Girona bendice la película de toros de Albert Serra: "Me ha hecho caer prejuicios y he visto que los toreros son muy valientes"

GeronaNoche de gala en el Cine Truffaut de Girona para recibir el preestreno en Cataluña de Tardes de soledad, el documental de Albert Serra sobre el mundo del toreo que en septiembre ganó la Concha de Oro en el Festival de Cine de San Sebastián. La película, rodeada de controversia porque trata un tema espinoso, ha despertado muchísima expectación entre el público gerundense, que ha agotado las dos sesiones organizadas en primicia en el marco del Festival Temporada Alta.

Para retratar de forma fidedigna la violencia de la tauromaquia, el filme sigue minuciosamente al torero Andrés Roca Rey y su cuadrilla en las corridas, sin voz alguna en off explicativa ni entrevistas a cámara de profesionales o expertos. Los únicos narradores son la cámara y los micrófonos, con unos primerísimos planos realmente potentes y un sonido inmersivo brutal, que nada tiene que ver con las retransmisiones televisivas convencionales: en la pantalla se empotra y resuena una y otra vez el sometimiento, las embestidas, la respiración y los bramidos del torero y el toro en la arena, ensimismados del bullicio de la plaza, hasta el sacrificio final.

Y, ciertamente, con este planteamiento, tan arriesgado estéticamente y tan poco explícito políticamente, cuesta encontrar espacio para la polémica mediática entre taurinos y antitaurinos. De hecho, en el preestreno de Girona este debate apenas se puso sobre la mesa, ya que todos los espectadores, predispuestos a aguantar la dureza de las imágenes, venían con ganas de dejarse impactar, sea cual fuere su postura . "No me gustan las corridas, pero me ha encantado. Cuando veía cómo a los toros les mermaban los ojos, sufría, pero al mismo tiempo me ha hecho caer prejuicios y he visto que los toreros son muy valientes, como también es muy valiente l 'Albert Serra para hacer esta película", comenta Francina a la salida, realmente impresionada.

A los aficionados a la tauromaquia la propuesta también les seduce: "Es un lujo que Albert haya hecho una película de toros, entronca con todos los artistas de la historia que se han fascinado por este mundo, y pone a prueba la posibilidad de sublimar algo cruento, sanguinario y destilarlo poéticamente", decía Salvador Boix, apoderado de José Tomàs, que es de Banyoles y ha ayudado al cineasta a ganarse la confianza de los toreros.

La belleza de la injusticia

La película, pues, por su carácter eminentemente ambiguo, enigmático y misterioso, entre la furia y el humor, la belleza y el dolor, o el machismo y la sensualidad, tolera todo tipo de lecturas y reacciones contrapuestas, puesto que todo el peso del discurso está delante de la cámara, no hay ninguna a priori: es lo suficientemente violenta para que quien odia el toreo le odie aún más y, a la vez, lo suficientemente poética para que quien lo venera lo venere aún más. "La belleza se aplica a todo, incluye también la injusticia y la ayección", certificó Albert Serra en el coloquio. Y sobre la discusión animalista, con tono provocativo, añadió: "Si tanto te gusta el toro, abrácelo y déle un beso".

En el estreno gerundense también estaba el actor banyolí Lluís Serrat, conocido como Sanxini: "Me ha parecido un 10, me ha gustado cuando el toro ha levantado arriba el torero, hubiera podido hacer un papelón, pero era demasiado peligrosa", dice con tono bromista. En la siguiente película del director, Out ouf this world, que tratará sobre la guerra de Rusia con actores de Hollywood, sin embargo, sí tiene papel asegurado: interpretará a un fugitivo ruso que hablará lengua eslava gracias a la inteligencia artificial. Antes, a finales del mes de marzo, llegará el estreno a la cartelera de Tardes de soledad, después de su previsible paso por los Premios Gaudí, los Goya y, quién sabe, también los Oscar en categoría de mejor documental.