Una obsesión amorosa en medio de un país en guerra
Xavier Lloveras revisa y recupera la traducción de la magnífica 'Un asunto personal', de Beppe Fenoglio
'Un asunto personal'
- Beppe Fenoglio
- LaBreu Ediciones
- Traducción de Xavier Lloveras / Prólogo de Alba Sidera
- 186 páginas / 18,90 euros
Un asunto personal es una novela corta que ofrece al lector una imagen intensa de lo que fue, para Beppe Fenoglio (Alba, 1922 – Turín, 1963), la resistencia partisana: una época de hipocresía y contradicciones, pero también de auténtica humanidad. Basándose en su propia experiencia como partisano, Fenoglio también actualiza la narrativa de la guerra civil en las Langhe, en Piamonte, un tema importante en la literatura de otros italianos como Cesare Pavese e Italo Calvino.
La trama deUn asunto personal se ubica en noviembre de 1944, durante los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial y en el punto álgido de la guerra civil entre partisanos y fascistas. El protagonista es Milton, un joven partisano, graduado en el programa de literatura inglesa de Badoglio. Cuando visita la casa de Fulvia, la chica que ama, le informan de la relación entre ella y Giorgio Clerici, amigo y compañero de armas de Milton. El antihéroe de Fenoglio va detrás de una duda –la posible infidelidad de Fulvia– y ese recelo se despliega como un mal presagio que lo infecta todo: cada paso por la montaña, cada encuentro con compañeros de la resistencia, cada mirada al aire enrarecido de guerra. Fenoglio retrata a un cuerpo joven y cegado, incapaz de despegarse de lo que en realidad es su verdadero frente de batalla: el amor propio herido.
Un hombre en busca de la verdad
La historia dura cuatro días, al final de los cuales Milton, en busca de la verdad, es sorprendido por cincuenta soldados fascistas, de los que huye durante un tiempo interminable, sólo por morir, sin haber descubierto nada, cerca de un bosque que le habría salvado de las balas enemigas. Fenoglio, con esa forma de hacerse el descomido y al mismo tiempo fulminarte, convierte la lucha partisana en un escenario de obsesiones íntimas, de amores que se enquistan como una punzada mal curada. Y aquí es donde estalla la fuerza del libro: en la tensión entre el ruido del mundo y el murmullo terco del deseo.
El narrador omnisciente adopta el punto de vista de los personajes que describe, en particular Milton. Destaca el tratamiento de los acontecimientos de la guerra italiana de forma paralela a los hechos narrados. Es interesante observar cómo la trama y la historia no son lo mismo. Para contar las vidas de los personajes o para entender mejor la historia, el autor hace un uso extensivo del analepsis, tanto en el diálogo como en la narrativa. El objetivo del texto, además de describir la trágica situación de los partisanos, es señalar cómo la vida, incluso cuando está guiada por los sentimientos más nobles, no siempre termina con un final feliz. La prosa vibra con una especie de sequedad eléctrica. Nada de florituras: todo es cortante, precipitado, como si las frases supieran que no hay tiempo para perderse en paréntesis. Esta urgencia sostiene la novela como un latido acelerado que amenaza con estallar en cualquier momento. A medida que Milton corre detrás de una verdad que quizás no existe, el lector presiente que esta carrera es menos moral que emocional, menos política que visceral.
Fenoglio hace una jugada brillante: transforma la guerra en un espejo deformante del corazón humano. El conflicto bélico no es sólo un contexto, sino un amplificador. Y en este amplificador, los celos son gritos, el miedo temblor y el amor una herida que no acaba de cerrarse.