arqueológicos con su pandilla de amigos.

El cine del cuerpo y el deseo sexual de Catherine Breillat protagoniza en el D'A una retrospectiva que incluye su última película, que aborda la relación autodestructiva que mantienen una abogada de éxito (Léa Drucker, magnífica) y el problemático hijo adolescente de su marido. Breillat explora el territorio de la pasión prohibida sin condescendencia ni juicios simples.

Sin perder su minimalismo, el argentino Lisandro Alonso firma en Eureka su filme más ambicioso, que son tres historias en una: un western irreverente protagonizado por Viggo Mortensen y Chiara Mastroianni, un fascinante true crime ambientado en una reserva indígena de Dakota del Sur y una coda mágica que conecta con el cine de Apichatpong Weerasethakul.

"La mejor película del año", escribió en el ARA la crítica Eulàlia Iglesias cuando se presentó en el Festival de Locarno el último trabajo del rumano Radu Jude, una radical y divertida sátira anticapitalista de tres horas con forma de road movie urbana que sigue por las calles de Bucarest a una ayudante de producción que hace un casting para un vídeo de prevención de riesgos laborales.

Este año la cita anual de la cinefilia militante con Hong Sang-soo es doble: a Nuestro día, el minimalista director coreano entrecruza las historias –con gato al fondo– de una actriz que regresa a su país y de un poeta septuagenario, y en In water filma (¡alerta, siempre desenfocado!) el viaje de un actor y dos amigos para rodar un corto.

Entre el humor lacónico de Aki Kaurismäki y los laberintos sentimentales de Éric Rohmer, esta comedia humanista de Martín Rejtman sobre un profesor de yoga en proceso de separación explota el contraste entre la serenidad zen del protagonista y el absoluto caos vital que le rodea. Pese a las interpretaciones robóticas, es un filme cálido, acogedor y muy divertido.

La interpretación de Maria Rodríguez Soto –premiada en la nueva meca del cine indie, el South by Southwest de Austin– es el primer reclamo de un drama que reflexiona con serenidad sobre el deseo de no ser madre de una mujer sacudida por un embarazo inesperado. Con Enric Auquer de coprotagonista, Mamífera será una de las películas catalanas del año.

Entre el documento en directo y la performance distendida, La estafa del amor se interroga sobre los mecanismos del corazón a través de entrevistas con antropólogos (Jordi Roca i Girona), filósofos (Josep Maria Esquirol) y escritores (Lucía Lijtmaer). Ante un público muy participativo y con música en vivo, Virginia García del Pino conduce con agudeza y humor una reflexión colectiva y catártica.

Un joven viaja al fondo de la noche del Teherán más sórdido en la gran triunfadora del último Festival de Locarno, una película prohibida en Irán que muestra el mundo de la droga y la prostitución en una road movie nocturna que podría ser la versión alucinada y grotesca del Taxi de Jafar Panahi o un Taxi driver iraní que plasma la frustración de una generación cabreada con su realidad.