Muere Sebastião Salgado, el fotógrafo de los invisibles, a los 81 años
Su legado incluye series como 'Exodus' y su defensa de la selva del Amazonas
BarcelonaSebastião Salgado, que ha muerto este viernes a los 81 años, era uno de esos fotógrafos excepcionales que tenía un impacto global por la forma en que retrató a lo largo de los años las víctimas de las situaciones y los conflictos más atroces de todo el mundo. Sus fotografías en blanco y negro son una causa de la muerte. la malaria que contrajo el año 2010 durante un viaje a Indonesia enmarcado en el proyecto Génesis.
A Salgado, a veces le acusaron de estetizar las desgracias ajenas, pero él siempre se defendió. "Lo que quiero es que el mundo recuerde los problemas y las personas que fotografío. Lo que quiero es crear una discusión sobre lo que está pasando en todo el mundo y provocar un debate con estas imágenes. Nada más que eso. No quiero que la gente las mire y aprecie la luz y la paleta de tonos. Quiero que miren adentro y vean qué representan las imágenes".
Para Salgado, la fotografía es "una escritura de una gran fuerza que se puede leer en todo el mundo sin traducción". Y en sus memorias se definió con mucha precisión: "Unos dicen que soy fotoperiodista. No es cierto. Otros dicen que soy un militante. Tampoco es cierto. La única verdad es que la fotografía es mi vida. Todas mis fotografías corresponden a momentos que he vivido mi vida, todas las imágenes existen porque advertía.
Con la cabeza afeitada y su mirada penetrante, podía parecer una estrella, pero la impresión cambiaba cuando empezaba a hablar de sus trabajos, como cuando atendió al ARA en diciembre del 2024 con motivo de la exposición a las Reales Astilleros de Barcelona, que inauguró días después de recoger el primer premio Joan Guerrero. "Cuando me preguntan cómo llegué a la fotografía social, contesto: ha sido una prolongación de mi compromiso político y de mis orígenes", decía también en sus memorias. Asimismo, a lo largo de su trayectoria, Salgado recibió los galardones más importantes, entre ellos el World Press Photo, que recibió en tres ocasiones, el premio Hasselblad y el Príncipe de Asturias de las Artes (1998). También fue miembro de la Academia de Bellas Artes de Francia, y la Universidad de Harvard le hizo doctor honoris causa.
De economista a fotógrafo
Nacido el 8 de febrero de 1944 en Aimorés, en el estado brasileño de Minas Gerais, la formación de Salgado comenzó en el campo del derecho y después en el de la economía. El descubrimiento de la fotografía fue casual, cuando su compañera, Lélia Wanick, se compró una cámara mientras estudiaba arquitectura en París, donde ambos emigraron a raíz de la dictadura militar brasileña. Así, en 1973 dejó definitivamente la economía para dedicarse a la fotografía.
"Las fotos no son otra cosa que los síntomas de la disfunción de este mundo en el que todos participamos —aseguraba Salgado—. Los fotógrafos están ahí para ser su espejo, como los periodistas. ¡Y que nadie me hable de voyeurismo! Los mirones son los políticos que permitieron la castro. ellos, los responsables, así como el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que, con todos sus incumplimientos, no impidió que se cometieran millones de asesinatos".
Entre los proyectos más destacados de Salgado se encuentran Otras Américas, sobre la resistencia de los campesinos y los indígenas de toda Latinoamérica; Sahel: al final del camino, que fue una colaboración con Médicos Sin Fronteras para visibilizar el hambre y las crisis humanitarias en África, y Trabajadores, que le llevó a documentar las condiciones de trabajadores manuales de 26 países. Más adelante, documentó la fiebre del oro en la Sierra Pelada brasileña, llena de trabajadores en condiciones extremas. Y otro proyecto monumental fue Éxodos, que le llevó a retratar a exiliados, emigrantes y refugiados de 35 países durante seis años.
Éxodos fue uno de los primeros grandes proyectos de Salgado que pudo verse en Cataluña, concretamente en La Pedrera. Y en 2013 el CaixaForum de Barcelona expuso Génesis, una llamada a la conservación del planeta fruto de ocho años de viajar por todo el mundo para capturar la naturaleza y la vida humana en su estado más puro. "Fotografiar vegetales, minerales y animales ha sido una novedad en mi vida de fotógrafo, hasta entonces dedicada por completo a temáticas sociales. Pero con Génesis no olvidé a los humanos. Simplemente, los fui a buscar, tal y como vivíamos hace una decena de miles de años", dijo Salgado.
El último proyecto fue Amazônia. "Bolsonaro ha sido un predador colosal, pero, destruyéndola, ha contribuido a la protección de la Amazonia de una manera muy interesante. Antes ningún brasileño se interesaba por la Amazonia. Bolsonaro amenazó a las tribus indígenas y los ecosistemas. Entonces los líderes indígenas empezó a hoy", empezó a hoy. el AHORA.
Él mismo puso en marcha, en 1998, un proyecto para contribuir a la reforestación del Amazonas, el Instituto Tierra. Fue su manera de recuperarse después de enfermar a raíz de todas las cosas terroríficas que vio cuando trabajó en Éxodos. "En poco tiempo descubrimos que éramos ecologistas. Pero no empezamos como ecologistas, porque no teníamos ni idea de lo que era ser ecologista. Y hoy somos la mayor organización ecologista de Brasil: ya hemos plantado más de 3 millones de árboles", remachaba Salgado.