Cine

La película de 'piratas' de Sergi López que ha conmocionado al Festival de Cannes

Oliver Laxe viaja a 'Sirât' del trauma a la iluminación con una 'troupe' de 'ravers'

El equipo de 'Sirât' en la alfombra roja de Cannes: Richard Bellamy, Jade Oukid, Tonin Janvier, Stefania Gadda, Oliver Laxe, Joshua Liam Henderson, Sergi López y Bruno Nunez
16/05/2025
3 min

Enviado especial a CannesCuando termine el Festival de Cannes y los periodistas acreditados hacemos un listado mental de las escenas vistas, las que no podremos sacarnos de la cabeza, seguramente no faltará en ninguna lista la que rompe por la mitad Sirât, la película del cineasta gallego Oliver Laxe –con producción y buena parte del equipo catalán y el sello de la productora de Pedro Almodóvar, El Deseo– que se ha presentado este jueves en la competición oficial y que, por tanto, luchará por la Palma de Oro. Sirât es la historia de un padre (Sergi López) que busca con el hijo pequeño el rastro de la hija mayor, desaparecida desde hace meses. La pista que siguen les lleva a una rábano que se celebra en el desierto marroquí y, con un puñado de participantes habituales de estas fiestas ilegales, se embarcan en un nuevo viaje en busca de otra rábano donde, quizá, vete a saber, podrían encontrar a la chica. Es la pequeña esperanza que les empuja a atravesar un desierto lleno de incertidumbre y peligros.

Recuperando el registro aventurero de su segundo filme, Mimosas, Laxe injerta esta cruzada familiar en el mundo de música electrónica y nomadismo vital de los ravers, casi una tripulación pirata –y familia escogida al margen de la sociedad– que interpretan actores sin experiencia, habituales de las rábanos. "Quisimos privilegiar la verdad", explica el director, que recorrió varias rábanos para realizar el casting. "Lo que me gusta es que son una gente que exhibe sus heridas y fragilidades. Llegan a un límite, se rinden y se asumen a sí mismos, y eso me conmueve".

Una imagen de la película 'Sirât', de Oliver Laxe.

La idea de la rendición toma fuerza cuando la película llega a la escena en la que se rompe, cuando la tragedia toma el protagonismo y arrasa el resto de consideraciones. Es también el momento que revela su naturaleza de viaje interior que lleva sobre el dolor más profundo a la iluminación espiritual, y del trauma a la revelación. "Para mí la fe es la capacidad del ser humano de aceptar en todas las tragedias y obstáculos que le pone la vida una misericordia e, incluso, un regalo, una oportunidad para crecer –asegura Laxe–. Y al final de la película entendemos que la vida es así, llena de curvas, bendecidas sean".

Ni Haneke ni Von Trier

Las explosiones dramáticas de Sirât podrían acercarla al territorio del cine que utiliza el horror y la crueldad para impactar al espectador, pero Laxe se desmarca reivindicando su "pudor" a la hora de filmar el dolor: "Tengo vocación de servicio, de invitar al espectador a una especie de ritual de paso en esta sociedad tanatofóbica que siempre. sádica, no soy Michael Haneke ni Lars von Trier. Yo quiero a la gente que filmo, y creo que se nota.

Sergi López en la 'premiere' de 'Sirât' en Cannes

En el viaje espiritual de Sirât juega un papel clave la presencia terrenal de Sergi López, un hombre enfrentado a unas circunstancias extremas. "Es un señor convencional y anodino, como yo, que se encuentra un mundo extraterrestre de marcianos que le miran como si fuera él, el marciano", comenta López, un "hombre normal" que con Sirât ya acumula nueve participaciones en películas en la competición de Cannes, diez si añadimos El hombre que mató a Don Quijote, la clausura del 2017. "Es alucinante, no lo entiendo –dice el actor–. Prefiero quitarle importancia, porque en realidad en Cannes no seleccionan las películas por el actor". Por poner en perspectiva el hito, Juliette Binoche, la presidenta del jurado, suma sólo ocho participaciones en la competición. "De presidente del jurado no quiero hacer, ¿eh? –asegura López–. Thierry [Fremaux, director del festival] ya me lo propuso y le dije que no. Se quedó muy parado y yo creo que desde entonces piensa que soy imbécil, pero es que no es mi objetivo".

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