Literatura

"La noche es una masa que fermenta y yo te hago el amor"

Barcelona Poesía se despide hasta el próximo año con un recital en el Palau de la Música en el que participan Francisco Ferrer Lerín, Raquel Santanera y Joseba Sarrionandia

BarcelonaAún con el recuerdo reciente de Legados vivientes –recital del 17 de abril en el que participaron autores como Feliu Formosa y Antonina Canyelles–, el Palau de la Música ha vuelto a llenarse este miércoles para escuchar la música verbal de cinco poetas en la clausura del festival Barcelona Poesía y las hipnóticas intervenciones sonoras de Aurora Bauzà y Pere Jou.

"Tú querías / un amor / dulce y largo, / denso, cerrajero... / Y yo que / sólo quería / decírtelo nombre: / sangre de amante!", clamaba la voz más joven de la velada, Raquel Santanera (Manlleu, 1991), la única de expresión catalana, recibida con aplausos y algún grito, al igual que Joseba Sarrionandia. Lejos quedan los recitales maratonianos de hace más de una década, en los que habían llegado a participar una decena de autores y el acto se alargaba durante dos horas. La 39 edición ha reunido cinco voces de primera, que juntas formaban un cóctel de una singularidad remarcable. El primero en aparecer sobre el escenario, con la ceremoniosidad que le caracteriza, ha sido Francisco Ferrer Lerín (Barcelona, ​​1942): el poeta y ornitólogo especializado en aves necrófagas ha ofrecido una breve muestra de su universo oscuro, sentencioso y un punto divertido, convocando partidas de cartas en casinos de provincias, niños que chupan los huevos de las gallinas o un sueño en el que el propio Ferrer Lerín regresa treinta años después de su muerte. "No queda nadie de ese tiempo –ha declamado–. Y no puedo preguntar a esa gente extraña, por qué no me oyen y, quizá, ni me vende. No debió volver".

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El recital ha llegado a uno de sus puntos álgidos cuando Joseba Sarrionandia (Iurreta, 1958) ha leído, en euskera, La poesía está muerta, pero no he sido yo: "Quizá la estranguló alguno de esos poetas / que se hacen llamar poetas", aseguró, con ironía, en el tramo final, en un auditorio lleno de candidatos potenciales a contribuir a este deceso. Abdellatif Laabi (Fes, 1942) no ha podido viajar a Barcelona por problemas de salud, pero ha estado presente a través de la lectura de los poemas previstos. En uno de ellos, el poeta marroquí asegura que "la copa está llena", pero no de alegría, sino de "desesperanza", "sangre", "lágrimas", "escarnio" y "cólera". El Festival Internacional de Poesía de Barcelona también ha descubierto al público catalán la voz introspectiva de la eslovena Anja Zag Golob (Slovenj Gradec, 1976). Sentada en una silla en medio del escenario, ha hecho empezar uno de sus poemas más representativos así: "¿Sabes qué hago ahora? / La noche es una masa que fermenta y yo te hago el amor". "En silencio y bestialmente", matizó más adelante. "Devoro carne, trago sangre / que va rociándolo todo mientras te hago el amor", ha insistido. Y al final, después de "la llamada del corazón ardiente", lo único que quedaba, dentro del poema y entre los asistentes, era la tristeza.