Literatura

Con la rabia intacta ante la violencia sexual

'Trist tigre', de Neige Sinno, es un texto híbrido entre las memorias, el ensayo y la novela que explora las consecuencias de los abusos que sufrió de los 7 a los 14 años

'Tristo tigre'

  • Neige Sinno
  • Anagrama
  • Traducción de Marta Marfany
  • 240 páginas / 19,90 euros

Triste tigre es un texto híbrido entre la ficción y el ensayo, entre el dietario y la novela; un relato duro, poderoso y actual basado en los abusos sexuales que, de pequeña, sufrió la narradora en primera persona por parte de su padrastro, descrito por el psiquiatra del proceso judicial como un "pervertido narcisista con tendencias sádicas". Ganador del premio Fémina 2023 y escrito por Neige Sinno (Vars, 1977), Triste tigre analiza el porqué de la violencia sexual hacia menores, qué pasa por la mente del verdugo. Para luchar contra los monstruos del pasado y los que aparecen en el momento de ser madre, esta mujer utiliza las armas con las que se ha formado: las de la literatura. Pero, como afirma la propia autora, ni el arte ni la literatura salvan a nadie de una experiencia traumática como el incesto.

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Desde los 7 hasta los 14 años, Neige Sinno fue abusada por el marido de su madre, la cual no sólo ignoró los hechos sino que, una vez conocidos, siguió viviendo con el monstruo. Inspirada en la idea que plantea William Blake en el poema The tiger –donde el felino es bello e imponente pero un depredador poderoso que siembra la muerte por donde pasa–, Sinno comienza el libro con el "Retrato de mi violador" para reflexionar sobre ciertas ideas preconcebidas, como la extraña fascinación de la sociedad por el mal, el poder y los asesinos. A medida que avanza el libro el titán simpático con ganas de vivir y de conquistar que "llama fuerte [...] y ordena", se va volviendo triste, un pocapena, un pobre desgraciado "que tenía el don de la manipulación y que se aprovechó de la vulnerabilidad de quien era aún más débil que él". El análisis psicológico de Sinno llega tan allá que la víctima incluso se pregunta qué tiene en común con el agresor.

¿Cómo puede que una criatura atraiga la mirada de un hombre?

Acto seguido, Sinno se describe a sí misma ya su madre, que no actuó con indiferencia sino con negación, y rehace los recuerdos vitales como si de un guión redactado por un enfermo mental se tratara. El silencio no es consecuencia de la violencia sino parte de la agresión: ¿qué nos pasa como sociedad por no darnos cuenta de hechos como estos? Es una de las grandes preguntas de Triste tigre, que abandona la historia personal, la confesión y la autobiografía para pasar a ser el reflejo de un fenómeno social: una de cada diez criaturas ha vivido abusos sexuales durante la infancia. Y se pregunta: "¿Cómo puede que una criatura así atraiga la mirada de un hombre? ¿Qué ve cuando la ve?" Y responde con contundencia: "La inocencia [...] Y lo que atrae es quizás sencillamente la posibilidad de destruirla". Terminada la primera parte con una condena de nueve años de los que sólo cumplió cinco por buena conducta, en la segunda (Fantasmas), mucho más ensayística, Sinno da un salto temporal de 30 años y añade "algunas consideraciones sobre el trauma". Desde el presente se cuestiona si debe decir yo cuando habla de aquellos tiempos o es mejor decir ella, la niña. Todavía ve la sombra del padrastro por doquier.

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Para construir su texto, y al estilo deAnnie Ernaux o Virginia Woolf (que sufrió los abusos de sus hermanastras), la autora rellena el texto de noticias de diario y programas de radio, referencias y citas literarias –sobre todo Lolita, de Nabokov–, datos oficiales incluso de paratextos que remiten a su "sórdida historia personal". Este distanciamiento le da, justamente y aunque parezca una paradoja, la libertad para poder abrirse en canal en un texto que tiene claro que "se trata de un testigo, no de alta literatura".