Premio Proa al amor más famoso y controvertido de la literatura catalana
'Mercè i Joan', primera novela de Eva Comas-Arnal, reconstruye los primeros años de la relación entre Mercè Rodoreda y Joan Prat
BarcelonaLa historia de amor entre Mercè Rodoreda y Joan Prat empezó en el exilio, sufrió los estremecimientos de la Segunda Guerra Mundial y sobrevivió a los intentos por parte del crítico literario y poeta de volver con su mujer, Montserrat Trabal, con quien tenía una hija. "Su relación pasó por numerosos altibajos emocionales y despertó muchas suspicacias. Es el amor más famoso y controvertido de la literatura catalana del siglo XX", afirma Eva Comas-Arnal (Gavà, 1975), que con su primera novela, Mercedes y Juan, ha recibido el sexto premio Proa, dotado con 40.000 euros, durante el transcurso de una cena en el Museu Tàpies.
Comas-Arnal habla con fascinación de ambos intelectuales, que han motivado previamente ensayos como Afinar el estilo (Institut d'Estudis Catalans, 2022). "Fue a partir de la investigación hecha por este libro y de algunas novedades editoriales más recientes, como por ejemplo Ellos no saben nada [Club Editor, 2023] y la biografía que escribió Quim Torra sobre Joan Prat, que decidí narrar su historia en forma de novela", continúa la autora, que también ha dedicado un ensayo a investigar el significado de los sueños en la narrativa de Rodoreda (El sueño azul, IEC, 2020) y tiene un podcast dedicado a comentar la obra de la autora de La plaza del diamante, que lleva por título La Maraldina, nombre de la montaña que aparece en La muerte y la primavera.
Prat, que firmaba los artículos y poemas con el seudónimo de Armand Obiols, "estaba destinado a ser una de las grandes voces de la literatura catalana –recuerda Eva Comas-Arnal–. Tenía muchos proyectos en la cabeza, pero en vano acabar ejecutando pocos. De camino a Roissy-en-Brie, donde se exilió con Rodoreda y con una veintena de intelectuales más, pensaba en la novela de detectives que tenía en la cabeza y que no culminó. adelante, cuando él y Rodoreda huyeron de París tras la entrada de los nazis, él llevaba un cuaderno de notas en el que anotaba todos los detalles para hacer, decía, «un relato muy movido». Al final, fue la Mercè. quien acabó escribiendo Orleans, 3 kilómetros".
Dejar a la pareja y los hijos en Cataluña
Fue en el castillo de Roissy-en-Brie donde llegaron Prat y Rodoreda después de la derrota republicana durante la Guerra Civil española. "Se enamoraron en ese ambiente de ensueño, en un momento complicado de sus vidas", explica la autora. Tanto Prat como Rodoreda habían dejado a las parejas en Cataluña: "Ella estaba casada con un tío suyo [Joan Gurguí], con quien tenían un hijo. Ella veía a este tío como una fuerza opresiva, y después de la Segunda Guerra Mundial, hubiera derribado el régimen franquista, pudo volver. Haber dejado al hijo es uno de los grandes reproches que todavía se hace en Rodoreda". La historia de Prat es ligeramente diferente: "Estaba casado con Montserrat Trabal, que se quedó en Sabadell con la hija que tenían, Anna Maria. No se divorciaron y se escribían cartas hasta que Rodoreda lo descubrió. De hecho , el triángulo que formaban Mercè, Joan y Montserrat no se rompió hasta 1948, pero no adelantaré qué pasa porque haría un gran spoiler de la novela".
Mercedes y Juan, quellegará a librerías el miércoles 13 de noviembre, también dedica varios capítulos a una de las etapas más oscuras de Joan Prat. "Mientras malvivían en Limoges, él fue forzado a trabajar en una cantera y en un campo de aviación –explica la autora de la novela–. Más tarde, en 1941, desde Burdeos, Joan Prat y otros 400 españoles fueron trasladados a un campo infecto, desde el que los llevaron a la base de submarinos donde él se dedica a descargar sacos de cemento y madera". Hasta que en 1942 decidió escapar del campo. Cuando le pillaron, Prat, "ayudado por el diplomático Joan Climent Nolla y el político Pau Romeva, entró a trabajar para la administración de los nazis. Al poco dirigió el campo Lindemann". En vez de hablar de colaboracionismo, Eva Comas-Arnal se refiere a este episodio de la vida de Prat como "un bajón a los infiernos", durante la cual, además de entenderse con figuras como la de José María Otto Warncke – excombatiente republicano que acabó trabajando para los nazis, también "estuvo en contacto con la resistencia e incluso introdujo un enlace comunista en el campo".
Para escribir Mercedes y Juan, Eva Comas-Arnal ha querido "distanciarse" de los estilos literarios de ambos autores: "Era la forma de enseñar sus vidas de una manera diferente, que el lector quizá no se espera". En nombre del jurado, el filólogo y profesor universitario Xavier Pla ha descrito la novela como "brillante, noble y audaciosa". "Sometidos a los embates de la historia más cruel –añade–, ambos se mantienen siempre fieles a sí mismos, a la palabra, a la lengua ya las convicciones cívicas y políticas que defienden".