Gloria de Castro recomienda 'Bruja de luto', de Maria-Mercè Marçal
La autora de 'Els temples solemnes' todavía tiene presente el impacto del libro de la poeta
Llubí"«Habrá amor migrado al fondo de los bolsillos»: patapam, ese verso aterrizó en mi vida como unas vacaciones. Era el año de la Barcelona olímpica y yo hacía dieciocho. Me zampé el poemario Bruja de luto, de Maria-Mercè Marçal (Ivars d'Urgell, 1952 - Barcelona, 1998), de un tirón, en la edición tan bonita de cubiertas grises de Edicions 62", comenta Gloria de Castro, que este verano ha publicado su segunda novela, Los templos solemnes, en Ediciones del Periscopio, tres años después de recibir el Premio Llibreter por su debut, El instante antes del impacto.
"Era la primera vez que leía poesía y pensaba «este libro habla de mí» –continúa la autora–. Maria-Mercè Marçal lo escribió con sólo 25 años y pensé que por fin alguien entendía mi desaguisado adolescente. Y es que la autora habla de un rito de paso, hadas, hacia el mundo de la mujer adulta, el enamoramiento, la soledad. Los templos solemnes". A Gloria de Castro la impresionaron, y siguen haciéndolo, "las imágenes primigenias de los cuentos, las mujeres mágicas, la luna y el desván inquietantes donde "la escalera oscura del deseo no tiene barandilla" de una poeta que más adelante publicó libros como Sal abierta (Libros del Mazo, 1982), La hermana, la extranjera (Libros del Mall, 1985) y La pasión según Renée Vivien (Columna, 1994). "Todos estos elementos me servían de ancla cuando me perdía en el trabajo de escribir –asegura De Castro–. Leer Bruja de luto, para mí, es como volver a casa. Es enamorarme otra vez de nuestra lengua, de su brevedad, cobijo, dulzura y alegría. Aquí el catalán chasquea como unas palomitas. Y hay olas, y peces, y lagartijas, y amores de verano".