Música

Joyce DiDonato, otra estrella en el firmamento de Peralada

La mezzosoprano norteamericana, acompañada de Craig Terry, inaugura la edición de verano del festival ampurdanés

Joyce DiDonato

  • Festival Perelada. Iglesia del Carmen. 3 de julio de 2025

Salvo en el calendario musical de verano en el Empordà con el primer concierto del Festival Perelada, que este año, de manera excepcional, se ha avanzado a las dos primeras semanas de julio. La programación, concebida como una especie de sinfonía de doce movimientos en torno a los jardines del paraíso, ha levantado el telón con el debut de la extraordinaria mezzosoprano Joyce DiDonato, acompañada al piano por Craig Terry, en la iglesia del Carme.

Cargando
No hay anuncios

Con un programa bastante ecléctico y heterogéneo de arias y canciones, de Rossini a Debussy pasando por Alma Mahler y Händel sin solución de continuidad, la cantante estadounidense ha cautivado al público ampurdanés desde el primer momento: la voz luce en plena forma –nítida en el timbre, poderosa en la timbre, poderosa en la una soltura sobre el escenario natural y expresivo, que dota de veracidad y frescura a cada una de las interpretaciones.

DiDonato ha iniciado el recital con el simbolismo impresionista de Laschansons de Bilitis,de Debussy, vaporosas y refinadas, con una línea melódica sutil y precisa que se fundía con las oleadas etéreas del piano. Entonces la mezzo, introduciendo cada pieza con un castellano macarrónico y simpático, ha dado paso a cinco preciosos lieds de Alma Mahler sobre versos de Rilke y Heine, densos y desgarradores. El punto culminante de la primera parte ha sido la versión para voz y piano de la cantata Arianna en Naxos de Haydn, formada por recitativos y arias, de escritura clásica depurada pero con toda la fuerza de una escena operística, que ha ejecutado con una exhibición de teatralidad y dramática.

Cargando
No hay anuncios

Tras el descanso, DiDonato se ha entregado de lleno al repertorio operístico con cuatro versiones de mucho nivel y de creciente intensidad: empezando con el aria Sombranunca fu,de la ópera Serse, de Händel, que ha hecho sonar con un pianissimo imperturbable, continuando con las explosiones de bel canto rossiniano de Tancredio y La italiana in Argeli, hasta cerrar la velada con la célebre Habanera de Carmen, de Bizet, libre, sensual y juguetona.

Y, de bises, dos colofones: el sorprendente tango Pájaros perdidos de Piazzolla, muy rasgado, y la canción Y love a piano, de Irving Berlin, que han atrevido punto final a un excelente recital con el que el festival ampurdanés suma una nueva estrella a su firmamento.