Cine

Vuelve el director de 'Parásitos' con una comedia antitrumpista

Bong Joon-ho mata a Robert Pattinson y le resucita continuamente en 'Mickey 17', estrenada en la Berlinale

Robert Pattinson y Bong Joon-ho en la Berlinale
15/02/2025
3 min
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Enviado especial al Festival de BerlínParece que hace una eternidad de la celebrada victoria del thriller coreano Parásitos en los Oscar del 2020, quizás porque sólo unos días después estalló la pandemia y todo lo que la precede pertenece a otro mundo. Sin embargo, cinco años después todo sigue igual que en aquellos Oscar inolvidables: la sonrisa de Bong Joon-ho, la presencia junto a la intérprete Sharon Choi y una película sorprendente, políticamente incisiva y de una puesta en escena memorable. En el caso de Mickey 17, presentada este sábado en la Berlinale, es de una escala interestelar: el regreso del director coreano es una comedia de ciencia ficción ambientada en una nave espacial que viaja al espacio para colonizar un planeta lejano, y el protagonista es un Robert Pattinson entregado a la comedia con una exhibición de muecas y humor físico que recuerda tanto a Buster Keaton como a Jim Carrey.

Mickey Barnes, el personaje de Pattinson, comete un error en el que muchos nos podemos ver reflejados: no leerse toda la letra pequeña del contrato que firma para ser un trabajador regenerable en una nave espacial, donde le encargarán los trabajos más peligrosos y arriesgados, ya que, al morir, su cuerpo se reimprime con la memoria intacta. Así, el Mickey y sus sucesivas encarnaciones encaran con resignación un ciclo de muerte y resurrección del que la película exprime a fondo el potencial cómico pero que, inevitablemente, aboca al protagonista a una crisis existencial agravada cuando, una vez en el planeta de destino, se generan accidentalmente dos versiones de 1 y 7 . rse por qué él debe sobrevivir cuando sus encarnaciones previas han muerto, qué hay en él que le haga digno de vivir –ha apuntado Pattinson– Y esta es una pregunta con la que mucha gente debe lidiar después de vivir una pérdida traumática... O simplemente para estar vivo”.

La reflexión sobre la despersonalización del trabajador en el capitalismo salvaje guía el discurso político de Mickey 17, un subtexto que toma forma de crítica directa al trumpismo a través del personaje que encarna Mark Ruffalo: el actor interpreta a un político narcisista y ridículo que lidera la expedición con manierismos gestuales y vocales que apuntan sin disimular a Donald Trump, una idea reforzada por detalles como el modo de retorcer los hechos. En rueda de prensa, sin embargo, Bong Joon-ho no ha querido hacer explícita la crítica al presidente estadounidense. "Escribí al personaje de Mark como una amalgama de malos dictadores y políticos que hemos tenido en Corea y otros lugares, pero no pensando en alguien en concreto. Yo me he basado en el pasado, pero parece que la historia tiende a repetirse".

A pesar del gozo de ver una película con tantas ideas visuales y que respira libertad creativa en todos sus fotogramas, Mickey 17 no está a la altura de las obras maestras del coreano y se desequilibra en algunos tramos. También chirría el trabajo de los secundarios, sobre todo el festival de histrionismo de Ruffalo y Toni Colette, al que quizá el director podría haber atado más corto. Y aunque la comedia no sea su fuerte, Pattinson se deja la piel para plasmar con su interpretación múltiple la confluencia de tonos del cine del director de The host, tan amante de entrelazar la acción frenética, el drama y la comedia. Pattinson, de hecho, lo ha comparado con los "cambios de tono discordantes del"anime japonés, donde el sentimiento puede cambiar de cero a cien en un segundo". Y algo sí tiene, Mickey 17, de film de animación rodado con imágenes reales, con su energía maníaca y su virtuosismo narrativo.

Trailer de 'Mickey 17'

Amor, sexo y geopolítica con Jessica Chastain

"Soy una persona positiva, aunque la gente piense lo contrario cuando ve mis películas", ha asegurado Michel Franco en la presentación de la oscura y perturbadora fábula política Dreams, seria aspirante al Oso de Oro de esta Berlinale. La película es una historia de amor que protagonizan una rica mecenas de San Francisco y un joven prodigio del ballet mexicano que atraviesa la frontera ilegalmente para reunirse con su amante americana. Son personajes complejos y, al mismo tiempo, avatares de sus países y su relación de poder asimétrica y abusiva. "Es una película innegablemente política que habla de cómo Estados Unidos y México se necesitan y deben respetarse mutuamente", ha dicho la protagonista, una Jessica Chastain extraordinaria que nunca había interpretado escenas con tanta carga sexual como en Dreams. "Lo que me importaba era el significado de estas escenas, como hacían avanzar la historia –ha explicado la actriz–. Las coreografiamos entre Michel, Isaac y yo, y en este sentido es genial trabajar con un bailarín". Chastain se refiere a Isaac Hernández, la gran estrella mejicana del ballet, sin experiencia previa como actor. "Si en la película hay ballet es para él, que es el mejor bailarín del mundo –afirmó Franco–. En México el ballet era inexistente y ahora Isaac es capaz de llevar a 10.000 personas a uno de sus espectáculos".

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