El reto de traducir una estirpe familiar de sangre e hígado siendo padre e hijo
Miquel Desclot y Eloi Creus publican una excepcional y leedora traducción en verso de la 'Orestea' de Esquilo, la única trilogía de tragedias griegas conservada
Barcelona"De pequeños ya engatusaba a sus hijos con historias sacadas delOdisea y la Ilíada. Quizás hizo su efecto", recuerda Miquel Desclot, seudónimo de Miquel Creus (Barcelona, 1952), con el que el veterano traductor, poeta y narrador ha firmado decenas de libros. Al lado tiene Eloi, con quien ha acabado esculpiendo a cuatro manos una excepcional y llegidora versión en verso delOrestea de Esquilo (Eleusis, 525-524 a. C. - Gela, 456-455 a. C.), la única trilogía de tragedias griegas que ha llegado, casi intacta, hasta nuestros días.
"Es la primera vez que coincidimos, y no estaba previsto que pasara. Mi intención era hacer mi camino, no seguir sus pasos –admite Eloi Creus (Castellar del Vallès, 1992)–. Estudié filología clásica en la Universidad de Barcelona y me especialicé en griego, una lengua que mi padre no conoce". Mientras hacía la carrera, Creus se percató de dos cosas. La primera, "que Carlos Riba no había tenido muchos continuadores a la hora de encararse a las traducciones con una intención más literaria que filológica". La segunda, que todavía hay "muchos textos de la literatura antigua que faltan", sea porque contamos con traducciones mejorables o porque, directamente, todavía no se han hecho. El primer agujero que llenó fue la traducción deEl malcarado, de Menandro, para Adesiara (2020). Después de ocuparse de Safo de Lesbos, con Y deseo y quemo (Proa, 2022), publicó una nueva versión catalana de las Comedias aladas deAristófanes –La paz, Nubes y Los pájaros– en Ediciones de 1984 (2024).
Fue gracias a su devoción por el teatro griego clásico que Eloi Creus llegó alOrestea de Esquilo, una de las debilidades de Miquel Desclot desde hacía décadas. "La leí por primera vez cuando era muy joven, y me fascinó su potencial poético –explica Desclot–. Cuantas más versiones conocía, más me extrañaba que en catalán no tuviéramos una Orestea literariamente digerible. La de Carles Riba, que es de 1934 y es en prosa, tiene muchos aciertos, pero no funciona como un gran poema". Medio siglo después de Riba fue Manuel Balasch quien ofreció una segunda traducción catalana, esta en verso, en Edicions 62 (1986), que convence aún menos tanto a Desclot como a Creus. aseguran.
A pesar de la continuidad de la ya centenaria Bernat Médico –actualmente dentro del grupo Abacus Futur– y de nuevas editoriales que han apostado por los clásicos grecolatinos, como Adesiara y Ela Geminada, no es habitual encontrar a autores como Esquilo en los mostradores de novedades de las librerías. Tampoco en los teatros catalanes. "Las tragedias que más se representan aquí son Edipo rey y Antígona, ambas de Sófocles –dice Desclot–. Que no haya habido muchos montajes delOrestea está influido por el hecho de que hasta ahora no había ninguna traducción que tuviera en cuenta que es un texto dramático". Padre e hijo han convertido el teatro en uno de los ejes de sus traducciones: Eloi Creus se ha ocupado de Aristófanes y Menandro; Desclot, de varias obras de Molière y de Shakespeare, pero también de Las ubres de Tiresias, de Guillaume Apollinaire, y deEl abanico, de Carlo Goldoni. La última vez que se pudo ver elOrestea en un teatro barcelonés fue en el Lliure hace casi una década, en 2016, en un montaje en italiano dirigido por Luca de Fusco ya cargo de la compañía Teatro Stabile Napoli.
Una traducción llena de "palabras aladas"
El proyecto de traducir elOrestea en catalán empezó hace unos años, cuando padre e hijo colaboraron en una antología de textos griegos clásicos impulsada por la Universidad de Barcelona. "Yo traducía los fragmentos desde el griego y papá los ponía en verso", dice Eloi Creus. Hay que tener presente que, además del amor por la literatura y de dedicarse a la traducción, tanto Desclot como Creus son poetas y han versionado también poesía en catalán: con Despertarme cuando no duermo, el padre –que también ha publicado mucha poesía dirigida a niños– recibió el premio Carles Riba 2020, y gracias a la versión del Cancionero de Petrarca (Proa, 2016) fue distinguido con el premio Ciutat de Barcelona; el hijo debutó el año pasado con Como una mosca enganchada a la miel (Godall, 2024) y ganó el premio Jordi Domènech por la traducción deEn hora incierta, volumen que reunía la poesía escrita por Primo Levi (Café Central, 2023).
"Cuando Raül Garrigasait nos dijo que teníamos la oportunidad de traducir elOrestea para la colección Bernat Médico Universal, optamos por otra estrategia de trabajo", dicen. Eloi Creus explica el procedimiento en uno de los epílogos del volumen: "No ha habido un responsable de traducir literalmente el texto y otro que lo haya tenido que poner todo en verso, sino que yo he hecho de artífice y de lazarillo a todas las he hecho unas de las partes cantadas y semicantadas, con indicaciones de cómo funcionaba el ritmo de los versos originales. Y esto es el material que el poeta ha girado en verso y ha convertido en palabras aladas de verdad".
Las tragedias griegas intercalan partes recitadas –las que pronuncian los personajes que hacen avanzar la acción de la obra– y las partes semicantadas y cantadas, a cargo del corazón, más reflexivas. uno de los personajes centrales de toda la trilogía: "Me apresuraré por recibir lo mejor que sabré / el esposo ilustre que me devuelve. ¿Qué luz / puede ser más dulce de vislumbrar por una mujer / que la de abrir la puerta a su marido, que un dios / le vuelve de la guerra?" Un poco antes, el corazón ha advertido al espectador y al lector de las intenciones reales de Clitemnestra: "Ira con memoria, acecha arterosa a la mujer de casa venjamainada".
La historia que cuenta elOrestea es cruenta y sangrienta, una colección de venganzas dentro de un clan familiar que arrancan la generación anterior a la del matrimonio formado por Agamenón y Clitemnestra. "Es curioso que justamente un padre y un hijo nos hayamos ocupado de traducir una estirpe familiar de sangre e hígado como esta", comenta Creus. "Las únicas tensiones que hemos vivido son discusiones más bien cordiales", promete Desclot. El inicio de la cadena de venganzas que plantea la trilogía se da fuera de la acción de la tragedia de Esquilo. Atrae, padre de Agamenón y Menelao, tenía un hermano gemelo, Tiestes, que comete la imprudencia de seducir a su esposa, Aerope. Para hacerle pagar el pecado, Atreu le mata a dos hijos, les trocea, cocina la carne y le sirve a la mesa al hermano. Cuando se descubre el sacrilegio, Tiestes debe acabar marchando al exilio con un hijo pequeño, Egisto, que nunca olvidará el crimen de su tío, y acabará vengándose a través de Clitemnestra, futura esposa de Agamenón, héroe que esconde una sangría atrocidad. Para conseguir que los vientos hinchen las velas de su flota y lleguen a Troya, Agamenón debe sacrificar a una de sus hijas, Ifigenia.
Clitemnestra tiene un argumento de peso para liquidar al marido –el sacrificio de la querida hija Ifigenia– cuando regresa a casa convertido en héroe, tras ganar la guerra de Troya. Egist hace equipo con ella para vengar Tiestes acabando con Agamenón. "Clitemnestra no está ligada por las leyes de los Dioses, que obligan a vengar determinadas acciones –comenta Eloi Creus–. Ella es la extranjera en el casal de los atrides. Termina tomando la decisión de matar al marido, aunque no tenga un vínculo de sangre". Una generación después, Orestes, que junto a Electra son los dos hijos que han sobrevivido en Agamenón, volverá a dar la vuelta a la rueda de la venganza. "Es el dios Apolo quien exige a Orestes que venga a su padre: la única manera de hacerlo es matando a la madre, Clitemnestra, y su aliado, Egist", añade Miquel Desclot. Perpetrados los asesinatos, Orestes se somete a juicio a la tercera parte de la trilogía.
Si Agamenón está protagonizada por el padre del chico y Las imploradoras, o Coéforas, detalla la peripecia vengativa de Orestes, en Las benignas, o Euménides, se dirime si la implacable justicia exigida por los dioses debería ser sustituida por mecanismos más propios de los humanos. "Después de leerla y releerla en múltiples ediciones, y finalmente de haberla traducido, es la significación moral, política y filosófica de laOrestea lo que más valoro –explica Miquel Desclot–. La trilogía plantea pasar del ojo por el ojo de la defensa de la familia, una justicia salvaje y arcaica, a una justicia colectiva y civilizada. Esquilo pone límites a los instintos asesinos de nuestra especie". Y lo hace dos milenios y medio atrás, en un terceto de tragedias que ahora pueden releerse con fascinación gracias al trabajo impecable del tándem de traductores.