Enterrar los restos de su padre, un soldado republicano, 84 años después
Josep Aubeso, el segundo soldado identificado en la fosa más grande de Catalunya, por fin descansa en Montjuic
BarcelonaHan tenido que pasar más de ocho décadas, una vida, para que Carmen Aubeso por fin sepa dónde descansa su padre. Desde este domingo está en el cementerio de Montjuic de Barcelona, donde vive la familia. Los restos del padre han estado ochenta años en paradero desconocido, en alguno de los puntos donde se libró la Batalla del Ebro, que acabó con las esperanzas republicanas. Gracias a las notas de un doctor que trabajaba en el frente, el cirujano y capitán médico del ejército republicano Miquel Gras Artero, su nombre estaba en una lista de sospechosos de estar en la fosa común del Mas de Santa Magdalena, en Móra d'Ebre, que durante la Guerra Civil se usó como hospital de campaña del decimoquinto cuerpo del ejército republicano.
Estas notas –conservadas por el hijo y recuperadas por la entidad No Jubilem la Memòria del Priorat– permitió a un equipo de la Universitat Rovira i Virgili geolocalizar la fosa común bajo un campo de almendros. Se abrió los primeros meses de 2021 y es la fosa más grande abierta en Catalunya: se han encontrado finalmente 177 cuerpos, algunos de los cuales jóvenes de 17 años de la Lleva del Biberó, además de nueve amputaciones, depositados en 62 puntos de inhumación.
Carmen Aubeso Larruy inscribió a su padre en el censo de personas desaparecidas de la Generalitat de Catalunya en 2005. Solo sabían que Josep, un escayolista de Barcelona nacido en 1903 o 1904, había sido movilizado por el ejército republicano entre abril y mayo de 1938 y había desaparecido en el frente del Ebro aquel mismo año. La última noticia que la familia tuvo fue una carta en la que se les informaba de que estaba malherido. La Generalitat no pudo recoger más información documental, pero sí que se tenía la pista crucial de la libreta número 2 del doctor Gras, en la que con fecha del 21 de agosto de 1938 se informa de que el soldado de la segunda compañía del Batallón de Obras y Fortificaciones número 20 fue herido a las 9 horas del 20 de agosto, en el sector de Vilalba dels Arcs. Josep Aubeso murió a los 34 o 35 años el 21 de agosto de 1938. El cruzamiento del ADN que la hija facilitó en el programa de identificación genética –en el banco del Hospital Vall d'Hebron– con los restos encontrados en la fosa ha permitido cerrar la herida.
El nieto de Josep Aubeso, Roger Roig, agradecía a Montjuic la tarea del departamento de Justicia y de todos los técnicos de la fosa de Santa Magdalena "por hacer posible una despedida que se ha tenido que posponer 84 años". Roig también destacaba la "tenacidad" de su madre, que cuando era pequeño le decía que el abuelo había muerto en un bombardeo de la aviación italiana. También se ha acordado del doctor Gras, "que reservaba un tiempo para registrar a los soldados que morían". "No pasemos página y no olvidemos”, ha dicho. El primero identificado de la fosa fue Andreu Flores y Flores, que en marzo fue enterrado en el cementerio de Arenys de Munt. En total, se han devuelto hasta ahora los restos de 17 personas.